segunda-feira, 14 de setembro de 2009

E S P E C I A L
Poetas em resistência
Víctor Manuel Ramos


Fotos: Encaminhadas por Luis Méndez. Intibucá, 12.9.2009.

Poemas e outros textos


Es la hora del combate


Es esta la hora del dolor y del recuerdo.

Los ojos de los caídos nos ven.

Los oídos de los asesinados nos oyen.

Las manos de los torturados de los mártires

Levantadas claman con la luz de su sangre.

Pero julio y agosto ha llamado al pueblo

Y el pueblo ha estado en las calles,

Con sus banderas en alto,

Con sus voces en alto,

Con sus puños en alto,

En las ciudades, los valles y las montañas

Y con pasos de banderas ha reunido

Los amaneceres, las amapolas ensangrentadas,

Y ha llamado a repique de campanas libertadoras.

Ha gritado en medio de los gases lacrimógenos

“nos tienen miedo porque no tenemos miedo”.

Las gloriosas Fuerzas Armadas se llenan de más gloria:

Han asesinado a Obed Murillo Mencía

A Pedro Magdiel Muñoz, a Roger Bados,

A Roger Abraham Vallejo Soriano

Esparciendo el metal de su sangre ardiente

Por las calles y la campiña. Así se han llenado

De más gloria las gloriosas, así los jerarcas militares

Agregan más chapitas a su lista interminable

de condecoraciones inmundas,

Así han vuelto a disfrutar del llanto por los caídos.

Las gloriosas cada vez más gloriosas, más heroicas

En contra de del pueblo desarmado,

Más valientes frente a las mujeres

Que levantan banderas,

Invencibles en la violación de mujeres.

He visto la barbarie con mis ojos,

Con mi corazón que también ve con ira.

He visto las botas llenando de congoja al pueblo

Y he oído el desgarrador grito de angustia

Y de cólera sostenido que recorre el espinazo de Honduras.

Pero no vamos a llorar,

No vamos a inundar la patria de lágrimas

Porque esta es la hora de la verdad, la hora del pueblo,

Y te llamo a ti, a todos, a todas

A que recordemos pero que elevando los puños y las voces

Levantemos a los muertos y marchemos

-ellos al frente- a tomarnos la patria

Que nos han raptado.

Es la hora del combate.

*

VIENEN ENARBOLANDO LAS BANDERAS


Donde cayeron los asesinados
bajaron las banderas a empaparse de sangre
para alzarse de nuevo frente a los asesinos.

Pablo Neruda


Los militares se apoderaron del aeropuerto,

Hasta allí llegó el pueblo con sus banderas de esperanza enarboladas.

Los militares, entonces, consumidos en la llama del odio,

Dispararon a diestra y siniestra y las banderas se empararon

En la sangre de Isis Obed Murillo Mencía,

En su corazón y su cerebro fusilado por órdenes superiores.

Los militares se apoderaron de las montañas

Y persiguieron a los valerosos que evadieron sus escudos

Tras los cuales se esconden cobardemente.

Ahí, en el humus de las colinas, se esparció

El tuétano de los huesos de Pedro Magdiel Muñoz

Y su sangre derramada fertilizó la resurrección del pueblo.

El cuerpo de este muchacho de la patria martirizado

Con incontables puñaladas y las manos que levantaron la esperanza

Con sus huesos fracturados, con las huellas de la criminalidad militar,

Siguen enarbolando una bandera que no permite el silencio.

Los militares se apoderaron de las casas

Y subrepticiamente entraron sin orden judicial,

Derribando las puertas a puntapiés y, frente a los ojos asombrados

De los niños, cegaron la vida de Róger Bados,

Quien no le debía nada a nadie, pero reclamaba la patria como suya.

Los militares se apoderaron de las calles.

En medio de las calles repitieron el crimen,

Apuntaron sus armas contra quienes reclamaron ser dueños de las calles,

Esparcieron la muerte que sale de sus fusiles contra

Róger Abraham Vallejo Soriano,

Quien solo sabía entregar el clavel de la sabiduría a los jóvenes.

