quarta-feira, 19 de agosto de 2009

Anuncian que Zelaya
regresará a su país
antes del 1de septiembre

Vice-chanceler Beatriz Valle confirma o retorno.

Las fuerzas populares de Honduras ampliaron este miércoles sus acciones de protesta contra el golpe militar, en lo que corresponde a la jornada consecutiva número 53 de resistencia. El pueblo sigue demandando de restitución del orden constitucional.

Por TeleSUR

La vicecanciller del Gobierno del presidente hondureño, Manuel Zelaya, Beatriz Valle, anunció este miércoles que el mandatario regresará "antes del primero de septiembre", luego del golpe de Estado que lo depuso el pasado 28 de junio y que propició la instalación de un régimen de facto en la nación.

En declaraciones ofrecidas desde Tegucigalpa, Valle indicó que "se equivocan quienes creen que el presidente Zelaya no volverá al país, él estará regresando antes del 1 de septiembre".

"El presidente no ha renunciado a su cargo que el pueblo le ha otorgado", agregó Valle.

Además denunció que varios altos funcionarios del Gobierno de Zelaya "siguen siendo amenazados por el régimen golpista de Roberto Micheletti".

Explicó que en su caso particular, recibe amenazas y ofensas a través de su correo electrónico y mensajes amenazadores por teléfono móvil.

Como ejemplo citó el "atentado" contra el viceministro de Agricultura del Gobierno de Zelaya, Ángel Murillo.

Añadió que a Murillo le fue provocado un accidente de tráfico, luego le dispararon personas desconocidas, lo que le produjo una herida de bala en el antebrazo izquierdo.

Los enviados de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que se encuentran en el país desde el pasado lunes conocieron el martes el caso de Murillo.

También indicó que ella solicitó a la CIDH medidas cautelares por las amenazas que está recibiendo.
Fonte: TeleSUR-Efe-Pl l -MM.
*
Amnistía Internacional
Las detenciones y malos tratos de
manifestantes se están
empleando como forma de castigo



Por Dina Meza

Wednesday, 19 August 2009 14:11

Las detenciones y malos tratos de manifestantes se están empleando como forma de castigo contra quienes se oponen abiertamente al gobierno de facto, y son un elemento disuasorio para quienes contemplan la posibilidad de echarse a la calle para mostrar pacíficamente su descontento con la agitación política que vive el país, señala un informe de Amnistía Internacional publicado este miércoles.

Mientras las violaciones de derechos humanos van en aumento, la necesidad de que la comunidad internacional busque una solución a la crisis política se hace cada vez más urgente.

Las fotos y los testimonios fueron recogidos por una delegación de Amnistía Internacional que se entrevistó con muchas de las 75 personas detenidas en la Jefatura Metropolitana nº 3 de Tegucigalpa, después de que la policía, respaldada por el ejército, disolviera el 30 de julio una manifestación pacífica.

La mayoría de los detenidos sufría lesiones a consecuencia de los golpes propinados por la policía con porras y de las piedras y otros objetos que les arrojaron. Cuando los detuvieron, no les dijeron a dónde los llevaban, por qué motivo los detenían o cuáles eran los cargos en su contra. Todos quedaron en libertad al cabo de unas horas.

“Las detenciones arbitrarias en masa y los malos tratos a manifestantes son hoy día motivo de honda y creciente preocupación en Honduras”, ha manifestado Esther Major, investigadora de Amnistía Internacional sobre Centroamérica.

“Las detenciones y malos tratos de manifestantes se están empleando como forma de castigo contra quienes se oponen abiertamente al gobierno de facto, y son un elemento disuasorio para quienes contemplan la posibilidad de echarse a la calle para mostrar pacíficamente su descontento con la agitación política que vive el país”, ha declarado Esther Major.

Entre los detenidos el 30 de julio se encontraban 10 estudiantes. A todos ellos, la policía los golpeó con porras en la espalda, los brazos y la parte posterior de las piernas. Uno dijo: “La policía tiraba piedras, nos acorralaron, nos tiraron al piso bocabajo y nos golpearon. Robaron las cámaras, nos golpearon si levantábamos las cabezas, nos golpearon cuando subimos a los carros de la policía”.

Varias de las personas entrevistadas por Amnistía Internacional dijeron que, durante la manifestación, los policías no llevaban identificaciones visibles. Según afirmaban, algunos policías les dijeron: “no nos miren, hijos de puta”. Otros llevaban el rostro tapado con un pañuelo.

