ONU suspende sessão
por presença do
embaixador de Honduras
por presença do
embaixador de Honduras
14/09/2009 - 11h14
France Presse, em Genebra
A sessão do Conselho de Direitos Humanos da ONU (Organização das Nações Unidas) ficou bloqueada durante toda a manhã desta segunda-feira em Genebra pelos países latino-americanos e do Caribe --contrários à presença do embaixador de Honduras, Delmer Urbizo, que apoia o presidente interino, Roberto Micheletti.
"Nossa posição é que o embaixador Urbizo não participe das sessões do Conselho, e queremos que ele se retire da sala", afirmou o embaixador da Venezuela em Genebra, Germán Mundarain Hernández.
A Venezuela é um dos países mais críticos a derrubada do p'residente eleito hondurenho, Manuel Zelaya, em golpe militar no último dia 28 de junho.
"Meu governo não reconhece nenhuma representação diplomática do governo de facto encabeçado por Micheletti", disse à AFP Homero Hernández, embaixador em Genebra da República Dominicana.
Urbizo permaneceu no recinto apesar das declarações. "Eu represento meu país e meu povo e não há razão para não participar dos trabalhos do Conselho", disse Urbizo.
Zelaya foi deposto em um golpe perpetrado por Suprema Corte, Congresso e Exército quando se preparava para realizar uma consulta popular para estabelecer a reeleição presidencial, proibida pela Constituição.
Para tentar destravar a situação, as representações de Brasil e Argentina defenderam uma moção de ordem para debater publicamente o caso. O presidente do Conselho, o belga Alex Van Meeuwen, propôs o adiamento das deliberações previstas para a tarde desta segunda-feira.
"Nossa posição é que o embaixador Urbizo não participe das sessões do Conselho, e queremos que ele se retire da sala", afirmou o embaixador da Venezuela em Genebra, Germán Mundarain Hernández.
A Venezuela é um dos países mais críticos a derrubada do p'residente eleito hondurenho, Manuel Zelaya, em golpe militar no último dia 28 de junho.
"Meu governo não reconhece nenhuma representação diplomática do governo de facto encabeçado por Micheletti", disse à AFP Homero Hernández, embaixador em Genebra da República Dominicana.
Urbizo permaneceu no recinto apesar das declarações. "Eu represento meu país e meu povo e não há razão para não participar dos trabalhos do Conselho", disse Urbizo.
Zelaya foi deposto em um golpe perpetrado por Suprema Corte, Congresso e Exército quando se preparava para realizar uma consulta popular para estabelecer a reeleição presidencial, proibida pela Constituição.
Para tentar destravar a situação, as representações de Brasil e Argentina defenderam uma moção de ordem para debater publicamente o caso. O presidente do Conselho, o belga Alex Van Meeuwen, propôs o adiamento das deliberações previstas para a tarde desta segunda-feira.
Fonte: Folha de São Paulo.
*
UN DÍA EN LA MARCHA
DE RESISTENCIA NACIONAL
Por Galel Cárdenas
En Tegucigalpa hasta el día que escribo este artículo, se han desarrollado 79 marchas continuas en la capital de Honduras, Tegucigalpa. La consigna cada día es: a 79 días de lucha aquí nadie se rinde.
Asistir a una de estas marchas es participar de una conciencia colectiva donde florece el sentido comunal, el sentido del todo, allí donde uno deja de ser el individuo para convertirse en una masa plena de conciencia política, donde la utopía es acción, donde el pacifismo es masa pletórica de consigna, de canto, de abrazo, de risa, de grito, de sudor, de caminata, de sombreros, gorras, pancartas, pintas paralelas a la marcha, de beligerancia, de lecturas de los periódicos populares que han florecido en el medio de la efervescencia.
En las marchas son pocos los que se conocen, es decir son más detectados los dirigentes nacionales, y talvez los intermedios. Pero aquellos líderes de barrio, de colonias, de aldeas, de caseríos, ellos son uno más en estas marchas, donde uno camina con sombrillas, paraguas, sombreros y pañuelos que van atados al cuello, toma y suena su pito, su cuerno o su pitoreta como le decíamos cuando éramos niños.