Todo en cumplimiento supremo del mandato del supremo

Que se ha comprometido a poner orden en el país

Y que sabe que ese orden solo es posible

Tapando el firmamento para que no se vean las estrellas de la patria,

Atrapando el viento del pueblo en las plazas,

Domeñando la rebeldía con la muerte

Cortando de raíz los brotes que surgen de la sangre derramada,

Convirtiendo al pueblo en perseguido,

Triturando y quemando a los mártires desconocidos en lugares ignotos,

Para que los guarde el silencio.

Los militares se tomaron la patria dizque para salvarla del pueblo,

De la chusma dirigida por su presidente. La asaltaron durante el negro

De la noche para que no presenciáramos como pisoteaban nuestra bandera

Y enviaron a los verdugos para castigar a quienes reclaman su patria,

A repartir tolete y balas, para rendir a los nombres que están en la lucha.

Violaron a una frágil flor,

Con un tolete en su vagina, flor ensangrentada, corazón indomable,

Niña virgen ejemplar, porque tu virginidad solo la puede disfrutar un macho

Y no un cobarde amparado en el uniforme verde olivo.

Se tomaron la patria, los soldados del supremo,

Y los soldados ya no pueden cuidarle el sueño,

No pueden levantar sus escudos para impedir que los fantasmas de los asesinados

Le impidan dormir tranquilamente, porque donde abre un grifo

Le mana sangre y esa sangre le salpica el rostro de traidor.

Los martirizados dedos, los corazones traspasados por las balas,

Las vidas segadas tras los matorrales, insisto,

No les dejan dormir, Jefes supremos de la maldad.

Roberto Micheleti y Romeo Velásquez.

No les dejarán dormir porque estos compañeros

Ahora han vuelto, cantando el himno de la alegría,

Con las banderas al viento para reconquistar la vida,

La vida del pueblo entero que es dueño

Del aeropuerto, de las montañas, de las casas, de las calles, de la patria.

En medio de la patria actuaron con sus fusiles los criminales,

En medio de la patria que pretenden robarnos.

Pero, repito, con orgullo levantamos las manos de los mártires

Desde la tierra, y no les lloramos en vano, ni les enterramos

En el olvido, ni les dejamos en la soledad de sus tumbas.

Ellos vienen con el pueblo, Isis Obed Murillo Mencía,

Róger Bados, Pedro Magdiel Muñoz,

Róger Abraham Vallejo Soriano, porque a ellos

Ya no les hacen nada las balas, pero siguen combatiendo

Con sus rostros de sudor y valentía, porque son invencibles,

Siguen en medio de la plaza, en medio de la patria,

Esculpiendo con sus corazones fusilados,

El nuevo cuerpo de la patria del pueblo.

No pretendan esconder el crimen, criminales, no pretendan impunidad

La lluvia volverá a empapar las calles para limpiar la sangre,

Las voces volverán a inundar las plazas,

Los puños avanzarán levantados hacia la guarida de los tiranos

Para poner fin a los días del sufrimiento.

Las banderas de la resurrección no dejarán de flamear

En manos del pueblo liberado.

Isis Obed Murillo, Róger Bados,

Pedro Magdiel Muñoz y Róger Abraham Vallejo Soriano

Estarán con nosotros, en ese grandioso día

Del asalto a la esperanza, en ese día en que el pueblo

Con sus héroes, renacerán de nuevo, para siempre

Será posible, en ese amanecer, el castigo ejemplar,

En la plaza que ahora nos han quitado.

Tegucigalpa, 2 de agosto de 2009.

*


Los nombres de las moscas


Sus nombres ahora son:

Roberto Micheleti, Romeo Vásquez Velásquez,

Cardenal Rodríguez, Pastor Evelio,

Todos ellos, con la constitución en una mano

Y la Biblia en la otra,

Hablando en nombre de la nación,

Reafirmando que aman a Honduras y a los humildes

Mientras con los pies pisotean al pueblo

Y envían a los soldados a reprimirlo,

a desgarrar tu bandera, Patria amada,

a desgranar la rosa de la juventud,

a derramar la sangre de tus hijos

a cortar de tajo el hilo de la esperanza.