F.M., maestro de 52 años detenido también el 30 de julio, dijo a Amnistía Internacional: “nosotros veníamos pacíficamente. De repente, la policía venía, y yo empecé de correr. Me agarraron y me gritaron: ‘¿Por qué apoyan al gobierno de Zelaya?’. Me golpearon. No me han informado la razón por la cual estoy detenido”.

“El uso de fuerza excesiva y de detenciones arbitrarias en masa como política para reprimir la disidencia sólo sirve para inflamar aún más las tensiones, y provoca violaciones graves de derechos humanos”, ha manifestado Esther Major. “La fuerza sólo debe utilizarse en las circunstancias más extremas, y desde luego no como método para impedir el derecho legítimo de la población a manifestarse pacíficamente”.

Amnistía Internacional siente asimismo preocupación por el acoso y la intimidación a que se somete a quienes defienden los derechos humanos, y observa con inquietud los límites impuestos a la libertad de expresión y el número de ataques contra periodistas, que incluyen el cierre de medios de comunicación, la confiscación de equipo y materiales, y agresiones físicas contra periodistas y operadores de cámaras que informan de los sucesos.

Fuera de Tegucigalpa, se cree que la situación de los derechos humanos es igual o incluso más grave. Los controles a lo largo de las carreteras principales de Honduras están ahora al cargo de militares y policías que, a menudo, retrasan o impiden la entrada de las organizaciones de derechos humanos a las zonas en las que, según los informes, se están cometiendo violaciones de estos derechos. Lea informe completo.

*

Otra maestra es hostigada
por policías,
agentes encubiertos y
activistas del partido Nacional


Por Marvin Palacios

Wednesday, 19 August 2009 15:31

Hedme Fátima Castro Vargas, directora de la Escuela Alba Nora Gúnera de Melgar Castro, localizada en la colonia Los Llanos, denunció a defensoresenlinea.com que está siendo vigilada, hostigada y amenazada por policías, agentes encubiertos y activistas del partido Nacional, por oponerse al golpe de Estado del 28 de junio.

“El New York Times a mí me entrevistó a través de Ginger Thompson con Armida López Contreras y yo dije lo que correspondía decir, que ellos eran unos golpistas y que el magisterio estaba unido graníticamente por una Honduras mejor”.

Añadió que por denunciar las acciones brutales ejercidas por la policía y los militares contra manifestantes del Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe, está siendo sujeta de persecución y hostigamientos.

“Andan detrás de mí, por todos lados que yo me desplazo, la policía directamente, unos sin uniforme y ahorita descaradamente con uniforme”, denunció la maestra.

Añadió que “andan agentes encubiertos, yo tengo temor por mi vida y estoy solicitando medidas cautelares para mi persona. Yo me entrevisté ayer con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) e inmediatamente llegaron ellos (algunos padres de familia) diciendo que yo maltrataba a los niños y eso es una táctica del gobierno golpista”.

Partido Nacional detrás de las amenazas

En medio de una campaña de odio y polarización promovida desde el cerco mediático que controlan empresarios y políticos que financiaron y apoyaron el golpe, se ha informado que el presidente del Comité Central del Partido Nacional, Ricardo Alvarez, estaría utilizando a activistas de su partido, integrantes de patronatos para intimidar, amenazar y hasta hacer daño físico a maestros opositores al golpe.

La profesora Castro Vargas señaló que además de todo esto “Ricardo Alvarez (alcalde de la capital de filiación nacionalista) a través de los patronatos, porque 3 personas que andan ahí, Maritza Galo, Virgilio Rodríguez y Sandra Sánchez no son madres de familia, pero sí son activistas del partido Nacional.

“Me vienen a amenazar y vienen a amenazar a los maestros y hacer todo lo que están haciendo”, denunció visiblemente nerviosa la directora del centro escolar capitalino.

Entretanto Marco Ernesto Varela, vigilante de la escuela, sostuvo que “el problema que hay aquí es que han brotado unos agitadores acá, o como decimos nosotros los campesinos, enganchadores, agitadores de masas y vinieron a cortar el candado del portón, se compró otro candado, lo volvieron a cortar”.

Agregó que “algunos padres de familia les decían, para qué vamos a entrar a la escuela si no hay maestros, otros empezaban a decir fuera la directora, fuera la directora, que ya la vamos sacar de aquí a esa ladrona, así es como se ha ido originando el problema” comentó el celador de la escuela.

Al preguntarle sobre la identidad de los agitadores, Varela señaló que son “Virgilio Rodríguez y Maritza Galo, que fueron los que vinieron. Virgilio Rodríguez trajo la segueta y Maritza Galo, como ella dice que es licenciada, ahí anda encima también. Esta señora es del patronato pero Virgilio Rodríguez no es del patronato”, denunció el vigilante.