No sabe uno quien está a nuestro lado, otro más, pero sabe uno que quien está en la fila atrás o adelante, en la fila de enmedio o en la fila del otro lado (son tres filas debidamente ordenadas y conscientes de la protesta), todos ellos son hermanos, compañeros (compas), amigos de la marcha del día, allí se comparte el grito, la consigna, el canto, el comentario, la indignación, las noticias, la burla sobre el dictador, el chiste político del día, en fin.
Allí vamos marchistas pacíficos, al frente, en medio, al final, comprando y compartiendo agua, chucherías del trabajo informal que nos venden enchiladas, pastelitos de perro (empanadas), tamales de maíz, tortillas con chicharrón, naranjas peladas, bananos, confites, cigarros, gorras, sombreros, cintas, pañuelos, paletas, raspados (hielo raspado del bloque al que se le cubre con una miel casera de colores amarillos, rojos, o azules), elotes y algunos derivados alimenticios del maíz de la cocina típica nacional. Nos acompañan en carretas de mano, o con destartalados carros que ofrecen sus servicios culinarios.
En carros de organizaciones populares, debidamente acondicionados para trasladar los altoparlantes al frente, y con energía provista por motores eléctricos móviles, los compañeros dirigentes van explicando el motivo político, o van aconsejando y difundiendo las medidas de seguridad de la marcha misma, al momento en que ésta despega. Con los altoparlantes se agita para el entusiasmo, la efervescencia, y el grito unánime, que toda la marcha unísonamente expresa con voces femeninas, varoniles y hasta adolescentes.
A veces es tan grande la marcha que si uno sube una cuesta se ve a lo lejos el agitar de las banderas, rojas, amarillas y las de la patria con sus colores combinados de blanco y azul y sus cinco estrellas tanto que parecen subir hasta el cielo ondeando la utopía, el sueño colectivo, la nueva patria que habrá de fundarse tarde o temprano. En las banderas van impresas las figuras de Francisco Morazán, Lempira, José Trinidad Cabañas, el Che Guevara. Y las organizaciones populares portan sus mantas que las identifican.
Acompañan en los últimos días, a la marcha, grupos de policías fuertemente armados, dizque para disuadir cualquier desorden o caos que provoque la muchedumbre, pero los policías son atendidos con agua, con confites y alguna que otra chuchería no por el ánimo de comprarlos si no de que compartan lo que toma y come la marcha. La mayoría de ellos rechaza la invitación.
A veces se ponen atrás de la marcha, acompañados por una tanqueta que expulsa un líquido rojizo que provoca diarrea si le cae en la piel a uno. En otras ocasiones cuando se pasa cerca del lugar donde se ubica la casa presidencial, los soldados son situados en las bocacalles que se dirigen hacia el edificio del asiento presidencial. En la medida en que desfila la marcha, se van gritando consignas, algunos marchistas les dicen sus groserías que son ahogadas por el estruendo de los lemas vociferados con fuerza ardiente.
Y las frases que forman parte del ánimo colectivo se van repitiendo, mediante el corifeo que grita el inicio y el coro que responde el resto: ¿Están cansados? No, entonces, adelante, adelante que la lucha es constante; y los golpistas, fuera; Si este no es el pueblo, el pueblo donde está, el pueblo está en las calles exigiendo libertad; cuál es la ruta, sacar ese hijueputa (Michletti).
Allí vamos todos hacia la conquista del futuro, de la esperanza y de la utopía, va la marcha exigiendo la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente y gritando no a las elecciones donde se vota por los mismos para lo mismo.
Así va el pueblo junto, unido como nunca, inaugurando el siglo XXI, peleando, gritando eufórico por que ha descubierto que sólo el pueblo salva al pueblo.
VERGÜENZA Y RIDÍCULO
NACIONAL EN LA CEIBA
Por Jorge Miralda
Hoy domingo 13 de Septiembre, amaneció militarizada La Ceiba por las fuerzas gorilezcas, quienes acudiendo al mandato de un mal llamado “candidato presidencial”, cobarde y golpista por excelencia, quien se presentó en dicho puerto en campaña abierta proselitista, pero como nadie lo quiere como presidenciable, se le ocurrió la magnífica idea de pedir ayuda a sus amos, para que lo cuidaran y así no lo fueran a llenar de huevos, que dicho sea al paso, se merece eso y mucho más, por faltarle aquellos que les sobran a las gallinas.