Con la constitución en una mano y la Biblia en la otra

Rezan letanías a los santos de su devoción:

San Ricardo Maduro, el panameño, patrón de los sin patria;

San Carlos Flores, el fustigador, patrón de los intrigantes;

San Rafael Pineda, nacido en otras tierras pero trasplantado

para que cumpliera sus profecías en estos terruños;

Santos Pepe y Elvin, aspirantes a presidentes a pesar de la constitución;

San Oswaldo López, protector de los guardias civiles (en el cielo, por supuesto)

Y tantos otros más, situados en los nichos de la sacrosanta catedral,

Con los pies de sus estatuas pisando la ley magna.

Antes eran las moscas Carías, dijo Neruda con su puño levantado,

y a esos bichos asquerosos se unieron los Lozano Díaz,

Los Oswaldo López Arellano y los Melgar Castro,

Que no podrán ser olvidados

Porque devoraron, como vampiros, la sangre del pueblo

Con sus viles golpes de Estado y sobornos

Y con los asesinatos que impulsaron, todavía impunes.

Y porque, cobardes, fueron incapaces de defender a Honduras de los invasores.

Luego vinieron los Álvarez Martínez y su compinche Ramos Soto,

Con otros bichos de menor cuantía,

Pero igualmente hienas rebosantes de odio;

Mancharon sus manos partiendo el pecho

De los combatientes que se levantaron

Contra el alquiler de la patria

Que la convertían en Base militar

Para destruir la esperanza de Sandino.

El Presidente Reina les arrebató la bandera

De ser los garantes de la soberanía y subordinó a los chacales

a la orden de los civiles que pretendieron representar al pueblo.

Pero no fueron domeñados totalmente.

Se agazaparon escondiendo su talante de felonía y traición,

Lamieron como gatos zalameros a los presidentes

Y ofrecían falsa fidelidad a cambio de canonjías.

Vino, entonces, un Presidente que dio la mano al pueblo

Y que le invitó a comer con las uñas en la mansión presidencial.

La canallesca empresarial y la elite verde olivo

Se asqueó de ver a los chucos sentarse en los sillones del Salón Morazán y dejarlos malolientes,

No concebían que los indios se limpiaran los mocos en los cortinajes

De los ventanales de la Casa de Gobierno.

Les dolió hasta el tuétano ver al Presidente cumplir la promesa de dotar de un burro

A un cacique tolupán.

Supieron, perfectamente, que Zelaya Rosales, estaba abriendo un nuevo camino

Que estaba enseñando al pueblo que todavía es posible la esperanza

que Morazán no había muerto y que su espíritu rondaba sediento de justicia,

Que enarbolaba la bandera de las franjas y las estrellas

Con las manos de los pobres y de los desamparados por la democracia,

Un presidente que pedía todo para su pueblo.

Se aterrorizaron. Las moscas de ayer se revolvieron en sus tumbas.

Las moscas Vásquez,

las moscas Micheleti o Gorileti (nombre de difícil ortografía),

las moscas con tiara

Y las moscas pastorales sintieron el llamado de sus antepasados;

Sufrieron de pronto la metamorfosis inversa

Y se tornaron en gusanos de carroña

Para cortar, de tajo, el porvenir de la Patria.

Fueron, cobardes,

Con armaduras descomunales,

Al amparo de la noche y de oscuros nubarrones,

A capturar, con gran despliegue de fuerza,

Al presidente desarmado, al presidente en pijama

Y lo enviaron al extranjero. Y luego pensaron:

Ahora podremos dormir tranquilos.

Y ahí estuvo su error:

Un escalofrío recorrió la columna vertebral montañosa de Honduras

Que estremeció todo el territorio, que enardeció todos los corazones

Y se elevó cada voz como una centella de desprecio.

Y quienes cumplían órdenes

han comenzado a escuchar las campanas de las gargantas enardecidas del pueblo

Y han visto como a la orden de “todos a una”

Van abriendo los cerrojos del estado de sitio con que pretenden encarcelar al pueblo

Y hombres, mujeres y niños, salen a las calles,

Evaden a los fusiles en las montañas guiados por los quetzales,

Enfrentan a los tanques con claveles rojos,

Y se esconden del ronrón perseguidor en el abrigo que prestan los heroicos pinos enhiestos.

