domingo, 15 de novembro de 2009

Honduras: Frustradas las negociaciones para
su restitucion, avanza la campaña electoral


Manuel Zelaya lidera
el boicot a elecciones



Por María Laura Carpineta
Página 12

Faltan exactamente dos semanas para las elecciones hondureñas y la dictadura no sólo consiguió dividir a la comunidad internacional, sino también a los zelayistas y sus aliados. Perdido el apoyo del gobierno de Barack Obama, las fuerzas democráticas del pequeño país centroamericano tienen que decidir entre boicotear los comicios del 29 de noviembre y hacer una declaración política ante el mundo –que en su mayoría sigue apoyándolos– o participar en la elección e intentar mantener aunque sea algunos espacios de poder los próximos cuatro años. El Frente de Resistencia Popular y el presidente derrocado Manuel Zelaya llamaron a retirar las candidaturas y no votar, pero no todos están seguros. “La lucha no termina el 29 de noviembre. Si les entregamos todos los cargos va a ser mucho más difícil recuperar nuestra democracia”, se justificó el candidato del principal partido progresista, Carlos Ham.

En las últimas horas ya no se habla de negociaciones, plazos o acuerdos en las calles hondureñas; toda esa adrenalina quedó atrás. La dictadura parece atornillada al poder y las elecciones son un hecho. “El presidente Zelaya no va a aceptar ser restituido si es para legitimar un fraude electoral”, garantizó Rasel Tomé, uno de los asesores de confianza del presidente legítimo. En diálogo telefónico con Página/12, advirtió que ya es muy tarde para esperar una votación del Congreso, que según el acuerdo firmado por zelayistas y golpistas hace dos semanas, es el encargado de aprobar la restitución del presidente derrocado el 28 de junio pasado. “Las elecciones no serán una salida a la crisis, más bien van a ahondarla”, pronosticó.

Hasta ahora la campaña había quedado sepultada por la crisis política, las manifestaciones diarias, la represión descarnada de los golpistas y las constantes visitas de misiones de negociadores y diplomáticos extranjeros. Pero gracias al apoyo de la Casa Blanca, los candidatos pro-golpe se lanzaron, sin miedo, a aprovechar las últimas dos semanas de campaña. Tegucigalpa, la capital, está empapelada con propaganda de los dos principales partidos, el Liberal de Micheletti y el Nacional del favorito para quedarse con la Presidencia, Porfirio Lobo.

Según las encuestas, nada puede evitar que se repartan el poder. Lobo será el próximo presidente y los hombres de Micheletti aspiran a arrebatarle la mayoría en el Congreso y garantizar un buen número de alcaldes. La única carta que le queda por jugar a Zelaya es el boicot. “El 60 por ciento de los hondureños está en contra del golpe y no quiere legitimar un fraude electoral”, sentenció, convencido, Tomé. Pero para un país con un nivel histórico de abstencionismo de cerca del 50 por ciento, la idea de un boicot masivo no es sinónimo de triunfo asegurado.

Desde que se rompió el acuerdo, hace casi diez días, dos reconocidos líderes se retiraron de la contienda electoral. Primero el candidato presidencial independiente Carlos Reyes, y esta semana el actual alcalde de la segunda ciudad más importante del país, San Pedro Sula, el liberal pro-zelayista, Rodolfo Padilla. “La gente del presidente Zelaya está llamando a sus aliados para que se retiren”, confió a este diario una fuente zelayista. “Pero hay muchos que no estamos de acuerdo. ¿Qué vamos a conseguir? ¿Impresionar a Estados Unidos? No, simplemente regalarles el poco poder que nos queda”, agregó.

El candidato presidencial de Unión Democrática, la principal fuerza política progresista de Honduras, piensa igual. “Honestamente no hay capacidad de boicot de las elecciones. Si no se participa, hay miedo de que los que legitiman el golpe acaparen todos los espacios de poder y entonces, ¿qué hacemos en los próximos cuatro años?”, se quejó el líder que mantuvo una férrea alianza con Zelaya desde el golpe. Su partido aún no decidió qué harán. La semana que viene se reúnen para discutirlo.

