segunda-feira, 5 de abril de 2010


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ESPECIAL

Carta a Madre Tierra y a
la Humanidad Planetaria


E mais: Ayuda internacional (Diana Canales)


Por Juan Almendares

Defendamos el derecho a la tierra de los campesinos del Aguán y el Frente Nacional de Resistencia Popular en Honduras

Mi abuela decía que uno era del lugar donde le enterraron el ombligo y que mi madre enterró mi cordón umbilical en las raíces de Ceiba; porque este árbol representa la unidad de la madre tierra con el cielo.

Las primeras lecciones las aprendí en el vientre de mi madre cuando estaba embarazada a través de la pedagogía de los sueños, que se basó en tres principios: un entrañable amor a la madre tierra y a la humanidad, decir la verdad y respetar la dignidad y la vida.

En cada pedacito de tierra, o cerca del manantial o del río – manifestaba mi abuela- “hay que sembrar un árbol o una plantita alimenticia o medicinal. La tierra y el agua sana mantienen el cuerpo, la mente y la comunidad animal y humana saludables”.

Crecí observando a mi madre pedalear día y noche una máquina de costurar camisas para una fábrica que la explotaba sin el mínimo derecho laboral. Éramos “los de abajo” de la línea del ferrocarril, donde la pobreza, los burdeles, el alcoholismo y la violencia proliferaban. Los fines de semana llegaban “los campeños” -trabajadores agrícolas de las empresas bananeras- a emborracharse y agredirse entre sí con sus machetes. Era la forma de autodestruirse y de manifestar su impotencia frente al poder bananero estadounidense.

Cuando tenía ocho años, a las tres de la madrugada acompañé a mi madre a ver el cuerpo, casi decapitado, de mi padre; quien fue asesinado por un sicario contratado para quitarle un pedazo de tierra. Éramos siete hermanos y hermanas, aprendimos de ella a no tener odio ni venganza, la no violencia ni el consumo de drogas y alcohol… Vino una tormenta tropical y perdimos todo incluyendo nuestra propia casa.

En mis años de estudiante de secundaria conocí al campesino Chepe Campos, de origen salvadoreño, que por pobreza había emigrado a la ciudad. Era ladrillero, trabajamos junto en el sueño de organizar un sindicato de ladrilleros. El proyecto no concluyó por los cuerpos represivos antisindicales y porque la inundación destruyó las ladrilleras.

El otro maestro fue Cristóbal, zapatero del barrio con quien conversábamos sobre la injusticia social. Cuando cursaba la secundaria en el Instituto José Trinidad Reyes conocí a un campesino guatemalteco que fue trabajador agrícola de las compañías bananeras. Él nos explicaba con suma sabiduría las experiencias dolorosas de ser explotado por estas empresas.

Sufrimos hambre, humillaciones y pobreza para poder estudiar medicina. Trabajé con una idea central: servir a los pobres, a los campesinos, obreros, pueblos originarios, garífunas y estudiantes.

Realicé estudios de Post grado de Medicina en Estados Unidos. El movimiento por la paz de juventud estadounidense contra la guerra de Vietnam; Martin Luther King, Malcon X y Gandhi fueron inspiración para el posicionamiento contra el militarismo, la tortura y violencia estructural.

Sin embargo llegué a la comprensión de que la esencia del capitalismo es antihumana y racista; que en su seno se engendra el propio proceso de transformación cualitativa de la humanidad y que no hay que ser indiferente ni neutral, que hay que tomar posición frente a la injusticia, la guerra y la violación de los derechos humanos.

Nunca quise quedarme en el norte; aun cuando fui condenado en Honduras por los escuadrones de la muerte y la Alianza Anticomunista de Argentina (Triple A). He sido víctima de la política de “las tres t”: trauma, tortura y terror. Eso no ha hecho posible de parte mía que exista odio para ninguno de mis adversarios ni detractores. Parto del principio de que debe preservarse la vida de cada ser del planeta y que se debe defender este principio donde sea; por eso tengo la firme convicción de no ser racista, clasista, sexista, homofóbico, partidario del patriarcado, ni del autoritarismo; pero no puedo guardar silencio ante los crímenes y mentiras de la geopolítica militar del capitalismo financiero internacional, articulado al poder oligárquico y a la ideología del neoliberalismo. En esencia, soy antiimperialista.