La voz del pueblo se ha convertido, de repente,

En el canto de turbulentos volcanes

que suena al unísono por todos los rincones de la geografía:

Golpistas: ¡Fuera¡

Y no es mucho pedir

Porque el pueblo sabe

Que para seguir existiendo y hacer suya la patria

Solo el pueblo salva al pueblo

Y después de la batalla en que nos levantaremos triunfantes,

Las estrellas de la bandera serán los corazones de los caídos en combate,

Con la herencia de nuestros héroes como estandarte de futuro,

El mundo libre nos espera con los brazos abiertos.

Entonces, volveremos a cantar.

*

Esfeta

NO SEÑOR, ESO NO SE INVESTIGA


Hace dos años, fui despedido como Director del Fondo Editorial de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán. Llevaba ocho años al frente de esa institución y había realizado una labor que fue elogiada por muchos intelectuales del país y del extranjero, sobre todo del extranjero. Ahí está la producción que lo demeustra.

Había llegado a ese puesto por petición del Rector Ramón Salgado, quien, en sus dos períodos al frente de la institución, hizo avances importantísimos en el área académica, en el área administrativa y en el área física. Uno de sus logros fue la creación del Fondo Editorial UPNFM que, inicialmente estuvo a cargo del poeta Rigoberto Paredes. Como a este amigo le ofrecieran un cargo diplomático en México, el Rector Salgado me llamó para que me hiciera cargo de las ediciones de la Universidad.

Debo decir que asumí y desempeñé con gran entusiasmo mis funciones empezando porque fundé una Revista, la Revista de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, de la cual logré publicar 25 números de gran nivel, a pesar de los constantes obstáculos que me presentaba la administración de la Universidad que, en una ocasión, incluso me advirtió de que yo debía pagar los costos de laedición. Casi simultáneamente, con la cooperación de un extraordinario editor barcelonés, Manolo Pomares, quien dirigía la editorial educativa Ediciones Pomares, fundé la Revista Pedagógica que generó, sorpréndanse Uds., en el seno de la UPNFM, una oposición tenaz de tal manera que solo pude editar tres números. Imagínense Uds. una Universidad Pedagógica opuesta a una Revista Pedagógica. Manolo suscribió un convenio con el Fondo Editorial mediante el cual, por una suma realmente ridícula, nos cedía los derechos para publicar en la Revista Pedagógica, los artículos traducidos de la International Curriculum Review de Londres.

Además, di a los folletones que se utilizan como texto en las aulas de la Universidad una nueva presentación más decente, más atractiva y mas legible a los ojos de los estudiante y creé nuevas colecciones, dentro de las cuales se publicó una larga lista de títulos: Colección aula, destinada a libros de texto; Colección poesía, para libros de poesía de nacionales y extranjeros; Colección arte, para libros destinados al arte; Colección Morazánica, para textos relacionados con la Cátedra Morazánica; Colección pensamiento, para libros de teoría y discusión.

En el curso de mi desempeño, con el objeto de fastidiarme se me pusieron dos administradores. Una malcriada y altanera, confesó después, frente al Jefe de Personal , de la abogada de la institución y del Vicerrector Administrativo, que todo lo hacía en cumplimiento de las instrucciones que había recibido; el otro, enviado a vigilar los recursos del Fondo Editorial, se alzó con una suma significativa. Por ese robo hecho por alguien que realmente no era mi subalterno porque recibía y cumplía órdenes de otros niveles, se me acusó en el Tribunal Superior de Cuentas. Ahí, a pesar de haber explicado mi posición y de haberles hecho llegar una copia de la carta que dirigía a la Rectora, se me sancionó con una multa.

Enterado por un amigo, me presenté al Tribunal Superior de Cuentas para averiguar que debía hacer para pagar el injusto castigo. Un funcionario me atendió con mucha diligencia. Yo le pregunté que iba a ser del personaje que se había robado los dineros del Fondo Editorial y, muy cortés, buscó en los archivos y me informó que había un requerimiento para que la Procuraduría general de la República actuara en contra de él. Quedé de regresar al día siguiente para pagar el monto y en esa ocasión pregunté al mismo funcionario si el Tribunal Superior de Cuentas iba a investigar acerca de si era cierto, como afirmaba el Presidente Zelaya, que el General Romeo Vázquez Velázquez, había recibido los 90 millones de lempiras para distribuir el material de la cuarta urna y que no daba cuenta de ellos. La respuesta que recibí fue muy lacónica pero ilustrativa: No señor, eso no se investiga. Por otro lado, en los dos años que van desde el cierre del Fondo Editorial de la UPNFM solamente se ha publicado un libro, que no ha sido precisamente iniciativa de la editorial sino de Oscar Acosta que tenía su colección de desde los tiempos del Fondo Editorial. Tampoco se, hasta ahora, si el Tribunal Superior de Cuentas investigó la rezón del cierre del fondo Editorial, como lo pedí en mi carta.

