Los Retratos que nos miran
Nos miran desde donde están. Conocen que la represión de hoy es la misma de ayer, que los verdugos cambian de nombre pero no de uniforme, que las mentiras son las mismas y las balas no son de goma….”, este es uno de los fragmentos de la poesía escrita por Ricardo Bueso, originario de Siguatepeque e inspirado en su visita a la Sala de las Memorias del Cofadeh, en donde se exhiben varias fotografías de los desaparecidos y desaparecidas en la década de los años ochenta. La poesía se titula: Los retratos que nos miran.
Por: Ricardo Bueso, Siguatepeque
¡¡¡Con Amor,
Para Bertha y su Equipo del COFADEH!!!
Tienen casi treinta años que los desaparecieron.
Parece que fue hoy en la mañana cuando
las fuerzas militares se los llevaron vivos,
que los arrancaron de las marchas pacificas del Frente de Resistencia.
Los que ya días no están, son ciento cuarenta y ocho personas,
con nombre y apellidos.
Ciento veinte y ocho hombres y veinte mujeres.
Las mujeres, llegaron dos de Costa Rica, seis de El Salvador y
doce nacieron en Honduras.
Los hombres llegaron de varios pueblos. Uno de Ecuador, uno de Venezuela,
dos de Guatemala, tres de Costa Rica, cinco de Nicaragua,
doce eran salvadoreños, noventa y nueve eran de los nuestros y
de cinco no se conoció donde dejaron el ombligo.
Todos tenían madres, padres, hijos, hermanos, amigos,
compañeras o compañeros de vida, de trabajo o de ideales.
Hoy los vi y me miraron, desde sus fotos guindadas en la pared,
a manera de retratera en las oficinas del COFADEH.
Sus ojos vivos, fijos en el tiempo,
de rostros jóvenes, con cabello negro en su mayoría.
El pelo es lacio, insurto o enrollado,
cuatro usan anteojos, quince de los hombres tiene bigote, grueso o delgado.
Otros son lampiños por jóvenes o por indios,
entre ellos el más adulto, es sacerdote,
cinco tienen saco y corbata y cuatro se cubren con una gorra.
Las mujeres en las fotos son trece. Número de mala suerte!
Dos ticas son de tez blanca. Una pelo claro y liso y la otra ojos y pelo negro.
Tres salvadoreñas posaron con el rostro serio, tiene el pelo corto y crespo y los ojos negros.
Tres hondureñas, son mujeres en la flor de la vida. Con pelo negro y ondulado, lucen bonitas.
Si las llamamos por su primer nombre, tenemos que mencionar a Claudia, Concepción, Dolores, Eva, Luisa, Marlen, Marta, Matilde, Melba, Noemí, Nora, Sandra, Sofía, Teresa, Yadira, Yolanda. Dos de ellas se llaman Ana y otras dos Maria.
Cuarenta y tres de los hombres responden a los siguientes nombres: Adán, Alberto, Amado, Ángel, Baudilo, Bayardo, Carlos, Casimiro, Constantino, Cosme, Daniel, Dixie, Edwin, Eliseo, Enoe, Fidel, Gerardo, German, Guadalupe, Gustavo, Hans, Héctor, Heriberto, James, Joaquín, Manuel, Marcelino, Martín, Mauricio, Miguel, Narciso, Nelson, Omar, Orlando, Oswaldo, Pablo, René, Rigoberto, Rodolfo, Roger, Salvador, Saúl y William.
Dos se llaman Alfredo, David, Enrique, Estanislao, Marco, Mario, Pedro, Ramón, Reinaldo, Roberto, Tomas y a dos no se les conoce nombre.
Tres tienen por nombre primero: Domingo, Julio, Oscar, Rafael, Rolando y Víctor.
Cuatro se nombran Eduardo, Juan y Luís. Cinco se llaman Francisco.
Seis comparten el nombre primero de Jorge, y veinte de ellos tiene como primer nombre José.
Nos miran desde donde están.
Conocen que la represión de hoy es la misma de ayer,
que los verdugos cambian de nombre pero no de uniforme,
que las mentiras son las mismas y las balas no son de goma.
