sábado, 28 de novembro de 2009



De Alaska a Tegucigalpa
con un "Yo no voto"
en protesta por el golpe



Por Germán Reyes

Tegucigalpa, 28 nov (EFE).- Rolando Medina y su esposa Cleo residen en Alaska, pero ahora están en Tegucigalpa para decir un "no a las elecciones" del próximo domingo, en protesta por el golpe de Estado del 28 de junio pasado contra el presidente Manuel Zelaya.

"Yo no voto", se lee en el sombrero de Rolando, quien hoy protestaba una vez más ante el Parlamento de Honduras para expresar su rechazo al golpe de Estado y a las elecciones del domingo "porque son un fraude".

"Yo tampoco voy a votar", dice su esposa, Cleo Montoya, con quien Rolando se casó "en 1977 después de un noviazgo de cuatro años".

La pareja de hondureños lleva varios meses en Tegucigalpa a la espera de que llegue enero para regresar a Alaska, "donde la vida es dura, aunque económicamente es buena", dice ella.

"Siempre fuimos rebeldes", recuerda Rolando en declaraciones a Efe, y apunta que se conocieron precisamente en una manifestación de estudiantes de educación media hacia 1973.

El Instituto Central Vicente Cáceres, donde Rolando estudiaba entonces, estaba donde hoy funciona la Galería Nacional de Arte, a un costado del Parlamento, ante el cual protestaban este viernes acompañados de dos nietos -de cuatro y cinco años-, con dos banderas de Honduras azul y blanco.

La pareja decidió irse a vivir a Alaska hacia finales de los años 70 del siglo pasado porque les gustaba "la aventura, el reto, las cosas difíciles", explica Cleo, quien además dice que "es fácil irse a vivir a Nueva York, Los Ángeles o Miami".

Rolando también recordó que fue militante del Frente Estudiantil de Segunda Enseñanza (FESE), uno de los movimientos más beligerantes entre los jóvenes hondureños en la segunda mitad del siglo XX.

"Estando aquí nos hemos sumado al Frente de resistencia" contra el golpe de Estado que exige la restitución del derrocado presidente Zelaya, relató Rolando, de 55 años, quien lamenta que "Honduras sólo trasciende en el mundo por hechos negativos como huracanes, por su pobreza y ahora por un golpe de Estado".

Rolando, quien asiste a las marchas o plantones de la Resistencia contra el golpe de Estado vestido de traje formal y con sombrero de ala, a la usanza de Zelaya, dijo que estudió Filosofía en Tegucigalpa, mientras que su mujer cursó Administración Pública.

"Mi mujer me ha dicho que aproveche ahora para ponerme aquí mis trajes, porque en Alaska no lo puedo hacer por el frío, allá necesitamos abrigos gruesos", agregó.

En opinión de Rolando, si Zelaya no es restituido "la lucha continúa, porque la lucha es para el pueblo, para mejores condiciones de vida, porque aquí no hay desarrollo, faltan hospitales y educación".

"Yo vengo de una familia liberal, mi padre (Gregorio Medina) fue miembro del Partido Liberal (en el poder), también conozco la pobreza de Honduras en el campo", expresó Rolando, quien con su esposa son propietarios de una casa de adobe en el sector de Linaca, a pocos kilómetros de Tegucigalpa.

En Alaska, Rolando dice que se dedica a la promoción del turismo, mientras que su esposa es maestra de idiomas en una universidad.

Ambos extrañan el clima cálido de Honduras "porque el frío en Alaska además de largo es muy duro", señala Cleo, mientras juega con la cabellera de uno de sus nietos, de quienes seguidores de Zelaya bromean diciendo que "estos son los niños de la resistencia", en la que también figura "la abuelita", Dionisia Díaz, de 75 años.

Rolando y Cleo procrearon dos hijas, una que nació en Honduras y otra en California (Estados Unidos).

Una de ellas, la madre de los dos niños que acompañan al matrimonio, murió, mientras que la otra reside en el estado de Washington y está casada con un ciudadano estadounidense, relató Cleo, quien lamenta que en Alaska, una región que definió como "muy rica", haya poca población.

Fonte: EFE.