Actualmente cuentan con seis diputados. No es mucho, reconoce, pero sumado a los 20 diputados liberales que apoyan a Zelaya podrían armar una bancada antigolpista en el próximo Congreso Nacional. El argumento del respetado dirigente no convence a sus compañeros en la dirección de la resistencia. “En primer lugar, ¿qué cuota de poder es para no-sotros 10 o 20 diputados de los 128? Si realmente fuera una cuota de poder ya hubiéramos revertido el golpe en el Congreso”, cuestionó el líder sindical y referente de la resistencia, Juan Barahona. “En segundo lugar, las condiciones que hay para ganar cuotas de poder son adversas. El Tribunal Supremo Electoral juega para los golpistas, los medios juegan para los golpistas y los militares que resguardan las urnas juegan para los golpistas”, agregó.

Ham acepta todos los cuestionamientos, pero no ve otra salida, al menos no dos semanas antes de las elecciones. “No logramos aprovechar la oportunidad histórica que tuvimos. Construir desde la resistencia una candidatura única de centroizquierda que nos permitiera derrotar a los golpistas y avanzar hacia un verdadero proyecto progresista. Era el mejor camino para revertir el golpe desde adentro. Le planteamos a Zelaya la idea, pero él siempre quiso esperar. Ahora ya es muy tarde”, se lamentó el dirigente.


*
Zelaya a Obama


PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA
Del Escritorio de Señor Presidente
Tegucigalpa, 14 de Noviembre de 2009 S. E.


BARACK OBAMA
PRESIDENTE EEUU
Washington D. C.

Estimado Presidente Obama:

Cuando nos reunimos por primera vez el 8 de julio con la Secretaria de Estado Clinton después del Golpe de Estado se dejo claro ante mi y ante el mundo la posición de la administración Obama de condenar el Golpe de Estado, desconocer sus autoridades y exigir el retorno del estado de derecho con la restitución, al cargo de Presidente electo por el pueblo. La posición oficial de su gobierno y sus representantes que patrocinaron y firmaron las resoluciones de la ONU, OEA. En el que el tercer punto exige mi restitución inmediata y segura.

A partir del 28 de junio de 2009 mi secuestro por los militares y destierro a Costa Rica. El Congreso de la República emitió un decreto ilegal donde ordena “Separar al ciudadano José Manuel Zelaya del cargo de Presidente Constitucional de la República” sin facultades constitucionales para hacerlo, y sin el debido procesos sin ser citado a ningún juicio.

Desde la primera reunión con la secretaria Hillary Clinton me propusieron la mediación del Presidente de Costa Rica Oscar Arias a pesar de que considero que es contraproducente dialogar con personas que tienen un arma en sus manos, acepte considerando el auspicio de EE.UU y de la comunidad internacional.

En un comunicado de fecha 04 de septiembre del presente ano la Secretaria de Estado Hillary Clinton expresaba a lo siguiente: "La conclusión positiva del proceso iniciado por Arias sería la base adecuada para proceder con una elección legítima". De todos es conocido que el Régimen de Facto sin la visita a Honduras del sub. Secretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, Daniel Restrepo y Craig Kelly no hubieran firmado el Acuerdo. Todos sabemos por que se rompió el acuerdo, Tegucigalpa – San José.

El propio Presidente Oscar Arias en aras de la verdad declaro que: “Micheletti nunca tuvo voluntad de colaborar y que por el contrario se estaba burlando de la comunidad internacional y sólo buscaba dilatar el tiempo para nunca entregar el poder a quien corresponde” .

El Ex Presidente Ricardo Lagos, miembro prominente de la Comisión Internacional de Verificación en sus declaraciones confirmo esto, al manifestar: “El Señor Micheletti lo rompió”, “Micheletti hizo cosas que no debía haber hecho como decir yo formare un gobierno de unidad sin Zelaya” lo que hizo fracasar este acuerdo negociado.