*

Doctor Victor Ramos, leyendo su artículo "No señor, eso no se investiga" encuentro cosas importantes. Por ejemplo la parcialidad de la justicia, nada raro en nuestro país y se nota muy bien en las denuncias del CODEH desde antes del 28 de junio contra los golpistas.

Además, puede servir para desenmascarar a muchas de las autoridades de la UPN y de la Fundación que ahí existe. Se ha montado toda una ficción alrededor de la UPN en especial respecto a la pretendida calidad educativa que desde esa institución se promueve. Los que hantenido experiencias en las aúlas de la UPN saben a qué me refiero, sea por la capacidad de algunos docentes o por el rendimiento de sus estudiantes. Algunos tratan de pasar clases como sea. Que conste, hay muy buenos y doy fe de ello.

Pero hay bastante charlatanería. Muchos se confieren competencias que no poseen y pretenden sentar cátedra en asuntos que ignoran. Usted debe saber lo que ocurre en los diplomados que se imparten y que son coordinados por la Fundación, muchas luces y muy poco fundamento.

Considere también el interés que se confiere a la pedagogía entendida como algo que otorga capacidad ilimitada y que hace posible que sus especialistas se crean capaces de hablar de todo; sólo que con poco manejo de lo esencial, todo se queda en la superficie hasta llegar a convertir muchas asignaturas en lugares en donde todo se repite, se recita y se canta al igual que en cualquier "karioki", gracias al data show. De eso se trata: de impresionar con medios audiovisuales aunque no se diga nada importante. Le trasmito un rumor, nada más que un rumor por comprobar: se dice que la llegada de la policía a ese campus fue a petición de dos personajes, uno de ellos frecuente participante en canal 10, y el otro emparentado con un famoso "analista" justificador del golpe de estado. Así que imáginese a quienes se ha enfrentado. Antes fueron radicales izquierdistas, flacos, ahora uno sigue físicamente flaco pero los dos engorgando sus billeteras y manejando esa institución como casa propia. Gustavo Zelaya.
*


Estafeta

Elecciones si, para la Constituyente



Tal como lo dije en uno de mis artículos anteriores, la primera elección de la que tengo recuerdo fue la efectuada por D. Julio Lozano Díaz, con el objeto de perpetuarse, en contra de la voluntad del pueblo, en el poder. En esa ocasión pude presenciar, siendo un niño, cuando los militares dispararon con sus ametralladoras en contra del pueblo que se disponía a ejercer, de acuerdo con su conciencia, el sufragio. El resultado fue un fraude total en el que Lozano Díaz metió capote.

Luego vinieron las elecciones en que Ramón Villena Morales se alzó con la victoria. Al final de su período presidencial, las elecciones no pudieron realizarse porque los militares dieron un golpe de Estado sanguinario y enviaron al exilio al Presidente Villeda Morales y al Presidente del Congreso y candidato presidencial Modesto Rodas Alvarado. Los militares, con esos crímenes, pretendieron salvarnos del comunismo pero nos metieron a una dictadura militar que se prolongó por varias décadas.

Las siguientes elecciones las patrocinó Oswaldo López Arellano, para hacerse elegir Presidente Constitucional, siendo él, el Jefe de Estado. Esta consulta fue otro fraude que permitió a López Arellano y a la camarilla del Partido Nacional que le respaldaba seguir gobernando en contra de los hondureños. De estos fraudes surgió el concepto de elecciones estilo Honduras y que fueron el paradigma de las elecciones en la Universidad Nacional durante el fatídico gobierno presidido por Oswaldo Ramos Soto como Rector.

