segunda-feira, 28 de setembro de 2009

ESCREVA AO
PRESIDENTE
DO BRASIL

Compañeros,
Compañeras:
He enviado un mensaje al Presidente, Luis Ignacio Lula Da Silva, de la República Federativa do Brasil, agradeciéndole por su voluntad decidida de acoger indefinidamente en calidad de huésped al Presidente Constitucional, Manuel Zelaya, a su familia y demás personas que allí se encuentran.

Le he pedido también una respuesta más enérgica y rotunda ante las violentas agresiones a su Embajada y que, además, asuma el liderazgo de esta causa en el campo internacional, intercediendo ante el gobierno de los Estados Unidos para que revierta el golpe de Estado en Honduras, que ellos mismos contribuyeron a gestar y que se sostiene porque lo continúan apoyando.

Les adjunto el link para escribir, si así lo deciden, al presidente Luis Ignacio Lula Da Silva:


Sólo den clic sobre la parte que dice:


Y sigan las indicaciones de las páginas que se van abriendo hasta llegar al formulario. La oficina del Presidente Lula confirma la recepción del mensaje y asegura que será recibido por el Presidente.

El trabajo es nuestro, pero no abandonemos la presión internacional. Díganle a Lula lo que necesiten decirle.

Tenemos conciencia del riesgo de nuestra propia vida en esta causa por la Patria, como ya ha sido entregada la de otros compatriotas, en algún momento, podrá ser la nuestra.

El pueblo hondureño se está convirtiendo en el cordero que la comunidad internacional ha decidido inmolar, en nombre de la defensa y preservación de la democracia mundial. Poco parece importar la agresión terrorífica permanente que sufrimos del régimen de facto sobre nuestra humanidad.

Los organismo internacionales como la OEA, la ONU y, en general, todos los demás que se han pronunciado exaltando nuestro ideal pacifista, no quieren concretar una acción precisa por lo que se muestran aparentemente lentos, o deliberadamente no dan un carácter prioritario al golpe de Estado en Honduras que amenaza peligrosamente la vida de todo un pueblo, desprotegido por sus instituciones fallidas y confabuladas contra su propio pueblo al que tiene el deber ético y jurídico de proteger.

Honduras es un estado en colapso, un caso inédito que merece la atención especial del mundo.

Sabemos que esos organismos son dominados por el poderío de los Estados Unidos [y sus aliados de la UE], su mayor aportantes de capital, donante de sus edilicios y ubicadas en su propio territorio.

En resumen, luchamos contra un conjunto de fuerzas poderosas. Para quienes el enemigo no es Zelaya, el enemigo es el ejercicio del poder popular que quiere proteger su vida y la de sus generaciones, su tierra y sus recursos. Lo que asusta y amenaza a los usurpadores históricos.
SIn embargo, necesitamos el apoyo internacional de los pueblos y de los gobiernos que pueden tener cierta autonomía.

Saludos. D. C.

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