El propio día en que se instalaba en Tegucigalpa la Comisión de Verificación, del acuerdo sorprendieron las declaraciones, de funcionarios del Departamento de Estado donde modifican su posición e interpretan el acuerdo unilateralmente con las declaraciones siguientes “…las elecciones serían reconocidas por Estados Unidos con o sin restitución…”; El régimen de facto celebro este cambio y utilizaron estas declaraciones para sus objetivos, e inmediatamente terminaron por incumplir y violar el Acuerdo

Por lo anteriormente expuesto nos manifestamos de la siguiente manera:

* Que el Acuerdo Tegucigalpa-San José queda sin valor ni efecto por incumplimiento unilateral del gobierno de facto. Este fue concebido para implementarse en forma integral y simultánea; pues no se contemplaron como doce acuerdos separados, fue un solo acuerdo con doce puntos el cual tenía un solo propósito, restaurar el orden democrático y la paz social, y con esto se revirtiera el golpe de estado, lo que implica el seguro retorno del Presidente de República elegido legítimamente por voto popular. Y con esto, propiciar un clima de reconciliación nacional y un siguiente proceso electoral constitucional, limpio, con garantías de participación igualitaria y libre para todos los ciudadanos de Honduras

* Que las próximas elecciones se debían desarrollar en un marco de legalidad y respaldo internacional especialmente de la OEA y NNUU y que fuera de esas condiciones políticas y de derechos ciudadanos mínimos para garantizar un resultado apegado a la libertad y a la transparencia. En esto, quiero anotar que la nueva posición de los funcionarios del Gobierno de los Estados Unidos esquiva el objetivo inicial del diálogo de San José, relegando un acuerdo con el Gobierno legítimamente reconocido hacia un segundo plano, y tratando de trasladar este acuerdo hacia un nuevo proceso electoral sin importar las condiciones en que se desarrolle. Entre otras, con recursos públicos están siendo autorizados por funcionarios públicos no reconocidos legalmente e imputados a un documento de Presupuesto que no ha sido autorizado por Presidente legítimamente reconocido.

En estas condiciones, este proceso, y por lo tanto sus resultados serán sujetos de impugnación y no reconocimiento; lo cual pone en grave riesgo la estabilidad futura de las relaciones entre Honduras y el resto de naciones que reconozcan sus resultados.

Como lo ha señalado el Secretario General de la OEA José Miguel Insulza, no existe un ambiente político, para elecciones, como lo ha observado y apuntado la Congresista Norteamericana Jane Sharkorky en su visita a Honduras, se observa un ambiente comprobado de violación a los derechos humanos en Honduras.

El 6 de noviembre pasado, hemos comunicado nuestra negativa a continuar con el dialogo falso, y por lo tanto al expirarse el plazo el texto constituye letra muerta que pierde vigencia, porque un acuerdo se cumple en tiempo y forma, la violación de este por el régimen de facto es para nosotros la condición que determina que el acuerdo dejo de existir. Indudablemente se perdió tiempo precioso en este intento fallido.

La elección presidencial esta actualmente prevista para la última semana de noviembre. En este caso, como Presidente Constitucional de Honduras, y como ciudadano que representa y fue elegido por voto democrático del pueblo de Honduras, me veo en la obligación de informar que bajo estas condiciones no podemos respaldarla y procederemos a impugnarlo legalmente en nombre de millares de hondureños y de cientos de candidatos que sienten que esta competencia es desigual y no se presentan las condiciones de participación en libertad.

* En Honduras por la represión a que hoy está sometido el pueblo Hondureño, donde no se respeta ni la más alta autoridad el Presidente de la Republica, donde no se ha considerado que en tres años logré los mejores indicadores económicos y la más grande reducción de la pobreza de los 28 años de vida democrática, donde fui derrocado por la fuerza de las armas, nunca fui sometido a un juicio ni al proceso debido y tengo hoy 24 acusaciones y ordenes de captura por narcotráfico corrupción y terrorismo entre otros, y donde la mayor parte de los Ministros de mi gabinete son objeto de persecución política y se encuentran huyendo del régimen en diferentes partes de América.