Al terminar su período, López Arellano promueve otras elecciones en las que sale victorioso el Dr. Ramón Ernesto Cruz, un anciano sin el temple suficiente para gobernar, a quien el mismo López Arellano le da un nuevo golpe de Estado, apoyado en las fuerzas populares con el compromiso de impulsar un proceso reformista y que se viene abajo por haber aceptado, junto con Abraham Benathon Ramos, un héroe del golpe de hoy, un soborno de parte de la United Fruit Co.

A López Arellano le sustituye Melgar Castro mediante otro golpe militar. Intenta legitimarse en el poder pero el General Policarpo Paz García le impide realizar otras elecciones amañadas y le expulsa de la Jefatura de Estado. Paz García pacta con los civiles y convoca a una elección para elegir a una Asamblea Nacional Constituyente.

De ese proceso surge Roberto Suazo Córdoba como Presidente constitucional, pero la supremacía militar le impide gobernar a tal grado que se ve obligado a tolerar los asesinatos, desaparecimientos y torturas a que fueron sometidos muchos hondureños por los militares al mando de Gustavo Álvarez Martínez.

A partir de entonces las elecciones se ha venido repitiendo cada cuatro años para alternarse en el ejercicio del poder los dos partidos tradicionales: liberales y nacionalistas, timbucos y calandracas. Sin embargo los gobiernos resultantes de esas elecciones no cambiaron en nada la sustancia de sus ejecutorias destinadas fundamentalmente a asegurar a sus altas dirigencias poder meter, impunemente, las manos en las arcas nacionales.

Los políticos se llenaron la boca ensalzando su democracia, democracia que no permitía la participación popular y que no se preocupa, en lo absoluto, por el bienestar de la gran mayoría de los hondureños. Toda esta farsa de democracia hasta que aparece el Presidente Manuel Zelaya ofreciendo un nuevo país a las mayorías marginadas del poder y del bienestar, promoviendo, entre la ciudadanía una consulta para decidir si se ponía o no una cuarta urna en las elecciones de noviembre de 2009.

La oligarquía nacional se puso asustada y fue a los cuarteles a endulzarles el oído a los militares. Estos, ni cortos ni perezosos, tendieron la mano, primero para aceptar los 90 millones que les entregó el Presidente Zelaya, luego para recibir las otras canonjías por parte de la empresa privada. De esta manera abortaron la consulta popular, perpetraron el golpe de Estado y, poseedores nuevamente como dueños de todos los mecanismos para repetir las elecciones estilo Honduras, se preparan para la nueva mascarada en noviembre de este año.

Para desgracia de esta cúpula que se ha apoderado del país, el tiempo se les ha terminado. El pueblo despertó y ya no permitirá más engaños. Las elecciones, tal como están planteadas ahora mismo, no son más que un nuevo engaño contra el pueblo a quien pretenden hacerle creer que es libre de elegir a sus gobernantes. Por eso la determinación del pueblo es de no más elecciones amañadas, no más elecciones sin que con ellas se satisfagan las esperanzas del pueblo, no más elecciones para perpetuar en el poder a la oligarquía responsable de la miseria en que se debate Honduras.

Las aspiraciones del pueblo hondureña ahora son otras. No está en su agenda seguir votando por los mismos. El pueblo ha decidido ya: su gran aspiración ahora se traduce en una Asamblea Nacional Constituyente para re fundar a Honduras y rescatarla para las grandes mayorías que son sus legítimos dueños. Y para los políticos tradicionales que no se sumen al cambio, huevazos y tomatazos.

*


Biografia
Víctor Manuel Ramos

Nació en Camasca, Departamento de Intibucá, República de Honduras, el 29 de setiembre de 1946.

Desde que cursaba estudios secundarios enviaba colaboraciones a los periódicos en Tegucigalpa en donde reproducían sus trabajos, casi todos relacionadas con asuntos literarios, principalmente en la página cultural de diario El Día que estaba a cargo del poeta Oscar Acosta.

En Tegucigalpa, los estudios médicos le alejan un poco de la literatura pero cuando egresa retoma de nuevo las lecturas e inicia el trabajo de escribir narrativa para niños. Sin embargo gana el Premio 125 años de la Autonomía de la UNAH por un ensayo sobre ese tema. En la época de estudiante también ganó el Premio Internacional Radio Habana Cuba que consistía en una viaje de un mes por la Isla. En esa ocasión se entrevistó con el Comandante Fidel Castro.