Las torturas se han refinado, las mujeres vueltas a violar y sangran en las cárceles,
los hombres mueren en las celdas, las calles o en el monte…;
y aunque la aurora tarda en salir, se anuncia un sol para los justos,
una paz para los caídos y un castigo para los impíos.
Amen.
Fonte: Defensores en Línea.
*
"Aún en caso que NADIE lo haga"
Por Laura Machado
Por Laura Machado
Hola amigos de la resistencia,
No soy zapatera, ni sé de zapatos pero sé como caminar,
no soy guerrillera y no sé de estrategias ni tácticas pero sé como luchar,
No soy ni limón ni sal, ni limón con sal
No soy chocolate ni leche, ni leche con chocolate
Soy atea no religiosa, pero sé qué es lo que está mal
No sé de mal ni el bien, pero sé de abismos e infiernos terrenales, de cielos y paraísos mundiales
No peleo, batallo, pero sí se cómo se pierde
No pertenezco, pero coincido hasta donde coincido, porque de todo hay algo positivo qué tomar y algo negativo qué rechazar
No creo en Dioses ni presidentes, ni en religiones y política, ni en líderes políticos ni religiosos, ni soy cordero de nadie, soy un individuo que dice "no" a la violencia
No pretendo ser estóica ni epicureísta , soy humano, siento y acepto mi naturaleza pero cuido del exceso al que me pueda llevar mis instintos
No soy psicópata, ni inconsciente, pero empatizar es un insulto para describir lo que siento por mi pueblo
No soy oligarca, ni obrera, pero conozco de la injusticia
No soy gringa ni americanista, no soy golpista, vengo de su república bananera, y no me atengo a ellos ni las migajas contra los golpistas que nos dan, reclamo mi república!
No creo en el Acuerdo de San José como solución, pero sí en el retorno incondicional de nuestro Presidente
No soy escritora, ni redactora, pero sé cómo pensar
No pretendo ser no pasional ni evitar ser seducida, porque la pasión es el inescapable instinto humano y la una se reemplaza por otras
No soy ni blanco ni negro, ni pretendo ser gris, pero sé que el universo está compuesto por infinidad de colores imperceptibles para el órgano expuesto al error que compone al ser humano, incapaz de percibirlos todos
Soy atea y no creo en dejarse aplastar y poner la otra mejía, pero me basta saber que lo impulsivo es como poner la otra mejía
No tengo amigos, sí enemigos, los golpistas son todos ellos
No soy ni comunista ni capitalista, ni pretendo saber lo que es ser neutral, pero sé que el equilibrio en un mar de llamas es difícil de alcanzar
No soy surfista ni deportista, pero sé que el equilibrio se alcanza al surfear en este mar es sabiendo esquivar las olas e ir contra su flujo de fuerzas negativas cuando necesario y navegar con las olas de fuerzas positivas cuando necesario
No me han golpeado ni ametrallado, pero no significa que no comparte el dolor
No soy historiadora ni intelectual, no pretendo ensenar, pero hacer reflexionar
No soy cordero ni pastor, simplemente soy yo
No creo en dar el otro cachete, pero tampoco creo en la violencia como la solución, pero como el camino a la degradación de la victoria en este historia
No soy jurista ni clérica, la venganza está bien en el nombre de la justicia, pero con neuronas no con armas ni punos
No soy campesina, ni sé de sembrar, pero sí de cultivar y de lo que puede germinar
No soy superior ni inferior, ni mala ni buena, soy animal pero homo sapiens, porque es el razonar lo que nos distingue
Soy izquierdista pero no extremista, ni creo en revoluciones armadas
Mi pueblo lucha, pero no es nada de lo que los medios dicen, ni importa lo que digan, solo importa luchar
Sí soy idealista pero pragmatista, y se puede traer el cielo a la tierra
Creo en revoluciones intelectuales y vanguardismo, pero no en las armadas
No soy pacifista, ni soy dogmática, pero sé que las cosas usando el raciocionio y no el impulso animal es como se conquistan
No soy filósofa ni epistemóloga, pero sé que en un hombre sin estribos ni ética es como una bestia salvaje suelta en la selva(los golpistas)
Más allá del bien y el mal, para todos o para nadie
No creo en lo bueno ni en lo malo, pero sí en lo positivo y lo negativo
No busco aprecio ni desprecio, sólo la astucia
Sí a la lucha, sí al boicoteo,a las trompadas , pero con neuronas, no con punos
Seré hipócrita según muchos, pero esto lo escribo con todo el verdadero ardor de mi corazón
De las trompadas con punos y armas no se aprende,
Pregúntenle a una mujer o a un nino abusado(a)por violencia doméstica
La violencia no se termina con más violencia
sólo propaga y genera más violencia
No es cuestión de dejarse aplastar
o dar la otra mejía
ni de religión ni de paz
es cuestión de saber batallar
limpios y sin obstáculos para llegar hasta el final y ganar
Ajá y entonces? en qué categoría caigo?