Por su parte el sargento militar de apellido Rodríguez, que portaba su arma de reglamento dentro del centro escolar, dijo que “yo vengo uniformado porque es parte de mi trabajo, yo no vengo a amedrentar a nadie, yo vengo como padre de familia”.

“Venimos a exigir como padres que les den clases a nuestros hijos, porque no tiene nada que ver la política con el magisterio”.

El militar acusó a la directora de tomar represalias contra su hijo de 11 años, por que éste brindó declaraciones a algunos medios de comunicación en los que dijo “yo quiero que la señora directora dé la cara, que nosotros queremos recibir clases, porque los que estamos en sexto grado, no queremos perder el año”.

Por su parte Angie Alvarado, que ha sido señalada por la directora como protagonista de las acciones intimidantes, expresó a defensoresenlinea.com que “ella tiene bastante conflicto conmigo, porque yo fui una de las personas que fui a poner la denuncia a la Fiscalía, para que los maestros abrieran las aulas y pudieran dar clases”.

La denuncia interpuesta dice textualmente: “Nosotros los padres de familia, lo que pedimos es que los maestros de la Escuela Alba Nora Gúnera de Melgar asistan a impartir el pan del saber de nuestros hijos y asimismo que los maestros no tomen represalias contra los alumnos y los padres de familia, ya que para nosotros es muy importante que nuestros hijos asistan a sus clases para que no pierdan su año escolar, ya que tienen 40 días de no tener clases, pido a la Fiscalía del Menor que interponga sus buenos oficios en este caso”.

Consultada acerca del acuerdo para que los maestros impartan clases 3 días a la semana, Alvarado dijo que “ayer pedimos clases todos los días de lunes a viernes, habrían aproximadamente unos 200 padres, pero ayer no llegamos a ningún acuerdo. Vinieron los del Ministerio de Educación pero no dieron soluciones, vinieron a hablar de política”.

La población estudiantil de la escuela es de 647 alumnos que asisten en las jornadas diurna y vespertina.

La mañana de este miércoles, una patrulla integrada por 8 militares y policías llegó hasta la Escuela y se mantuvo en una actitud amenazante hacia la autoridad escolar y la mayoría de padres y madres de familia.

Incluso esa misma actitud asumieron cuando divisaron el vehículo en el que se conducían periodistas de defensoresenlinea.com y de medios electrónicos de Canadá, que llegaron para verificar los extremos de la denuncia.

Al parecer la patrulla militar-policial llegó a pedido de un grupo de madres y padres de familia, que exigen que sus hijos reciban clases todos los días de la semana.

Sin embargo, desde la directiva de padres y madres de familia, se informó que existe consenso para que los maestros impartan clases de lunes a miércoles, porque de acuerdo al mandato de las organizaciones magisteriales, los días jueves y viernes los maestros y maestras se integran a las acciones de protestas pacíficas convocadas por el Frente Nacional de Resistencia.

Hedme Fátima Castro Vargas.

Marco Ernesto Varela.

Madres de familia.

*
REFLEXÃO
Honduras: goles y golpes

Por Leonel Alvarado

“Vencer o morir”, decía el telegrama que Mussolini le envió al equipo italiano que iba a disputarse la final del Mundial de 1938. El mensaje era claro: lo que estaba en juego era un gane que sería utilizado como un instrumento propagandístico. Para bien de Mussolini y, claro, de los jugadores, el equipo italiano, que lucía el uniforme negro del Partido Nacional Fascista, se alzó con la victoria. La película se repitió en el 78 en Argentina; la prueba está en la foto infame de Videla frente a la Copa tan bien ganada, es decir, bien comprada para cubrir los crímenes con su gloria. Videla sonríe y saluda, victorioso, a las tribunas.

El fútbol puede llegar a ser mucho más efectivo que cualquier estrategia de propaganda política pues goza de un carisma homogeneizador de la colectividad bajo el emblema del orgullo nacional o, mejor dicho, nacionalista; esto también lo supieron Franco y Hitler. Al entrar al terreno de la propaganda demagógica, el deporte puede tener efectos tan abrumaores como los generados por la maquinaria religiosa.