Tengo la firme convicción de que sin la solidaridad local, regional, global y viceversa no podrán hacerse nunca transformaciones sustantivas en el seno de la humanidad planetaria.

Con este preámbulo de mi vida quiero respetuosamente invitar a los amables lectores, amigos y amigas de la vida y de la Madre Tierra a mover sus conciencias para manifestarse en contra de la injusticia que ocurre en Honduras y Mesoamérica y los planes de guerra contra los pueblos de La ALBA y Nuestra América.

He servido como médico con un amor profundo para los pobres, y los condenados de la tierra que viven en el mundo de la injusticia. Expreso mi testimonio solidario y contra las condiciones injustas en que viven los pueblos lencas, donde la oligarquía se adueñó de los ríos y quieren construir en San Francisco de Opalaca, una represa para desviar el destino de las aguas y generar luz en sus proyectos multinacionales. Sin embargo el pueblo lenca está iluminado, rechaza la turbia luz de la corrupción que vulnera la vida de los ríos y del bosque; y se suma al Frente Nacional de Resistencia Popular para participar en la Refundación de Honduras e instalar la Asamblea Nacional Constituyente que dé paso a una Constitución para todos.

Cuando examino a las comunidades originarias y campesinas observo el proceso infame de la injusticia social que obliga a los seres a la autofagia (comerse a sí mismos). Tienen los niños y las niñas los ojos tristes, anémicos, secos; con sus barrigas abultadas y llenas de parásitos, descalzos, descarnados e hinchados por el dolor. Esta horrenda realidad no sólo me conmueve y me hace llorar, sino que mi conciencia adquiere un mayor compromiso con el pueblo en resistencia.

Hace algunos años presenté mi testimonio de solidaridad y contra el asesinato de los tolupanes en Yoro, ocasionado por la ocupación de tierras para el ganado. Los autores de esta trama siniestra pagaban 500 dólares por cada cabeza humana. Esta práctica es indicadora del racismo extremo en Honduras y de que el sicariato siempre ha sido un expediente normal en manos de los poderosos.

Hago memoria de Tacamiche, para citar uno de tantos desalojos violentos en Honduras. En julio de 1995 fueron desalojados por militares hondureños cerca de 500 personas que vivían desde hacía medio siglo en tierras abandonadas por un ramal de la empresa norteamericana Chiquita Banana. El costo simbólico de estas tierras para la empresa bananera fue de un dólar. Para desalojar a los campesinos fueron lanzados centenares de bombas lacrimógenas. Atendimos a niños y niñas quemados y varias mujeres abortaron por la exposición a los gases tóxicos. Destruyeron el centro de salud, la Iglesia Escuela, los maizales y los frijolares. Las quinientas personas desalojadas fueron ubicadas en edificio con un solo baño y un servicio sanitario.

Si nos preguntamos quiénes son los que han sido despojados de sus tierras y de las aguas por parte de las empresas mineras, bananeras, camaroneras, madereras y plantaciones de palma africana para agro combustibles: son los pueblos originarios, garífunas, misquitos y los campesinos. Ellos y ellas son las que producen la tierra, viven en condiciones paupérrimas y los que tienen las perores condiciones de salud, educación, agua potable y vivienda.

En base a estos antecedentes históricos; apelamos a la unidad, organización y movilización de la conciencia local, nacional y mundial con el objetivo de detener la maquinaria de guerra geopolítica, ideológica y antihumana contra los pueblos de América Latina. En el Bajo Aguán, en Honduras, se están desarrollando los planes de una masacre campesina. Son urgentes mensajes para exigir delegaciones, solidaridad económica y toda ayuda humanitaria para las familias del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA)

La violencia grita en cada poro sudoroso del campesino y el sistema compra las conciencias para ocultar la verdad. Defender a toda costa la vida humana y del planeta debe ser nuestra misión. En este país pequeño, con un sistema oligárquico y con un ejército del capitalismo internacional se reflejan los planes multimillonarios de proliferación de bases militares, campañas mediáticas y el crecimiento del fundamentalismo religioso multimillonario ideológico, mediático, contra CUBA, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y el sufrido pueblo de Colombia.