Los que marchan de blanco te ponen una etiqueta, pero los otros rojo también.
y aunque yo también sea roja, no significa que es único color para mi
Me da mucho pesar a veces como el humano piensa en blanco y negro o en rojo y en blanco, pensemos en todos colores, en los que podamos
En la mejor forma de hacer nuestras conquistas y con estrategia, pero sin darles razones a los golpistas para demonizarnos
porque ellos esperan que caigamos tan bajo como ellos para justificar su infinita injusticia y crímenes
No soy ni indiferente ni inconsciente, pero reconozco mi potencial de llegar a ser terrorista con toda la ira y dolor en mi corazón(y en serio, es el error de todo ser humano no hacerlo y el problema de la gente que se dice inundada en cristo, que es la primera en meter las patas)
No pretendo ser oída ni ignorada, ni ser humillada ni halagada, sólo pretendo que tengamos la victoria segura.
Los únicos gorilas son ellos, no nosotros y que se quede así hasta como ha quedado hoy
abrazos fraternos a TODOS a los que los reciban, aún en caso que NADIE lo haga.
No soy zapatera, ni sé de zapatos pero sé como caminar,
no soy guerrillera y no sé de estrategias ni tácticas pero sé como luchar,
No soy ni limón ni sal, ni limón con sal
No soy chocolate ni leche, ni leche con chocolate
Soy atea no religiosa, pero sé qué es lo que está mal
No sé de mal ni el bien, pero sé de abismos e infiernos terrenales, de cielos y paraísos mundiales
No peleo, batallo, pero sí se cómo se pierde
No pertenezco, pero coincido hasta donde coincido, porque de todo hay algo positivo qué tomar y algo negativo qué rechazar
No creo en Dioses ni presidentes, ni en religiones y política, ni en líderes políticos ni religiosos, ni soy cordero de nadie, soy un individuo que dice "no" a la violencia
No pretendo ser estóica ni epicureísta , soy humano, siento y acepto mi naturaleza pero cuido del exceso al que me pueda llevar mis instintos
No soy psicópata, ni inconsciente, pero empatizar es un insulto para describir lo que siento por mi pueblo
No soy oligarca, ni obrera, pero conozco de la injusticia
No soy gringa ni americanista, no soy golpista, vengo de su república bananera, y no me atengo a ellos ni las migajas contra los golpistas que nos dan, reclamo mi república!