Sin duda, el pasado 12 de agosto, el gobierno usurpador de Micheletti se anotó cuatro goles en una “victoria” que tenía más implicaciones ideológicas y propagandísticas que meramente deportivas. La derrota de la Selección Nacional habría sido, por su parte, una derrota política porque el gobierno de facto no tendría a disposición de su circo mediático ese triunfo de “todos”. El gane demuestra, según la lógica golpista, que en el país sí hay motivos para celebrar; los hondureños pueden sentirse tan orgullosos de la oncena catracha como de las gloriosas Fuerzas Armadas. Y es que en los partidos internacionales la cancha se convierte en un campo de batalla en el que está en juego el orgullo patrio; esto también lo supo el aparato propagandístico nazi, como lo dijo alguna vez el ministro Goebbels, para quien ganar un partido internacional era más importante, en materia de propaganda, que conquistar una ciudad. El jugador es el soldado dispuesto a dejar la vida en defensa de la patria, mientras en la tribuna, el jugador número 12 canta el himno nacional encendido en fervor patrio.

Sin embargo, el 12 de agosto, mientras “el equipo de todos” —que, en realidad, es el equipo de unos cuantos empresarios ligados al golpe— anotaba goles, cientos de hondureños recibían los golpes salvajes de policías y militares. Unos victoreaban en el estadio mientras otros eran sometidos a golpizas inhumanas en cárceles, batallones y postas policiales. Pero estos hondureños valientes, muchos de ellos jóvenes, no aparecieron al día siguiente en los periódicos ni en la radio o la televisión porque el gobierno celebraba sus goles y el pueblo, más unido que nunca, ahora sí podía acariciar el pase a Sudáfrica 2010.

Hay que recordar que Honduras únicamente ha asistido a un Mundial, el de España 82. De hecho, ese año ha adquirido un status mítico que muy pocas fechas de la historia nacional han merecido. Si no fuera porque el golpe de estado lo ha traído a colación, quizá muy pocos recordarían que de ese año es la Constitución, escrita por la élite política, económica y militar que ahora celebra otro triunfo de la Selección.

Otra fecha desgraciadamente memorable también tiene que ver con el fútbol: la Guerra del 69. Honduras tiene el gran mérito de haber sido partícipe de una guerra futbolera que forma parte del exotismo latinoamericano, aunque, como bien lo resume Eduardo Galeano, era una guerra entre el dictador hondureño y el salvadoreño. Pero resulta más simpático decir que fue por un partido de fútbol.

El 28 de junio, horas después del golpe, escuché en una de las tantas emisoras golpistas la transmisión en vivo, desde el Congreso Nacional, de la toma de posesión apresurada de Micheletti. Sin embargo, como en una parodia al estilo de los hermanos Marx, la escena era interrumpida por los locutores que en ese preciso instante transmitían el partido de la Selección desde Carolina del Norte. En un juego de espacios simultáneos, el juramento de Micheletti se veía interrumpido por el grito de gol de un locutor que seguramente se sentía doblemente patriótico. El golpe y el gol ocurrían en dos espacios unidos por un mismo tiempo que pasaría a ser funestamente histórico.

Unos días después leí un titular que me sorprendió por encontrarse en un periódico golpista: “Honduras sufre”. Inmediatamente busqué la noticia sólo para darme cuenta de que se refería a un “gane sufrido” de la Selección. Según los medios controlados por los mismos empresarios que son dueños de la Selección, ésos sí son sufrimientos de los que el pueblo debe enterarse. Afortunadamente, el triunfo del 12 de agosto frente a Costa Rica no fue agónico, más bien fue sospechosamente fácil; un marcador de cuatro a cero contra un equipo tico que va en primer lugar en la tabla de clasificación resulta inverosímil. ¿Estaremos frente a las tácticas de Videla?

Desde ya se pronostica una goleada para el partido contra Trinidad y Tobago; a ver si ese equipo resulta ser tan facilón como el de los ticos. Demás está decir que, bajo este régimen represivo, si la Selección Empresarial obtuviera el tan ansiado boleto a Sudáfrica, esto sería tan espurio como que algún candidato se declarara ganador en las elecciones de noviembre; ningún acto de este gobierno fáctico podrá ser legitimado, ya se trate de elecciones presidenciales, nombramientos o eventos deportivos.

Sin duda, Micheletti necesitaba esa “victoria” politico-deportiva como en su momento la necesitaron Mussolini y Videla. La derrota no hubiera dado paso a la celebración mediática, aunque es claro que se habría maquillado. Micheletti anotó sus gol(p)es, mientras gran parte de la población continúa, como en la canción de Pink Floyd, “cómodamente idiotizada”. Hasta esos oídos, felizmente patrióticos, llegan los goles pero no los golpes.

Nenhum comentário:

Postar um comentário