* 3500 personas detenidas en cien días, mas de 600 personas heridas y golpeadas en los hospitales, mas de un centenar de asesinatos y una incontable cantidad de personas sometidas a torturas cometidas contra ciudadanos que se atreven a oponerse y manifestar sus ideas, de libertad y justicia, en manifestaciones pacificas, todo esto convierten las elecciones de noviembre en un ejercicio anti-democrático por estado de ilegitimidad, por la incertidumbre y la intimidación militar, para grandes sectores de nuestro pueblo.

* Realizar elecciones, en las que el Presidente electo por el pueblo de Honduras, a quien reconoce su Gobierno y la Comunidad Internacional, está prisionero, rodeado por militares en la sede diplomática de Brasil, y un Presidente de Facto, que impusieron los militares, rodeado por los poderosos en el palacio de gobierno, será una vergüenza histórica para Honduras y una infamia para los pueblos Democráticos de América.

* Este proceso electoral es ilegal porque oculta el golpe de estado militar, y el estado de facto en que vive Honduras no brinda garantías de igualdad y libertad en la participación ciudadana, a todos los Hondureños, es una maniobra electoral antidemocrática repudiada por grandes sectores del pueblo para encubrir los autores materiales e intelectuales del Golpe de Estado.

* Las Elecciones son un proceso no son solo un día donde se va elegir, es un debate, es exposición de ideas es igualdad de oportunidades.

* En mi condición de Presidente electo por el pueblo Hondureño, reafirmo mi decisión que a partir de esta fecha cualquiera que fuera el caso, YO NO ACEPTO, ningún acuerdo de retorno a la presidencia, para encubrir el golpe de estado, que sabemos que tiene un impacto directo por la represión militar sobre los derechos humanos de las habitantes de nuestro país.

Sr. Presidente.

En la Cumbre de Países del Continente Americano celebrada en Trinidad y Tobago a principios de este año, donde estuve presente Usted manifestó “Que dejáramos de acusar a Estados Unidos por lo que hizo en el pasado en el continente y que viéramos hacia el futuro”. El futuro que hoy nos muestran al alterar su posición en el caso de Honduras y favorecer así la intervención abusiva de las castas militares en la vida cívica de nuestro Estado, (causa histórica del atraso y estancamiento de nuestros países en el siglo XX) No es mas que el ocaso de la libertad y un desprecio a la dignidad humana, es una nueva guerra contra los procesos de reformas sociales y democráticas tan necesarios en Honduras.

Presidente Obama.

Cada vez que se derroca un Gobierno legítimamente electo en América la violencia y el terrorismo nos gana una batalla y la Democracia sufre una derrota.

Todavía Nos resistimos a creer que este golpe de estado militar en ejecución en Honduras, es ya el nuevo, terrorismo de estado del siglo XXI. Y será el futuro para América latina que nos hablo en Trinidad y Tobago Estamos firmes decididos a luchar por nuestra democracia sin ocultar la verdad y cuando un pueblo se decide a luchar pacíficamente por sus ideas, no hay arma, no hay ejército ni maniobra capaz de detenerlo.

En espera de su pronta respuesta, le reitero mi más alta consideración,

JOSE MANUEL ZELAYA ROSALES
Presidente de Honduras


*
Carta da Resistência a Obama

Tegucigalpa, M.D.C. 11 de noviembre de 2009

Señor Barack Obama
Presidente de los Estados Unidos de América

Señor Presidente:

Reciba un cordial saludo del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado en nombre de los millones de hondureños y hondureñas que libramos una histórica cruzada por la restauración de la Democracia en nuestro país.