No creo en el Acuerdo de San José como solución, pero sí en el retorno incondicional de nuestro Presidente
No soy escritora, ni redactora, pero sé cómo pensar
No pretendo ser no pasional ni evitar ser seducida, porque la pasión es el inescapable instinto humano y la una se reemplaza por otras
No soy ni blanco ni negro, ni pretendo ser gris, pero sé que el universo está compuesto por infinidad de colores imperceptibles para el órgano expuesto al error que compone al ser humano, incapaz de percibirlos todos
Soy atea y no creo en dejarse aplastar y poner la otra mejía, pero me basta saber que lo impulsivo es como poner la otra mejía
No tengo amigos, sí enemigos, los golpistas son todos ellos
No soy ni comunista ni capitalista, ni pretendo saber lo que es ser neutral, pero sé que el equilibrio en un mar de llamas es difícil de alcanzar
No soy surfista ni deportista, pero sé que el equilibrio se alcanza al surfear en este mar es sabiendo esquivar las olas e ir contra su flujo de fuerzas negativas cuando necesario y navegar con las olas de fuerzas positivas cuando necesario
No me han golpeado ni ametrallado, pero no significa que no comparte el dolor
No soy historiadora ni intelectual, no pretendo ensenar, pero hacer reflexionar
No soy cordero ni pastor, simplemente soy yo
No creo en dar el otro cachete, pero tampoco creo en la violencia como la solución, pero como el camino a la degradación de la victoria en este historia
No soy jurista ni clérica, la venganza está bien en el nombre de la justicia, pero con neuronas no con armas ni punos
No soy campesina, ni sé de sembrar, pero sí de cultivar y de lo que puede germinar
No soy superior ni inferior, ni mala ni buena, soy animal pero homo sapiens, porque es el razonar lo que nos distingue
Soy izquierdista pero no extremista, ni creo en revoluciones armadas
Mi pueblo lucha, pero no es nada de lo que los medios dicen, ni importa lo que digan, solo importa luchar
Sí soy idealista pero pragmatista, y se puede traer el cielo a la tierra
Creo en revoluciones intelectuales y vanguardismo, pero no en las armadas
No soy pacifista, ni soy dogmática, pero sé que las cosas usando el raciocionio y no el impulso animal es como se conquistan
No soy filósofa ni epistemóloga, pero sé que en un hombre sin estribos ni ética es como una bestia salvaje suelta en la selva(los golpistas)
Más allá del bien y el mal, para todos o para nadie
No creo en lo bueno ni en lo malo, pero sí en lo positivo y lo negativo
No busco aprecio ni desprecio, sólo la astucia
Sí a la lucha, sí al boicoteo,a las trompadas , pero con neuronas, no con punos
Seré hipócrita según muchos, pero esto lo escribo con todo el verdadero ardor de mi corazón
De las trompadas con punos y armas no se aprende,
Pregúntenle a una mujer o a un nino abusado(a)por violencia doméstica
La violencia no se termina con más violencia
sólo propaga y genera más violencia
No es cuestión de dejarse aplastar
o dar la otra mejía
ni de religión ni de paz
es cuestión de saber batallar
limpios y sin obstáculos para llegar hasta el final y ganar
Ajá y entonces? en qué categoría caigo?
Los que marchan de blanco te ponen una etiqueta, pero los otros rojo también.
y aunque yo también sea roja, no significa que es único color para mi
Me da mucho pesar a veces como el humano piensa en blanco y negro o en rojo y en blanco, pensemos en todos colores, en los que podamos
En la mejor forma de hacer nuestras conquistas y con estrategia, pero sin darles razones a los golpistas para demonizarnos
porque ellos esperan que caigamos tan bajo como ellos para justificar su infinita injusticia y crímenes
No soy ni indiferente ni inconsciente, pero reconozco mi potencial de llegar a ser terrorista con toda la ira y dolor en mi corazón(y en serio, es el error de todo ser humano no hacerlo y el problema de la gente que se dice inundada en cristo, que es la primera en meter las patas)
No pretendo ser oída ni ignorada, ni ser humillada ni halagada, sólo pretendo que tengamos la victoria segura.
Los únicos gorilas son ellos, no nosotros y que se quede así hasta como ha quedado hoy
abrazos fraternos a TODOS a los que los reciban, aún en caso que NADIE lo haga.
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EstafetaAl oído de César Indiano
Por Víctor Manuel Ramos
Realmente no merece la pena responder a César Indiano. Él siempre ha estado en contra de los que están a favor y a favor de los que están en contra y tiene metido en su cabeza un galimatías que, por su artículo, pienso que empieza a desenredarse y a retratarlo tal cual es. Diagnóstico de médico.