Con su actitud de hoy y la que ha seguido desde el golpe de Estado, que deja claro a todas luces, que lo que busca es su bienestar y ego personal nada más, y la paz de la colectividad del pueblo hondureño le importa un soberano comino. Interrumpió la serena tranquilidad que caracteriza a los ceibeños con su presencia indeseada, quienes ante la arremetida de los golpistas, se han declarado en rebeldía y nos les falta nada de razón, pues la Democracia se respeta sea donde sea, y los ceibeños también son bravos a la hora de responder.
Puentes y entradas principales hacia La Ceiba amanecieron militarizadas, parecían estar en guerra declarada los ceibeños. Cuando los miembros de la Resistencia Ceibeña, se encaminaron a darle una magnífica bienvenida a ese “señor presidenciable”, se encontraron con cientos de policías armados hasta los dientes cerrándoles el paso e incluso los esperaba una tanqueta de agua a presión con colorante, por eso, los combativos ceibeños, sólo pudieron llegar hasta el lugar donde venden comida rápida llamado “Los Pollitos”, pues de allí en adelante estaba militarizado el trayecto, hasta llegar al gimnasio “Simón Azcona”.
Los “inteligentes” golpistas seguidores del sujeto anterior citado, se les ocurrió traer de las afueras de la ciudad a campesinos y niños, prometiéndoles un refresco, un plato de comida y algún dinerillo, llegando hasta el colmo de armarlos con palos, y todo para que acompañaran la presentación del malinche sujeto.
Fue una VERGÜENZA NACIONAL, llegando hasta el ridículo sublime lo sucedido este día en La Ceiba, pues lejos de atemorizar a los manifestantes, los llenó de rabia indignante, al comprobar lo bajo que puede llegar un Judas, con tal de satisfacer sus intereses mezquinos.
Lo importante de este bochornoso acto, es que el pueblo ceibeño comprendió, que los golpistas apoyados por los militares, son una enfermedad social que deben eliminar, por eso los Invencibles ceibeños no perdieron en este día la oportunidad de darle su merecido al renegado “presidenciable”, ya que tendrán otra oportunidad mejor. Al contrario, salieron más fortalecidos en sus principios, pues entendieron que les tienen miedo porque no les tienen miedo, como dice la canción de Liliana Felipe.
Por eso prometieron continuar en la lucha diaria, hasta que los objetivos por democratizar este país se alcancen. Y mañana como siempre los Invencibles ceibeños, estarán en las calles protestando en Marchas Pacíficas. Y se darán cita el día de mañana lunes en la Fiscalía, para acompañar al compañero injustamente indiciado René Chávez, para demostrarle que no está solo, pues el pueblo ceibeño y la razón están de su parte.
Los Invencibles ceibeños, están más presentes que nunca en la batalla diaria y nada los va a detener.
ENTREVISTA con BERTA CÁCERES, líder del frente nacional de resistencia contra el golpe en honduras. “Estamos planteando un proyecto histórico”. Por M. G. Lavandero • La Habana.
Golpe de Estado en Honduras
Poder, ilusión y el último tabú de EEUU
John Pilger
Dissident Voice
Hace dos años, en la celebración de Socialismo 2.007, en Chicago, hablé acerca de un “gobierno invisible”, un término empleado por Edward Bernays, uno de los fundadores de la propaganda moderna. Fue Bernays el que, en la década de 1.920, inventó la expresión “relaciones públicas”, como un eufemismo para referirse a la propaganda. Desarrollando las ideas de su tío, Sigmund Freud, Bernays, contratado por la industria tabaquera, hizo campaña para que las mujeres americanas asumieran fumar como un acto de liberación feminista, llamó a los cigarros “antorchas de libertad.” [...]
Texto original em inglês.
Traducido para Agenda Roja.org por Mariola y Jesús García Pedrajas
Asistir a una de estas marchas es participar de una conciencia colectiva donde florece el sentido comunal, el sentido del todo, allí donde uno deja de ser el individuo para convertirse en una masa plena de conciencia política, donde la utopía es acción, donde el pacifismo es masa pletórica de consigna, de canto, de abrazo, de risa, de grito, de sudor, de caminata, de sombreros, gorras, pancartas, pintas paralelas a la marcha, de beligerancia, de lecturas de los periódicos populares que han florecido en el medio de la efervescencia.