Como es de su conocimiento, el pasado 28 de junio fue ejecutado de parte de las Fuerzas Armadas hondureñas un Golpe de Estado por el cual fue sacado de la Presidencia de la República el ciudadano José Manuel Zelaya Rosales, titular del Poder Ejecutivo, quien fuera elegido por medio de un proceso electoral democrático en el año 2005.

Este Golpe de Estado es un verdadero crimen contra la Democracia en Honduras que cuenta con el contubernio de la mayoría de diputados del Congreso Nacional, de la totalidad de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, así como de los gerentes de otras instancias del Estado, pero que fue concebido y diseñado por los estratos económicos, sociales y políticos privilegiados de nuestro país, es decir, por un sector de los empresarios, políticos tradicionales, dueños de medios de comunicación, líderes religiosos, entre otros.

En reacción a ese hecho, el Pueblo hondureño salió a las calles a exigir la restauración del orden constitucional, la restitución del Presidente Zelaya Rosales a su cargo, y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente que permitiera reorganizar el país sobre nuevas bases, mediante un procedimiento democrático.

Este movimiento social y político es conocido internacionalmente como “la Resistencia hondureña” pero tiene una expresión organizativa denominada Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado. El Frente, Señor Presidente, no nació como resultado de un proyecto político previo de ningún tipo sino que surgió directamente como una iniciativa de los y las ciudadanos(as) que salieron a las calles a manifestarse contra las tanquetas y los fusiles. De hecho aglutina tanto a sectores que son partidarios del Presidente Zelaya, como a sectores políticos que no comulgaron con las ideas y prácticas de su administración, pero que sí repudian que se le pretenda sustituir con métodos antidemocráticos.

Vale la pena decir que nuestro Pueblo nunca se sintió solo en esta lucha. Al unísono, todos los países del mundo dejaron sentir su repudio a este acto vil, incluido el gobierno que Usted preside, rompiendo relaciones diplomáticas con el régimen de facto. En cuatro meses hemos sido testigos de diversas formas de solidaridad activa, pues entendemos que todos los demócratas del mundo han visto en este Golpe de Estado el inicio de una escalada internacional para acabar con los avances logrados por los regímenes electos en las urnas, especialmente en el sub continente latinoamericano.

La batalla por Honduras se ha convertido, entonces, en una verdadera Batalla por la defensa de la Democracia planetaria y continental.

El reto es ahora más trascendental porque, como parte de su plan, quienes derrocaron por la fuerza al Presidente electo en las urnas, ahora pretenden administrar el proceso electoral del 29 de noviembre de este año, en medio del recorte de las libertades públicas, en especial de la libertad de expresión y movilización, así como la continuación de la represión contra los demócratas hondureños y la violación de los derechos sociales consagrados en nuestra Constitución. Incluso tenemos fuertes indicios de que los golpistas preparan un escandaloso fraude electoral con el que legitimarían un gobierno sucesor del actual régimen de facto para que gobierne a partir de enero 2010.

Esta realidad nos ha llevado a la conclusión de que, mientras exista un régimen de facto gobernando nuestro país, no existirán condiciones democráticas mínimas para que las fuerzas políticas legalmente constituidas participen en un proceso electoral de forma confiable y transparente. Es por esa razón que nuestro Frente ha decidido no reconocer dichas elecciones ni el gobierno que surja de las mismas, aún en la hipótesis de que el Presidente sea restituido a su cargo, porque no podemos hacerle el juego a la manipulación política que los enemigos de la Democracia pretenden hacer sobre este asunto.

En consecuencia, Señor Presidente, aún no se han restaurado las condiciones democráticas existentes antes del 28 de junio que justifiquen al Gobierno de los Estados Unidos aflojar la presión efectiva para doblegar la terquedad de la élite golpista.

Pese a que tanto Usted como algunos de sus funcionarios se han manifestado abiertamente por el retorno de la Democracia a Honduras, hemos observado de parte del Gobierno de los Estados Unidos una posición que deja la impresión de no ser coherente con ese discurso. Mientras por un lado, su Secretaria de Estado, Sra. Hillary Clinton, declara abogar por el retorno de la democracia a nuestro país, por otro, no hemos visto que su Gobierno despliegue todo el arsenal de recursos que tiene a disposición para presionar a los usurpadores hondureños a abandonar el poder.