Hace afirmaciones temerarias para quien se ha proclamado adalid de la justicia y dedo justiciero. Y basta leer uno de los párrafos de su llamamiento para entender su telaraña mental. En él justifica, vaya patriota éste, la intervención norteamericana en la década de 1980, que dejó a Honduras persecución, secuestro, tortura y muerte. Eduardo Lanza, era mi alumno en la Escuela de Medicina y Félix Martínez mi compañero en el SITRAUNAH, ninguno de los dos era terrorista. Fueron asesinados ambos gracias a la aplicación de la “doctrina de seguridad nacional” que impuso el sicópata Gustavo Álvarez Martínez y su compinche en la Universidad Oswaldo Ramos Soto, que ahora parecen los santos de Indiano. Y por supuesto hay muchos nombres más que pueden recordarle las madres, hermanos, esposas, hijos y parientes de los desaparecidos. Qué autoridad tiene Indiano para hurgar en las heridas aún abiertas de las madres y parientes de los desaparecidos. Todo este tinglado, con el respaldo del gobierno norteamericano a través del embajador Negroponte, justamente para organizar, desde Honduras, la resistencia en contra del gobierno de Daniel Ortega, convirtiendo al país en base para la agresión en contra de un país vecino y soberano. Sería recomendable que Indiano leyera el libro de Gregorio Selser: Honduras República alquilada, para que se entere de la verdad de las cosas, y, sin ir muy lejos, el libro de Longino Becerra “Las tarántulas atacan”, para que limpie un poco la turbación mental en que está sumergido. Y no estaría de más que lea mis artículos en mi columna Estafeta de esa fatídica época.
Indiano alega que Honduras es ajena a “modelos políticos importados de inspiración marxista” y se atribuye el mandato, que quien sabe quien se lo adjudicó, de pensar en nombre de todos los hondureños y de hablar las mismas incoherencias de quienes siempre han estado en contra de los cambios y de las transformaciones políticas que se dan en el pensamiento político en la esfera terrestre, y que son los que nos han gobernado desde que Honduras se hizo independiente(¿?) y que son los mismos que asesinaron a Morazán. Las ideas de la transformación política no son del agrado de Indiano. Y tiene que ser así porque en su cabeza solo cabe el fundamentalismo plasmado en su propia biblia, la del asno, e imaginándose él, el profeta destinado a la salvación del mundo, se atreve a asumir que sus gustos ideológicos son coincidentes con los de todos los hondureños.
Lanza su grito al cielo, ¡Ah, la puta política!, distorsionando la historia y justificando lo injustificable cuando proclama a Los Estados Unidos como el campeón, como el chapulín colorado, que vino a detener “los comandos agresivos que intentaban desbaratar nuestra humilde democracia”. Un ex soldado, en mi clínica, aquejado de una severa depresión, me contaba con gran orgullo, como había observado a su jefe, el General Álvarez Martínez, asesinar en persona, con balazos en la cabeza, al Dr. Reyes Mata y al Padre Guadalupe Carney, en un país en donde la pena de muerte está proscrita.
Ahora Indiano hace migas con los dirigentes del golpe militar de Estado, fundamentalmente con el aún no juzgado Billy Joya y todos los militares, retirados y en servicio, que estuvieron al frente de esa horripilante etapa de la historia en Honduras de la que hablé arriba. Él tiene su propia biblia, la del asno, y pareciera que en uno de sus versículos y profecías se lee que los hombres de paz y de bien son menos infatigables que los perturbadores del orden público. Porque para Indiano quienes están, con el apoyo del mundo, en la calle exigiendo justicia, y una mejor suerte para las grandes mayorías, los indios intibucanos curtidos por el sol, los trabajadores, los maestros, los intelectuales, son una minoría bulliciosa. Es seguro que su biblia de malabares le permite contar a quienes están con los golpistas y quienes en contra y en sus contabilidades los golpistas son siete millones de personas calladas que habrán transmitido su sentir y pensar, al gran escritor de novelas y obras teatrales, mediante la magia del espíritu.
Se refiere al Presidente Zelaya como traidor a su pueblo. Aquí el amigo vuelve a estropear su propia visión sacrosanta de la política, porque si realmente ha habido un presidente identificado con el pueblo ha sido Manuel Zelaya Rosales y el golpe militar que le ha extrañado de su país, país en donde está proscrita la expatriación, se ha dado, precisamente, porque quiso abrir las puertas de la esperanza para el pueblo hondureño con las posibilidades de una nueva constitución en que quedara plasmada la legitimidad de que el pueblo sea partícipe de las grandes decisiones nacionales. Habla de que Zelaya gestaba la dictadura y con eso no hace más que repetir, como loro imperialista, para usar palabras de Chávez, las justificaciones de la oligarquía nacional que está empeñada en justificar a como dé lugar sus patrañas para perpetuarse en el poder e impedir que el pueblo decida su propio destino.
