Palavras de Morazán
“Hombres que habéis abusado de los derechos del pueblo por un sórdido y mezquino interés.
Con vosotros hablo, enemigos de la independencia y la libertad.
Ese pueblo que habéis humillado, insultado, envilecido y traicionado tantas veces, ese mismo pueblo será vuestro juez.”
Con vosotros hablo, enemigos de la independencia y la libertad.
Ese pueblo que habéis humillado, insultado, envilecido y traicionado tantas veces, ese mismo pueblo será vuestro juez.”
Francisco Morazán, Honduras
*
LAS GLORIOSAS
Oh gloriosas Fuerzas Armadas,
Las más temibles,
Las más amadas.
Oh glorioso ejército de Honduras
Que tantas victorias tienes,
Contra indefensas creaturas.
Oh gloriosas Fuerzas Armadas
Que derrocando presidentes
Y reprimiendo a la más humilde gente
Son -del mundo- las más afamadas
Siempre han ganado la guerra,
Cuando se trata de derrocar
A un Presidente popular.
Cuando se trata de echar por tierra
Los sueños de un pueblo entero
Siempre madrugan primero
Para los sueños truncar.
Muy buenos con la bayoneta,
Magníficos con el fusil;
En junio como en abril
Y al son de la trompeta,
Hacen rodar las tanquetas
Sobre cualquier manifestante;
Y con sus eme dieciséis
Matan en un instante
Cuantas cabezas encuentren;
Por eso es que son valientes.
Aquellos que los adoran tanto,
Sin que les asome espanto,
Les derraman bendiciones
De sus dorados corazones;
Y con la vista elevada al cielo,
Mientras de rojo se tiñe el suelo,
Los pastores y los cardenales,
Al pueblo le predicen males;
Y lo llaman haragán
Y turba mal educada.
El mundo no ha conocido
Ejército más victorioso
Cuando de reprimir se trata
A un pueblo desprotegido
Desde mil novecientos cincuenta y seis
En dos cosas han triunfado:
Traicionar al pueblo de Honduras
Y en dar golpes de Estado.
*
¿CUÁNTAS HONDURAS SON?
Que nadie se engañe ya,
La Honduras que estaba dormida
Se ha despertado y va,
Con furiosa estampida,
A romper las cadenas
Que le amargan la vida;
Y a terminar con las penas
En que la mantienen sumida.
La Honduras del pueblo entero,
La Honduras del labrador
Es la Honduras que yo quiero,
Porque será la mejor.
Por eso si me pregunta usté:
Que cuál Honduras prefiero,
Le respondo ligero;
Que la Honduras de a pie.
La Honduras del ciudadano
Que no se cura en Florida,
La que saluda con la mano
A aquel que la convida.
No la de unos señores,
Que todo se lo han repartido;
Y, al pueblo, los dolores,
En las entrañas metido.
*
HA VUELTO LA BARBARIE
Vieja, Calva, Terca,
Testaruda,
Muy testadura;
Sin memoria, Sin conciencia,
Despiadada;
Terriblemente despiadada;
De largas uñas,
De afilados colmillos y
Sedienta de sangre,
Ha vuelto la barbarie.
Apertrechada como un tanque,
Recubierta de hojalata,
Con escudos,
Con metrallas,
Con garrotes,
Con estruendo,
Entre bombas lacrimógenas,
Mostrando garras y colmillos
Ha vuelto la barbarie.
Y como en los viejos tiempos
(Aquellos tiempos
Que parecían olvidados
En los rincones de los libros
En cenizas páginas,
En trastiendas recónditas)
Ha vuelto;
Se la puede ver durante el día,
De blanco almidonado
O de nítidos trajes azules
O de negro total;
Y encapuchada
Embiste como un toro de lidia,
Arremetiendo con instinto asesino,
Contra toda humana razón,
Contra todo cuerpo indefenso.
Y se la ve en el culto
Con las manos elevadas,
Clamando al cielo
O se la ve de rodillas
Frente al Cristo crucificado
Con traje clerical y de bonete rojo;
Antes de apretar el gatillo del fusil
Y destrozar una cabeza más.