Si bien en un principio, su Gobierno presionó a los golpistas con el desvisado diplomático y con la suspensión de una parte de la cooperación financiera y no financiera, hemos visto sin embargo, que ha continuado la cooperación con los militares hondureños, se ha permitido a las misiones de golpistas entrar a territorio norteamericano a hacer lobby con sectores de la Cámara de Representantes y del Senado, y no hemos visto una enérgica condena a las múltiples violaciones de los derechos humanos cometidos por la represión militar y policial, ampliamente documentadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Más aún, hemos notado retrocesos en las medidas con la justificación de que fue establecido un diálogo entre los golpistas y el Presidente Zelaya y de que fue firmado el denominado “Acuerdo de Tegucigalpa-San José”. Pero en realidad ni ha habido un diálogo sincero de parte del régimen usurpador, como lo demuestran las constantes violaciones a lo pactado, ni la firma del mencionado Acuerdo ha implicado el necesario retorno del Presidente Zelaya a su legítimo cargo, sino que el régimen de facto ha impuesto una arbitraria interpretación del mismo por la cual le ha atribuido al mismo Congreso Nacional que participó en el Golpe de Estado, la potestad de decidir sobre dicha restitución. A tal grado que mientras mantiene una supuesta actitud de “dialogo”, practica terribles torturas sicológicas mediante aparatos electrónicos y sustancias químicas en contra del Presidente Zelaya y sus acompañantes alojados en la Embajada de la República Federativa de Brasil.

Dicho lo anterior, es de mayúscula preocupación de la Resistencia hondureña que voceros del gobierno norteamericano, como el Señor Thomas Shannon, dan a conocer públicamente mensajes en el sentido de que Estados Unidos reconocerá al gobierno que surja de las elecciones del 29 de noviembre próximo, aún en el escenario de que el Presidente Manuel Zelaya no sea restituido a su cargo.

Peor aún, no podemos ser indiferentes a las informaciones que nos indican que tal actitud de su gobierno está vinculada a las negociaciones de la política doméstica norteamericana sobre el desbloqueo del nombramiento del próximo embajador de su país ante la República Federativa de Brasil y del Director Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado. De ser ciertos estos extremos, estaríamos ante una práctica distinta a aquella de la que los funcionarios de su Gobierno proclaman en sus declaraciones de defensa de la Democracia.

En base a todo lo anterior, nos permitimos solicitar respetuosamente de su parte:

1. Hacer coherente su declaración discursiva sobre su interés de contribuir a la restauración de la Democracia en Honduras con medidas de presión más efectivas para lograr la salida del gobierno golpista, como la suspensión de toda la ayuda financiera, la cooperación militar, el retiro de su representación diplomática, y otras similares.

2. Manifestarse sin dejar lugar a dudas en el sentido de que su gobierno apoya la restitución inmediata, incondicional y segura del Presidente Zelaya y el cese de las torturas electrónicas y químicas de que es objeto en la embajada brasileña.

3. Sea exigente con el gobierno golpista para que sean restauradas las libertades democráticas y las garantías constitucionales conculcadas en la práctica por dicho régimen.

4. No reconocer el proceso electoral programado para el 29 de noviembre y por tanto abstenerse de enviar observadores al mismo, en tanto que bajo el actual régimen golpista no podrá haber un proceso electoral confiable.

Sólo con la adopción de una política que tenga como base estas premisas, quedarán despejadas las inquietudes que nuestro Pueblo tiene hacia la política exterior de su Gobierno.

Agradeciendo su atención a la presente, nos despedimos de usted con las más altas muestras de consideración y estima.

Atentamente,

CONDUCCION NACIONAL DEL FRENTE NACIONAL DE RESISTENCIA CONTRA EL GOLPE DE ESTADO

Nenhum comentário:

Postar um comentário