En las marchas son pocos los que se conocen, es decir son más detectados los dirigentes nacionales, y talvez los intermedios. Pero aquellos líderes de barrio, de colonias, de aldeas, de caseríos, ellos son uno más en estas marchas, donde uno camina con sombrillas, paraguas, sombreros y pañuelos que van atados al cuello, toma y suena su pito, su cuerno o su pitoreta como le decíamos cuando éramos niños.
No sabe uno quien está a nuestro lado, otro más, pero sabe uno que quien está en la fila atrás o adelante, en la fila de enmedio o en la fila del otro lado (son tres filas debidamente ordenadas y conscientes de la protesta), todos ellos son hermanos, compañeros (compas), amigos de la marcha del día, allí se comparte el grito, la consigna, el canto, el comentario, la indignación, las noticias, la burla sobre el dictador, el chiste político del día, en fin.
Allí vamos marchistas pacíficos, al frente, en medio, al final, comprando y compartiendo agua, chucherías del trabajo informal que nos venden enchiladas, pastelitos de perro (empanadas), tamales de maíz, tortillas con chicharrón, naranjas peladas, bananos, confites, cigarros, gorras, sombreros, cintas, pañuelos, paletas, raspados (hielo raspado del bloque al que se le cubre con una miel casera de colores amarillos, rojos, o azules), elotes y algunos derivados alimenticios del maíz de la cocina típica nacional. Nos acompañan en carretas de mano, o con destartalados carros que ofrecen sus servicios culinarios.
En carros de organizaciones populares, debidamente acondicionados para trasladar los altoparlantes al frente, y con energía provista por motores eléctricos móviles, los compañeros dirigentes van explicando el motivo político, o van aconsejando y difundiendo las medidas de seguridad de la marcha misma, al momento en que ésta despega. Con los altoparlantes se agita para el entusiasmo, la efervescencia, y el grito unánime, que toda la marcha unísonamente expresa con voces femeninas, varoniles y hasta adolescentes.
A veces es tan grande la marcha que si uno sube una cuesta se ve a lo lejos el agitar de las banderas, rojas, amarillas y las de la patria con sus colores combinados de blanco y azul y sus cinco estrellas tanto que parecen subir hasta el cielo ondeando la utopía, el sueño colectivo, la nueva patria que habrá de fundarse tarde o temprano. En las banderas van impresas las figuras de Francisco Morazán, Lempira, José Trinidad Cabañas, el Che Guevara. Y las organizaciones populares portan sus mantas que las identifican.
Acompañan en los últimos días, a la marcha, grupos de policías fuertemente armados, dizque para disuadir cualquier desorden o caos que provoque la muchedumbre, pero los policías son atendidos con agua, con confites y alguna que otra chuchería no por el ánimo de comprarlos si no de que compartan lo que toma y come la marcha. La mayoría de ellos rechaza la invitación.
A veces se ponen atrás de la marcha, acompañados por una tanqueta que expulsa un líquido rojizo que provoca diarrea si le cae en la piel a uno. En otras ocasiones cuando se pasa cerca del lugar donde se ubica la casa presidencial, los soldados son situados en las bocacalles que se dirigen hacia el edificio del asiento presidencial. En la medida en que desfila la marcha, se van gritando consignas, algunos marchistas les dicen sus groserías que son ahogadas por el estruendo de los lemas vociferados con fuerza ardiente.
Y las frases que forman parte del ánimo colectivo se van repitiendo, mediante el corifeo que grita el inicio y el coro que responde el resto: ¿Están cansados? No, entonces, adelante, adelante que la lucha es constante; y los golpistas, fuera; Si este no es el pueblo, el pueblo donde está, el pueblo está en las calles exigiendo libertad; cuál es la ruta, sacar ese hijueputa (Michletti).
Allí vamos todos hacia la conquista del futuro, de la esperanza y de la utopía, va la marcha exigiendo la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente y gritando no a las elecciones donde se vota por los mismos para lo mismo.
Así va el pueblo junto, unido como nunca, inaugurando el siglo XXI, peleando, gritando eufórico por que ha descubierto que sólo el pueblo salva al pueblo.
