sábado, 17 de outubro de 2009

I M P A S S E

Resistencia se manifiesta en Tegucigalpa por el retorno del mandatario constitucional y en contra el gobierno de facto de Roberto Micheletti. Foto Ap.


Por Diana Canales
(Afp, Dpa y Reuters)

* "Rota" la negociación con el régimen de facto, afirma la canciller zelayista Patricia Rodas Micheletti boicotea el diálogo en Honduras, acusa Manuel Zelaya

* El dictador quiere "sostenerse arbitrariamente en el poder", asegura el presidente constitucional

* Las pláticas continuaban anoche en Tegucigalpa en busca de una salida de última hora a la crisis

Tegucigalpa, 16 de octubre. El presidente constitucional hondureño, Manuel Zelaya, acusó esta noche al gobernante de facto Roberto Micheletti de boicotear el diálogo que busca una salida a la crisis política para "sostenerse arbitrariamente en el poder", y rechazó su propuesta de que sea la Corte Suprema la que decida su restitución en lugar del Congreso.

Tras señalar que es "absolutamente inaceptable" la propuesta del régimen de facto, Zelaya dio un nuevo plazo hasta el lunes para que Micheletti reconsidere su posición, luego de que seguían empantanadas las negociaciones, a pesar de que ya vencieron todos los plazos para cerrar el diálogo que él mismo había establecido.

En declaraciones a Radio Globo, que ahora sólo transmite en Internet después de ser silenciada por el régimen golpista, Zelaya pidió "que se tomen las medidas ante la burla y la bofetada que el señor Micheletti ha inferido hoy al pueblo hondureño y a la comunidad internacional boicoteando el diálogo y usándolo como método de dilación para sostenerse arbitrariamente en el poder".

“Resolvemos convocar de manera inmediata a los cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) y a todo el sistema interamericano con el fin de aumentar las medidas comerciales y económicas que condenan al régimen de facto”, expresó Zelaya. Además, llamó a sus seguidores a continuar con las movilizaciones.

Ministros del régimen de Micheletti y de Zelaya afirmaron este viernes que el diálogo continúa en busca de una salida de última hora a la crisis política, pese a la fuerte tensión y los rumores de una ruptura de las negociaciones, ante la intransigencia de los golpistas que seguían resistiéndose a los reclamos internacionales para reinstalar al mandatario.

"La negociación no se ha roto, están en consultas, y todavía no se ha aceptado ningún arbitraje" para que decida sobre la restitución de Zelaya, afirmó su ministro de Turismo, Ricardo Martínez, en el hotel sede del diálogo.

La vicecanciller del gobierno de facto, Martha Lorena Alvarado, afirmó también que el punto del retorno de Zelaya al poder "se está negociando en este momento".

"Estamos sentados en la mesa de diálogo el tiempo que sea necesario. Se busca que sean hondureños los que opinen sobre el tema, no un arbitraje internacional", afirmó Alvarado, al referirse a si debe ser el Congreso el que decida sobre el conflicto, como propone la delegación zelayista, o la Corte Suprema de Justicia, como quiere la representación de Micheletti.

"Es una propuesta absurda. Nosotros propusimos que fuera el Congreso, que previa opinión de las instancias pertinentes, incluyendo la Corte Suprema de Justicia, emita la decisión", dijo el negociador zelayista Víctor Meza. Insistió en declararse optimista de que "hoy sí lleguemos a un arreglo por el bien de Honduras".

La canciller de Zelaya, Patricia Rodas, declaró en Bolivia que el diálogo se había roto. "Esta tarde, el proceso de diálogo iniciado por la OEA ha sido definitivamente roto y la intransigencia de la dictadura lo hizo fracasar", afirmó ante la cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), reunida en la ciudad de Cochabamba.