La Barbarie ha vuelto
Y se apellida hoy:
Michelleti, Canahuati,
Vásquez o Ferrari,
Como se apellidaba ayer:
Rosas, Ubico, Trujillo,
Carías o Somoza.
Jorge Luis Oviedo
TRÊS POEMAS
TRÊS POEMAS
LAS GLORIOSAS
Oh gloriosas Fuerzas Armadas,
Las más temibles,
Las más amadas.
Oh glorioso ejército de Honduras
Que tantas victorias tienes,
Contra indefensas creaturas.
Oh gloriosas Fuerzas Armadas
Que derrocando presidentes
Y reprimiendo a la más humilde gente
Son -del mundo- las más afamadas
Siempre han ganado la guerra,
Cuando se trata de derrocar
A un Presidente popular.
Cuando se trata de echar por tierra
Los sueños de un pueblo entero
Siempre madrugan primero
Para los sueños truncar.
Muy buenos con la bayoneta,
Magníficos con el fusil;
En junio como en abril
Y al son de la trompeta,
Hacen rodar las tanquetas
Sobre cualquier manifestante;
Y con sus eme dieciséis
Matan en un instante
Cuantas cabezas encuentren;
Por eso es que son valientes.
Aquellos que los adoran tanto,
Sin que les asome espanto,
Les derraman bendiciones
De sus dorados corazones;
Y con la vista elevada al cielo,
Mientras de rojo se tiñe el suelo,
Los pastores y los cardenales,
Al pueblo le predicen males;
Y lo llaman haragán
Y turba mal educada.
El mundo no ha conocido
Ejército más victorioso
Cuando de reprimir se trata
A un pueblo desprotegido
Desde mil novecientos cincuenta y seis
En dos cosas han triunfado:
Traicionar al pueblo de Honduras
Y en dar golpes de Estado.
*
¿CUÁNTAS HONDURAS SON?
Que nadie se engañe ya,
La Honduras que estaba dormida
Se ha despertado y va,
Con furiosa estampida,
A romper las cadenas
Que le amargan la vida;
Y a terminar con las penas
En que la mantienen sumida.
La Honduras del pueblo entero,
La Honduras del labrador
Es la Honduras que yo quiero,
Porque será la mejor.
Por eso si me pregunta usté:
Que cuál Honduras prefiero,
Le respondo ligero;
Que la Honduras de a pie.
La Honduras del ciudadano
Que no se cura en Florida,
La que saluda con la mano
A aquel que la convida.
No la de unos señores,
Que todo se lo han repartido;
Y, al pueblo, los dolores,
En las entrañas metido.
*
HA VUELTO LA BARBARIE
Vieja, Calva, Terca,
Testaruda,
Muy testadura;
Sin memoria, Sin conciencia,
Despiadada;
Terriblemente despiadada;
De largas uñas,
De afilados colmillos y
Sedienta de sangre,
Ha vuelto la barbarie.
Apertrechada como un tanque,
Recubierta de hojalata,
Con escudos,
Con metrallas,
Con garrotes,
Con estruendo,
Entre bombas lacrimógenas,
Mostrando garras y colmillos
Ha vuelto la barbarie.
Y como en los viejos tiempos
(Aquellos tiempos
Que parecían olvidados
En los rincones de los libros
En cenizas páginas,
En trastiendas recónditas)
Ha vuelto;
Se la puede ver durante el día,
De blanco almidonado
O de nítidos trajes azules
O de negro total;
Y encapuchada
Embiste como un toro de lidia,
Arremetiendo con instinto asesino,
Contra toda humana razón,
Contra todo cuerpo indefenso.
Y se la ve en el culto
Con las manos elevadas,
Clamando al cielo
O se la ve de rodillas
Frente al Cristo crucificado
Con traje clerical y de bonete rojo;
Antes de apretar el gatillo del fusil
Y destrozar una cabeza más.
La Barbarie ha vuelto
Y se apellida hoy:
Michelleti, Canahuati,
Vásquez o Ferrari,
Como se apellidaba ayer:
Rosas, Ubico, Trujillo,
Carías o Somoza.
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