El ingenuo novelista no está completamente seguro de que los procedimientos para destituir al Presidente Zelaya hayan sido los correctos, pero se lanza, quijote redivivo, a proclamar su acuerdo “absoluto con el espíritu de las acciones”. Más adelante encontramos la explicación de su inseguridad, porque a aceptación de culpa, relevo de pruebas: está nuestro creador de fantasías “al borde de un ataque de nervios”.
Indiano tiene una venda en los ojos o, sumido como está en su mundo de fantasía novelesca y teatral, no quiere aceptar la realidad, asegura que la inmensa mayoría del pueblo hondureño está en contra de Zelaya, a pesar de que esa mayoría de las fantasías macondeanas de Indiano carece de presencia porque solo existen en su imaginación o vestiditas de camisetas blancas, reunidas como borregos bajo la presión de sus empleadores y de los ministros golpistas.
Indiano, sin embargo, cree que Honduras tiene una dignidad mínima, nada más que la ve del lado de los salteadores del poder. Y si realmente hay dignidad en Honduras esa pertenece a quienes, ya sea en las calles o desde sus casas, resisten con heroísmo a las botas militares y a sus marionetas. Y, sumergido en su mundo surrealista de creador de historias, Indiano hace coro con quienes quieren inventarnos una historia de fantasía y descaro. La misma historia que utilizaron contra Salvador Allende, la misma que les sirvió en Grenada, la mismísima, con los mismos capítulos e intrigas, que condujeron a la invasión de Panamá, la mismísima de que Fidel se come a los niños, con la que pretenden evadir el bulto, echándole la culpa al Presidente Hugo Chávez Frías. Eso lo lleva a hacer un nudo con los golpistas venezolanos que han encontrado en Honduras su paraíso perdido en Venezuela gracias a la decisión de ese pueblo bolivariano de dar un giro diferente a la historia de su país. Claro, eso no es intervencionismo. Si no serán ridículos cuando los reservistas, los que salieron corriendo cuando sonaron las primeras balas de los salvadoreños en la guerra del futbol, ahora se entrenan para repeler la inminente invasión a Honduras por parte de los ejércitos de Bolivia, Ecuador y Venezuela. Vaya fantasía propia de una historia de García Márquez, porque nuestro novelista no llega a tanto.
El chispa Indiano, no sale de su asombro frente a la ingenuidad internacional que unánimemente ha condenado el golpe de Estado en Honduras. Las pobrecitas OEA, ONU, SIECA, Unión Europea, Países no alineados, de acuerdo con su dialéctica, porque la dialéctica existe a pesar de que no le agrada a nuestro amigo, andan más perdidas que el hijo de Limberg, y en igual circunstancia se encuentra el Presidente Obama quien ha condenado el golpe militar. Habría que enviarles un mensaje para que le contraten como asesor, que bien pudiera estar apoyado por el brillante burlón Ortez Colíndres, descendiente de golpista.
Para Indiano, Zelaya debe arrepentirse, Biblia del Asno en mano, por haber abierto los ojos al pueblo hondureño, por haber permitido que los desposeídos de este país se dieran cuenta de que hay una esperanza que es posible. Por eso, Indiano, en verdad os digo: llegó la hora de desenmascarar a los cobardes que van, como moscas, tras las mieles del poder impuesto por la felonía y la traición de las botas militares. Siga Ud. escribiendo novelas y creándose un mundo de fantasía política. Siga con sus ojos cerrados a la realidad y lance su personalidad al mundo como el vidente que ansía la humanidad para reparar todos sus males. Tome el fusil, unifórmese y salga a reprimir a los revoltosos para que sea congruente con su pensamiento trasnochado. Seguro que tendrá la mejor suerte del mundo. Pero mientras tanto deje que el pueblo hondureño viva la realidad y esa es: que está, de manera heroica, en contra del golpe y por el retorno del Presidente Zelaya.