Pero el ministro de la presidencia del régimen de facto, Rafael Pineda, rechazó la afirmación de Rodas al apuntar que el diálogo seguirá "el tiempo que sea necesario. El gobierno ofrece todas las disposiciones y garantías para que la mesa de diálogo se prolongue".

En la sede de las negociaciones –supervisadas por una misión de la OEA– se percibía un clima de crispación, ya que se cumplieron tres plazos dados por Zelaya, refugiado en la embajada de Brasil, para llegar a un acuerdo, el último a las 15 hora local.

El retorno de Zelaya a la presidencia es el único punto que falta por firmarse, del llamado Acuerdo de San José que propuso el presidente costarricense Óscar Arias para solucionar la crisis.

Mientras, la organización Human Rights Watch (HRW) denunció en Washington que las autoridades hondureñas de facto han estado obstruyendo la investigación sobre abusos contra los derechos humanos que una unidad de la fiscalía lleva a cabo desde el golpe de Estado de junio pasado.

El trabajo de la unidad de fiscales de derechos humanos, que también ha instado al régimen golpista a revocar el decreto que restringe las libertades civiles, es entorpecida por sus propios superiores y por los cuerpos de seguridad, señaló HRW en un comunicado.

En tanto, se informó que una misión del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas viajará a Honduras el próximo domingo para elaborar un informe sobre las violaciones contra los derechos humanos ocurridos en el país centroamericano tras el golpe de Estado, donde permanecerá hasta el 7 de noviembre para recopilar la información requerida.

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Se prolonga incertidumbre
sobre solución a crisis hondureña

Por Raimundo López, enviado especial (PL)

Tegucigalpa, 17 oct (PL) La solución negociada a la crisis desatada por el golpe militar en Honduras dio un nuevo tropiezo al promover los representantes del gobierno de facto otro plazo para encontrar una salida.

La prolongación de las negociaciones fue confirmada anoche por los representantes del régimen, quienes adujeron necesitar más tiempo para analizar una contrapropuesta de los delegados del presidente Manuel Zelaya.

La primera postergación ocurrió anteanoche, cuando los miembros del equipo del presidente de facto, Roberto Micheletti, pidieron aplazar su respuesta hasta ayer sobre un texto consensuado con anterioridad.

El nudo del conflicto es la restitución de Zelaya, derrocado el 28 de junio pasado por las fuerzas armadas, en los términos propuestos por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, en el llamado Acuerdo de San José.

En esencia, los representantes de Micheletti plantean que el asunto sea dirimido por la Corte Suprema de Justicia, considerado uno de los núcleos duros favorables al golpe de estado.

Uno de los representantes de Zelaya en las pláticas, Víctor Meza, calificó de absurda e inaceptable esa salida, porque la restitución de Zelaya es un asunto de tipo político y no de carácter jurídico.

Meza, ministro de Gobernación y Justicia de Zelaya, recordó que la Corte ya se pronunció sobre el tema, por lo cual es innecesaria una nueva consulta.

En correspondencia con ello, anunció una contrapropuesta para que el Congreso, tras previa opinión de las partes pertinentes, "emita la decisión correspondiente" a este punto, el número seis, del Acuerdo de San José.

En síntesis, en este se le solicita al congreso nacional restituir todos los poderes del estado a la situación previa al 28 de junio pasado, fecha del derrocamiento de Zelaya por las fuerzas armadas.

Lo anterior implica -se precisa en el texto- el retorno de José Manuel Zelaya Rosales a la Presidencia de la República hasta la conclusión del actual período gubernamental el 27 de enero de 2010.

Tras un nuevo proceso de consultas, la delegación de Micheletti anunció haber recibido la contrapropuesta y anunció un nuevo plazo hasta el lunes para su consideración.

Los voceros de las partes aseguraron que las conversaciones proseguirán mientras se desarrollan las consultas y hasta volver a sentarse a más tardar el lunes para discutir la solución del conflicto.

Fonte: Prensa Latina/lac/rl.

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