Mientras realizaba guardias nocturnas en una Clínica de un barrio marginal, en el tiempo que tenía libre comenzó a escribir pequeños textos relacionados con los peces de acuario, lo que le llevó a informarse exhaustivamente sobre todo lo relacionado con los peces. De este trabajo surge el libro Acuario que contiene breves relatos que algunos críticos han considerado como poemas en prosa.

Se dio la circunstancia de que en esos días se convocó el Premio Bienal Zorzal de Oro de Literatura infantil y juvenil, patrocinado por el Centro Cultural Sampedrano, en la ciudad de San Pedro Sula. Ramos presentó su obra acompañada de dibujos de su propia autoría, pues la convocatoria exigía que los textos fueran ilustrados. El premio fue para Acuario y para Ramos en su doble condición de escritor y de ilustrador. El Centro Cultural Sampedrano le otorgó medalla de oro e hizo la primera edición del libro. Más tarde se hizo una nueva edición, con papel satín y tapa dura y preciosos dibujos realizados por el ilustrador cubano Eloy Barrios Alayón. Algunos de estos cuentos fueron antologados por la editorial Nuevo Ser de Buenos Aires por haber ganado el concurso convocado por la editorial, Ramos siguió escribiendo cuentos breves destinados a niños los que fueron publicados en las páginas literarias de los diarios Tiempo de San Pedro Sula y El Heraldo de Tegucigalpa. Estos relatos breves fueron posteriormente reunidos en un libro titulado Monsieur Hérisson y otros cuentos, con ilustraciones del cubano Eloy Barrios Alayón.

Uno de los cuentos de Monsieur Hérisson era Ratoncito gris y como el autor vio que en esa narración había potencial para un trabajo más extenso, se sentó a producir cinco historias más de Ratoncito gris, de tal suerte que se pudo hacer un nuevo libro sobre este personaje con seis capítulos, también con ilustraciones de Eloy Barrios Alayón. Este libro fue clasificado como finalista en el concurso 'A la orilla del viento' convocado por el Fondo de Cultura Económica de México. Ramos tiene escritos dos libros más con el Ratón gris como personaje.

Las experiencias vividas con sus hijos, sobre todo con el menor, Mario Fernando, le sugirieron un nuevo libro: Aventuras de un globo terráqueo, que cuenta las aventuras de un globo terráqueo que es rescatado de un desván por Mario Fernando. Los dos personajes conducen, con la lectura, a los niños por un mundo de maravillosas aventuras. Este texto fue presentado al Concurso Centroamericano de Literatura Infantil y Juvenil '15 de Setiembre' patrocinado por el Ministerio de Cultura de Guatemala y ahí obtuvo el Primer premio. Este libro también se ha editado con imágenes desarrolladas por Eloy Barrios Alayón.

Las últimas producciones de Ramos son dos capítulos más para Ratoncito Gris. En uno de ellos Mario Fernando y el ratón van en busca del arco iris. En el otro realizan una hazaña al salvar al bosque de la depredación. Otros textos narrativos para niños basados en las cosmogonías precolombinas del origen de los colores se han recogido en el libro titulado Lluvia de peces y que se encuentra actualmente en impresión.

Igualmente está a punto de salir de la imprenta su cuento para niños y jóvenes Viaje a Xibalbá, con el sello dela Universidad de San Carlos de Guatemala, en donde se recrean las historias de los dos héroes del Popol Vuh, Huanapú e Ixbalanqué con el propósito de acercar a los niños a ese hermoso libro que contiene la antiguas tradiciones de los maya quichés. En la Revista de la Universidad de la UPN se publicó su trabajo Cartas a mi hijo, que es un excelente relato con la biografía de Mozart escrita para niños. También está para ser publicado Viaje al arco iris que es una serie de cuentos para niños inspirados en las cosmogonías precolombinas sobre el origen de las cosas.

Otro filón cultivado por Ramos es el de la poesía para niños y de su pluma ha surgido el interesante libro Nanas y canciones que contiene nuevas canciones de cuna y varios poemas destinados a niños fundamentalmente. Parte de este libro fue reproducido en la Revista de la Universidad, publicación de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán de Tegucigalpa y está apunto de salir de las prensas en su primera edición, editado por la Universidad Nacional a Distancia de Costa Rica [UNED].