Hace afirmaciones temerarias para quien se ha proclamado adalid de la justicia y dedo justiciero. Y basta leer uno de los párrafos de su llamamiento para entender su telaraña mental. En él justifica, vaya patriota éste, la intervención norteamericana en la década de 1980, que dejó a Honduras persecución, secuestro, tortura y muerte. Eduardo Lanza, era mi alumno en la Escuela de Medicina y Félix Martínez mi compañero en el SITRAUNAH, ninguno de los dos era terrorista. Fueron asesinados ambos gracias a la aplicación de la “doctrina de seguridad nacional” que impuso el sicópata Gustavo Álvarez Martínez y su compinche en la Universidad Oswaldo Ramos Soto, que ahora parecen los santos de Indiano. Y por supuesto hay muchos nombres más que pueden recordarle las madres, hermanos, esposas, hijos y parientes de los desaparecidos. Qué autoridad tiene Indiano para hurgar en las heridas aún abiertas de las madres y parientes de los desaparecidos. Todo este tinglado, con el respaldo del gobierno norteamericano a través del embajador Negroponte, justamente para organizar, desde Honduras, la resistencia en contra del gobierno de Daniel Ortega, convirtiendo al país en base para la agresión en contra de un país vecino y soberano. Sería recomendable que Indiano leyera el libro de Gregorio Selser: Honduras República alquilada, para que se entere de la verdad de las cosas, y, sin ir muy lejos, el libro de Longino Becerra “Las tarántulas atacan”, para que limpie un poco la turbación mental en que está sumergido. Y no estaría de más que lea mis artículos en mi columna Estafeta de esa fatídica época.
Indiano alega que Honduras es ajena a “modelos políticos importados de inspiración marxista” y se atribuye el mandato, que quien sabe quien se lo adjudicó, de pensar en nombre de todos los hondureños y de hablar las mismas incoherencias de quienes siempre han estado en contra de los cambios y de las transformaciones políticas que se dan en el pensamiento político en la esfera terrestre, y que son los que nos han gobernado desde que Honduras se hizo independiente(¿?) y que son los mismos que asesinaron a Morazán. Las ideas de la transformación política no son del agrado de Indiano. Y tiene que ser así porque en su cabeza solo cabe el fundamentalismo plasmado en su propia biblia, la del asno, e imaginándose él, el profeta destinado a la salvación del mundo, se atreve a asumir que sus gustos ideológicos son coincidentes con los de todos los hondureños.
Lanza su grito al cielo, ¡Ah, la puta política!, distorsionando la historia y justificando lo injustificable cuando proclama a Los Estados Unidos como el campeón, como el chapulín colorado, que vino a detener “los comandos agresivos que intentaban desbaratar nuestra humilde democracia”. Un ex soldado, en mi clínica, aquejado de una severa depresión, me contaba con gran orgullo, como había observado a su jefe, el General Álvarez Martínez, asesinar en persona, con balazos en la cabeza, al Dr. Reyes Mata y al Padre Guadalupe Carney, en un país en donde la pena de muerte está proscrita.
Ahora Indiano hace migas con los dirigentes del golpe militar de Estado, fundamentalmente con el aún no juzgado Billy Joya y todos los militares, retirados y en servicio, que estuvieron al frente de esa horripilante etapa de la historia en Honduras de la que hablé arriba. Él tiene su propia biblia, la del asno, y pareciera que en uno de sus versículos y profecías se lee que los hombres de paz y de bien son menos infatigables que los perturbadores del orden público. Porque para Indiano quienes están, con el apoyo del mundo, en la calle exigiendo justicia, y una mejor suerte para las grandes mayorías, los indios intibucanos curtidos por el sol, los trabajadores, los maestros, los intelectuales, son una minoría bulliciosa. Es seguro que su biblia de malabares le permite contar a quienes están con los golpistas y quienes en contra y en sus contabilidades los golpistas son siete millones de personas calladas que habrán transmitido su sentir y pensar, al gran escritor de novelas y obras teatrales, mediante la magia del espíritu.
Se refiere al Presidente Zelaya como traidor a su pueblo. Aquí el amigo vuelve a estropear su propia visión sacrosanta de la política, porque si realmente ha habido un presidente identificado con el pueblo ha sido Manuel Zelaya Rosales y el golpe militar que le ha extrañado de su país, país en donde está proscrita la expatriación, se ha dado, precisamente, porque quiso abrir las puertas de la esperanza para el pueblo hondureño con las posibilidades de una nueva constitución en que quedara plasmada la legitimidad de que el pueblo sea partícipe de las grandes decisiones nacionales. Habla de que Zelaya gestaba la dictadura y con eso no hace más que repetir, como loro imperialista, para usar palabras de Chávez, las justificaciones de la oligarquía nacional que está empeñada en justificar a como dé lugar sus patrañas para perpetuarse en el poder e impedir que el pueblo decida su propio destino.