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Honduras afronta
unas elecciones cuya

legitimidad es cuestionada

Tegucigalpa, 28 nov (EFE).- Honduras celebrará este domingo las elecciones más cuestionadas de su historia moderna, sin el respaldo de gran parte de la comunidad internacional, que considera que no hay garantías democráticas para su realización, aunque sí apoyos significativos como el de Estados Unidos.

Casi cinco meses después del golpe de Estado contra Manuel Zelaya, Honduras encara unos comicios a los que tanto "golpistas" como "zelayistas" habían establecido como fecha de referencia para devolver la normalidad y restituir el orden constitucional, y con el presidente constitucional encerrado en la Embajada de Brasil.

El presidente de facto, Roberto Micheletti, y los grupos que apoyaron el golpe han insistido en la necesidad de que las elecciones sean reconocidas para que un nuevo gobierno tome el poder y abra el camino para resolver la crisis, recordando que la consulta fue convocada en mayo, con Zelaya en el poder.

Durante meses, el gobernante derrocado y sus seguidores han insistido en que la de las elecciones era una cita a la que los hondureños debían acudir con Zelaya en la presidencia y que sin él los comicios carecerían de legitimidad, algo que ha respaldado la comunidad internacional con la Organización de Estados Americanos (OEA) a la cabeza.

La importancia dada por ambas partes a la convocatoria electoral del 29 de noviembre se plasmó en la consecución de un acuerdo con vistas a resolver la crisis un mes antes de los comicios con el Acuerdo Tegucigalpa-San José.

El acuerdo permitía salvar la legalidad del proceso electoral y llevó a varios países y a la propia OEA a respaldar el proceso electoral con la perspectiva de que el presidente derrocado volviera al poder y se conformara un gobierno de unidad nacional.

Sin embargo, el pasado día 17, el presidente del Congreso, Alfredo Saavedra, en el cargo desde el día del golpe de Estado por la ascensión a la Jefatura de Estado de Micheletti, anunció el órdago final de las autoridades de facto: que Zelaya no será el presidente de Honduras el próximo domingo.

Así las cosas, la OEA no enviará observadores, y países como Brasil y Argentina ya han anunciado que no aceptarán los resultados.

La Comisión Europea ha designado dos expertos con el mandato de informar sobre la celebración de las elecciones y aconsejar a la Comisión sobre posibles medidas tras los comicios.

El secretario de Estado para Iberoamérica español, Juan Pablo de Laiglesia, ha afirmado que los comicios no serán "democráticamente aceptables" sin Zelaya en el poder.

Estados Unidos, por su parte, se ha desmarcado de la postura inicialmente unánime de la región y ha dicho, a través de su subsecretario de Estado adjunto para la región, Craig Kelly, que "nadie tiene el derecho de quitar al pueblo hondureño el derecho de votar, elegir a sus líderes".

Panamá también ha anunciado que reconocerá el resultado de los comicios.

La postura frente a las elecciones hondureñas han trasladado las tensiones por esa crisis fuera del país centroamericano.

El Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) ha deplorado el apoyo de Estados Unidos al proceso electoral hondureño y considera que "causa un gravísimo daño a la credibilidad de la Administración del presidente Barack Obama" y "afectará seriamente las relaciones y las políticas estadounidenses en el continente".

En Guatemala, el envío de observadores por parte del Tribunal Supremo Electoral, algo que finalmente no se producirá, llevó al presidente, Álvaro Colom, a advertir de que desautorizaría su representatividad en nombre del país.

El Parlamento Europeo se ha mostrado dividido sobre la legitimidad de las próximas elecciones, con el grupo mayoritario en la Cámara, el Partido Popular Europeo, junto a Conservadores y Reformistas, a favor del envío de observadores y los socialistas, liberales, Verdes o de Izquierda Unida en contra.

A pesar de todo ello, el Gobierno de facto ha pedido a la OEA que envíe una misión de observadores a esos comicios, pero el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, aseguró que esa posibilidad "no se podría ni siquiera considerar".

No por ello, el Tribunal Supremo Electoral de Honduras ha dejado de anunciar 250 observadores extranjeros con "confirmaciones fehacientes de varios ex presidentes".

El Partido Nacional, primera fuerza de oposición, informó de que ha invitado a los ex gobernantes Jorge Quiroga (Bolivia), Armando Calderón y Alfredo Cristiani (El Salvador); Vinicio Cerezo (Guatemala), Vicente Fox (México) y Alejandro Toledo (Perú).

Fonte: EFE.

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