Ramos también se ha destacado como antólogo. De su tesonero esfuerzo salieron los libros Diez poetas médicos que fue editado con un tiraje de ocho mil ejemplares por el Colegio Médico de Honduras e incluye algunos de sus poemas, Poesía para Morazán, en el cual se recogen la mayoría de los poemas escritos en homenaje al héroe centroamericano. Este libro fue editado por la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán con motivo del Bicentenario del nacimiento del patricio. Recientemente ha circulado la antología de minicuentos La minificción en Honduras que se publica como parte de un proyecto de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia, para hacer una colección de minicuentos por cada país latinoamericano.

Otra faceta del trabajo de Ramos es la investigación histórica. El mas reciente libro, Antonio Ramón Vallejo, Vida y obra, editado por el Ministerio de Cultura de Honduras, contiene una semblanza de uno de los más ilustrados y trascendentales personajes de la vida cultura hondureña.

En el área de la crítica de arte publicó en la Revista de la Universidad, de la UPNFM, un ensayo extenso sobre la obra del pintor Rolando López Tróchez y una interesante historia de La música en Honduras.

Junto con Óscar Acosta, publicó el libro Retratos de escritores hondureños con retratos de 50 escritores hondureños realizados por Mario Castillo. Las notas biobibliográficas fueron escritas por Acosta y Ramos.

Es autor de un libro de poesía amorosa titulado Paseo por la leona. Estos textos fueron ilustrados por el pintor hondureño Rolando López Tróchez. Estos textos escritos en un lenguaje cotidiano son ricos en imágenes y metáforas de muy fácil comprensión y de muy excelñente factura.

En el área médica hizo una especialidad en Anestesiología, Reanimación y Dolor, en La Habana, Cuba, obteniendo el grado con meritorias calificaciones. Se ha desempeñado como profesor de Neuroanatomía en la Facultad de Medicina, en donde se ejercido como Vice Decano, Director de la Carrera de Medicina, Jefe del Departamento de Ciencias Morfológicas y Jefe de la Cátedra de Neuroanatomía. Sus trabajos periodísticos de denuncia de la situación calamitosa a que habían llevado los políticos a la Universidad Nacional de Hondura, hicieron posible que se intentaran cambios para la transformación de esa casa de estudios.

En el área médica, Ramos también ha escrito libros de texto para los estudiantes de la Facultad: El sistema nervioso humano, Histología, Manal de Laboratorio, Prontuario de Anatomía, Manual para El examen Clínico, Guía para el Examen Clínico.

Colabora con Diario Tiempo y La Tribuna, publicaciones hondureñas, en donde tiene una columna llamada Estafeta y en la que trata temas diversos; políticos, culturales, de arte, literatura y música, sobre todo. Merecen destacarse sus trabajos sobre el tema universitario que serán reunidos en un libro. Algunos de sus artículos se han reproducido en Revistas de México y de la antigua Unión Soviética. Sus primeras colaboraciones las publicó en El Heraldo, semanario de la Sociedad Unionista 'La Juventud' de San Pedro Sula.

Gremialmente es Miembro de número de la Academia Hondureña de la Lengua, en donde funge como prosecretario y Académico de la Academia Hondureña de Geografía e Historia y del Instituto Morazánico.

También ejerce como editor. En la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán fue Director del Fondo Editorial y ahí dirigió dos revistas: la Revista de la Universidad y la Revista Pedagógica. Actualmente es el editor del Instituto Hondureño de Antropología e Historia.

La obra de Víctor Manuel Ramos es importante porque, junto con la de Rubén Berríos, fallecido en este año de 2007, es pionera en relación con la literatura para niños y jóvenes en Honduras. Sus libros llevan ya varias reediciones.
Actualmente radica en Tegucigalpa.

*

Mensagem

Compañeros, compañaras, adjunto algunas fotografías de la marcha domingo en Intibucá donde y bajo las consignas "SI MORAZáN VIVIERA, AQUí ESTUVERA, SI LEMPIRA VIVIERA, AQUI ESTUVIERA...

En una multitudinaria marcha con presencia de mujeres y, hombres de todos los municipios del departamento que se manifietan y se exigen justicia con proclamas para UNA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE POPULAR.

Mis saludos,

Luis Méndez.

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