El ingenuo novelista no está completamente seguro de que los procedimientos para destituir al Presidente Zelaya hayan sido los correctos, pero se lanza, quijote redivivo, a proclamar su acuerdo “absoluto con el espíritu de las acciones”. Más adelante encontramos la explicación de su inseguridad, porque a aceptación de culpa, relevo de pruebas: está nuestro creador de fantasías “al borde de un ataque de nervios”.
Indiano tiene una venda en los ojos o, sumido como está en su mundo de fantasía novelesca y teatral, no quiere aceptar la realidad, asegura que la inmensa mayoría del pueblo hondureño está en contra de Zelaya, a pesar de que esa mayoría de las fantasías macondeanas de Indiano carece de presencia porque solo existen en su imaginación o vestiditas de camisetas blancas, reunidas como borregos bajo la presión de sus empleadores y de los ministros golpistas.
Indiano, sin embargo, cree que Honduras tiene una dignidad mínima, nada más que la ve del lado de los salteadores del poder. Y si realmente hay dignidad en Honduras esa pertenece a quienes, ya sea en las calles o desde sus casas, resisten con heroísmo a las botas militares y a sus marionetas. Y, sumergido en su mundo surrealista de creador de historias, Indiano hace coro con quienes quieren inventarnos una historia de fantasía y descaro. La misma historia que utilizaron contra Salvador Allende, la misma que les sirvió en Grenada, la mismísima, con los mismos capítulos e intrigas, que condujeron a la invasión de Panamá, la mismísima de que Fidel se come a los niños, con la que pretenden evadir el bulto, echándole la culpa al Presidente Hugo Chávez Frías. Eso lo lleva a hacer un nudo con los golpistas venezolanos que han encontrado en Honduras su paraíso perdido en Venezuela gracias a la decisión de ese pueblo bolivariano de dar un giro diferente a la historia de su país. Claro, eso no es intervencionismo. Si no serán ridículos cuando los reservistas, los que salieron corriendo cuando sonaron las primeras balas de los salvadoreños en la guerra del futbol, ahora se entrenan para repeler la inminente invasión a Honduras por parte de los ejércitos de Bolivia, Ecuador y Venezuela. Vaya fantasía propia de una historia de García Márquez, porque nuestro novelista no llega a tanto.
El chispa Indiano, no sale de su asombro frente a la ingenuidad internacional que unánimemente ha condenado el golpe de Estado en Honduras. Las pobrecitas OEA, ONU, SIECA, Unión Europea, Países no alineados, de acuerdo con su dialéctica, porque la dialéctica existe a pesar de que no le agrada a nuestro amigo, andan más perdidas que el hijo de Limberg, y en igual circunstancia se encuentra el Presidente Obama quien ha condenado el golpe militar. Habría que enviarles un mensaje para que le contraten como asesor, que bien pudiera estar apoyado por el brillante burlón Ortez Colíndres, descendiente de golpista.
Para Indiano, Zelaya debe arrepentirse, Biblia del Asno en mano, por haber abierto los ojos al pueblo hondureño, por haber permitido que los desposeídos de este país se dieran cuenta de que hay una esperanza que es posible. Por eso, Indiano, en verdad os digo: llegó la hora de desenmascarar a los cobardes que van, como moscas, tras las mieles del poder impuesto por la felonía y la traición de las botas militares. Siga Ud. escribiendo novelas y creándose un mundo de fantasía política. Siga con sus ojos cerrados a la realidad y lance su personalidad al mundo como el vidente que ansía la humanidad para reparar todos sus males. Tome el fusil, unifórmese y salga a reprimir a los revoltosos para que sea congruente con su pensamiento trasnochado. Seguro que tendrá la mejor suerte del mundo. Pero mientras tanto deje que el pueblo hondureño viva la realidad y esa es: que está, de manera heroica, en contra del golpe y por el retorno del Presidente Zelaya.
victormanuelramos@hotmail.com
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