sexta-feira, 6 de novembro de 2009

Honduras

Ian Kelly
El portavoz del Departamento
Washington, DC


6 de noviembre 2009


Hace una semana, los negociadores de Honduras, con el apoyo de la OEA y amigos en la región, alcanzó una victoria histórica de la democracia en su país mediante la firma de Tegucigalpa-San José Accord. Ese acuerdo establece un paso a paso el proceso a Honduras para restablecer la democracia y el orden constitucional y avanzar hacia las elecciones nacionales con el apoyo de la comunidad internacional. Los Estados Unidos y la comunidad internacional aplaudió el pueblo hondureño para hacer frente a la crisis política en su país con patriotismo y el pragmatismo.

El proceso de reconciliación en Honduras dio otro paso adelante esta semana con la formación de la Tegucigalpa-San José Acuerdo de la Comisión de Verificación, incluidos los miembros de Honduras y la comunidad internacional. Durante la visita del 3-4 de noviembre a Honduras, la Comisión subrayó la necesidad de una aplicación gradual del Acuerdo y destacó la importancia de que el siguiente paso en el proceso: la formación de un Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional. La Comisión acogió con satisfacción los esfuerzos de ambas partes para formar un gobierno antes del plazo del 5 de noviembre.

A raíz de la visita de la Comisión, las dos partes hicieron progresos significativos hacia la formación del gobierno de unidad. Por esa razón, estábamos especialmente decepcionado por las declaraciones unilaterales hechas por ambas partes ayer por la noche, que no sirven al espíritu del acuerdo Tegucigalpa-San José.

En cuanto a los Comisarios de Verificación han señalado, ambas partes deben trabajar juntos aplicar el acuerdo Tegucigalpa-San José.

Instamos a ambas partes para actuar en los mejores intereses del pueblo hondureño y regresar a la mesa de inmediato para alcanzar un acuerdo sobre la formación de un gobierno de unidad. La formación de un Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional servirá al pueblo hondureño y cambiar la dinámica política en el país de una manera positiva. Es urgente que este gobierno se creará de inmediato.

El pueblo hondureño han dejado claro que quieren seguir adelante. Se merecen un liderazgo que mira hacia el futuro, en el interés de todos los hondureños. Completa y oportuna aplicación del acuerdo Tegucigalpa-San José es el camino hacia ese futuro, y la formación de un Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional es el siguiente paso vital hacia adelante.

*
Otra vez: ¿Quién cree en mentirosos?

Por Juan Moreno

¿Quién cree en mentirosos que no respetan ni sus propias firmas?

¿Quién cree en políticos tradicionales cuya única especialidad es la manipulación de la ley para favorecer sus intereses y los de su clase corrupta?

¿Quién cree en gente que siempre viste de traje y corbata para intentar esconder algo de su mucha estulticia moral y espiritual?

¿Quién cree en falsificadores de firmas que a la vez son tratados como “honorables diputados y diputadas”?

¿Quién cree en canallas cuyo modus vivendi es convertir mentiras en verdades?

¿Quién cree en secuestradores de la soberanía popular?

¿Tiene sentido ahora votar en Honduras?

Estas preguntas y muchas más, van sobre todo dirigidas a esas personas que aún tienen dudas sobre lo que ocurrió el 28 de junio en Honduras, y lo que ha venido ocurriendo desde entonces. Estas preguntas van dirigidas a quienes ingenuamente creen todavía que es posible ir a votar el 29 de noviembre.

¿Qué valor tiene ahora la palabra de Barak Obama, Hillary Clinton, su subsecretario Shannon y el resto de personeros del gobierno de los Estados Unidos?

Quede pues, constancia histórica, de que una vez más ( y no será la última), la clase gobernante de Honduras, de vocación y tradición golpista y antidemocrática, se ha retratado ante el pueblo hondureño y ante el mundo como lo que realmente es: una gavilla de criminales que ha secuestrado las instituciones hondureñas.

Quienes apoyan esta dictadura, que en realidad son la minoría, todavía no han salido de esa inconsciencia politiquera reforzada a través de una maquinaria mediática, alienante y totalitaria.

Es deber de los ciudadanos conscientes llevar la labor educativa y cultural hasta los últimos rincones de la patria, porque es la única forma de derrotar a esa chusma con dinero que insiste en embrutecer a nuestro pueblo, porque esto es lo que le conviene. Mucho se ha avanzado en esta dirección, y la muestra está en la formidable respuesta de nuestro pueblo, que valientemente se ha enfrentado cívica y pacíficamente ( oigan bien, matones de las FF.AA. y de la polícía, e hipócritas del Congreso y la CSJ:cívica y pacíficamente) a los matones de la dictadura.

Por todos los rincones del territorio hondureño seguirán oyéndose los gritos de un pueblo en total desobediencia civil:

¡Viva José manuel Zelaya Rosales, legítimo presidente de la República de Honduras!

¡Viva el Frente Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado!

¡El pueblo todo exige respeto a los derechos humanos en Honduras!

¡Viva la democracia auténtica!

¡Muera la dictadura!

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