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VERGÜENZA Y RIDÍCULO
NACIONAL EN LA CEIBA
Por Jorge Miralda
Hoy domingo 13 de Septiembre, amaneció militarizada La Ceiba por las fuerzas gorilezcas, quienes acudiendo al mandato de un mal llamado “candidato presidencial”, cobarde y golpista por excelencia, quien se presentó en dicho puerto en campaña abierta proselitista, pero como nadie lo quiere como presidenciable, se le ocurrió la magnífica idea de pedir ayuda a sus amos, para que lo cuidaran y así no lo fueran a llenar de huevos, que dicho sea al paso, se merece eso y mucho más, por faltarle aquellos que les sobran a las gallinas.
Con su actitud de hoy y la que ha seguido desde el golpe de Estado, que deja claro a todas luces, que lo que busca es su bienestar y ego personal nada más, y la paz de la colectividad del pueblo hondureño le importa un soberano comino. Interrumpió la serena tranquilidad que caracteriza a los ceibeños con su presencia indeseada, quienes ante la arremetida de los golpistas, se han declarado en rebeldía y nos les falta nada de razón, pues la Democracia se respeta sea donde sea, y los ceibeños también son bravos a la hora de responder.
Puentes y entradas principales hacia La Ceiba amanecieron militarizadas, parecían estar en guerra declarada los ceibeños. Cuando los miembros de la Resistencia Ceibeña, se encaminaron a darle una magnífica bienvenida a ese “señor presidenciable”, se encontraron con cientos de policías armados hasta los dientes cerrándoles el paso e incluso los esperaba una tanqueta de agua a presión con colorante, por eso, los combativos ceibeños, sólo pudieron llegar hasta el lugar donde venden comida rápida llamado “Los Pollitos”, pues de allí en adelante estaba militarizado el trayecto, hasta llegar al gimnasio “Simón Azcona”.
Los “inteligentes” golpistas seguidores del sujeto anterior citado, se les ocurrió traer de las afueras de la ciudad a campesinos y niños, prometiéndoles un refresco, un plato de comida y algún dinerillo, llegando hasta el colmo de armarlos con palos, y todo para que acompañaran la presentación del malinche sujeto.
Fue una VERGÜENZA NACIONAL, llegando hasta el ridículo sublime lo sucedido este día en La Ceiba, pues lejos de atemorizar a los manifestantes, los llenó de rabia indignante, al comprobar lo bajo que puede llegar un Judas, con tal de satisfacer sus intereses mezquinos.
Lo importante de este bochornoso acto, es que el pueblo ceibeño comprendió, que los golpistas apoyados por los militares, son una enfermedad social que deben eliminar, por eso los Invencibles ceibeños no perdieron en este día la oportunidad de darle su merecido al renegado “presidenciable”, ya que tendrán otra oportunidad mejor. Al contrario, salieron más fortalecidos en sus principios, pues entendieron que les tienen miedo porque no les tienen miedo, como dice la canción de Liliana Felipe.
Por eso prometieron continuar en la lucha diaria, hasta que los objetivos por democratizar este país se alcancen. Y mañana como siempre los Invencibles ceibeños, estarán en las calles protestando en Marchas Pacíficas. Y se darán cita el día de mañana lunes en la Fiscalía, para acompañar al compañero injustamente indiciado René Chávez, para demostrarle que no está solo, pues el pueblo ceibeño y la razón están de su parte.
Los Invencibles ceibeños, están más presentes que nunca en la batalla diaria y nada los va a detener.
Ceibeños en Resistencia
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ENTREVISTA con BERTA CÁCERES, líder del frente nacional de resistencia contra el golpe en honduras. “Estamos planteando un proyecto histórico”. Por M. G. Lavandero • La Habana.
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Golpe de Estado en Honduras
Poder, ilusión y el último tabú de EEUU
John Pilger
Dissident Voice
Hace dos años, en la celebración de Socialismo 2.007, en Chicago, hablé acerca de un “gobierno invisible”, un término empleado por Edward Bernays, uno de los fundadores de la propaganda moderna. Fue Bernays el que, en la década de 1.920, inventó la expresión “relaciones públicas”, como un eufemismo para referirse a la propaganda. Desarrollando las ideas de su tío, Sigmund Freud, Bernays, contratado por la industria tabaquera, hizo campaña para que las mujeres americanas asumieran fumar como un acto de liberación feminista, llamó a los cigarros “antorchas de libertad.” [...]
Texto original em inglês.
Traducido para Agenda Roja.org por Mariola y Jesús García Pedrajas
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