Se ensaya y experimenta una guerra en Honduras que comienza contra el campesinado y los pueblos originarios y garífunas. Es el poder del negocio de las armas y la compra de conciencias contra el proceso de liberación y la dignidad histórica de los pueblos de América Latina.

Celebremos la fuerza de la unidad espiritual y cultural de la resistencia de los pueblos del mundo frente al dolor y el sufrimiento. Nuestro compromiso ético y liberador debe ser de tal grado que ante el menor asomo de injusticia, el vuelo sutil del colibrí nos conmueva y nos invite a defender la dignidad y la vida.

Tegucigalpa, abril. 2010.


*
Dr Juan Almendares

Me uno a su grito, a su llamado. Lo conozco a usted, sé de su integridad. Su integridad es una voz universal que debe inspirarnos a los hondureños en este caminar duro y rodeado de soledad en este mundo que pareciera que quiere tener un pensamiento único de inequidades e indiferencia.

Puedo decir que usted lo conozco plenamente desde una medianoche, que no teniendo a quien lanzar un grito de yuda, lo llamé a usted, le pedí auxilio, porque estaban matando a los MayasChortí ( Campesinos, hombres, muejres y niños) que en Copán Ruinas, de manera pacífica ( si mal no ecuerdo, en tiempos en que Olga Joya,tristemente celebre directora de INAH, que aún no ha devuelto tres joyas mayas que prestó para una exposición en México, y que ninguna fiscalía ha actuado al respecto) El pueblo Maya Chortí, únicos herederos directos, vivientes, del pueblo maya y su legado, hoy reducidos casi hasta desaparecer, se habían tomado por unas horas el Parque Arqueológico, como una manera de llamar al mundo a que fjaran los ojos en ellos, ellas, pequeños, pobres, pero no por eso menos humans, que estaban pasando una gran hambruna y que además estaban siendo víctimas del tráfico humano y la violencia de los mafiosos que se mueven en la frontera entre Honduras y Guatemala, que los estaban victimizando.

Le dije: hay muertos, heridos, encarcelados. Haga algo. Auí hay silencio, bombas lacrimógenas y represión.

Déjeme haber que hago de inmediato, me respondió, y colgó el auricular, pues no se podía hablar mucho por teléfono.

Fue increíble. Amaneciendo, y usted ya estaba en Copán Ruinas atendiendo a las víctimas, acompañado de una brigada médica y de abogados, voluntario, pacíficos, humanitarios, atendiendo al caído, al mancillado por una orden superior, que hasta ahora, sólo eso sabe darle a su pueblo: golpes, fraudes, criminalidad.

Usted y aquellos buenos amigos, en cuatro horas hicieron un camino que normalmente se hace en ocho horas de viaje. Y estuvieron prestos, sin importar hambre, desvelo, riesgo. Eso, es humanidad. Eso, es responder a la Madre Tierra y a us hijos más carentes.

Desde el momento que usted ha hecho su llamado humanitario, real, pra evitar más masacres en el Bajo Aguán, que se puede evitar, que debemos lanzar un grito de ayuda, de solidaridad, de humanidad, yo he iniciado ya ha hacer algunas acciones. Sobre todo a buscar romper el cerco mediático. A tratar de hacer escuchar nuestra voz en el mundo.

Anoche, con dos amigos más hicimos en Costa Rica un programa de una hora en canal 42, prorama la Verdad, y expusimos lo que pasa en Honduras. Haciendo un llamado solidario al pueblo, que es hermano, que por él hay una estrella en la bandera de Honduras, que un día participó con los demás pueblos a capturar y castigar al filibusero Willians Walker.

Hoy yo me uno a su llamado. A su voz, una voz de amor y entrega a un pueblo, y de la que debemos todos los que podamos ser reproductores de ese llamado, y caminantes, como dice Jorge Miralda, en esta nueva respuesta de resistencia, urgente humanitaria.

Un abrazo y que el universo lo llene de energías y de arrojo.

Candelario Reyes

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Me parece urgente pedir
ayuda internacional


Por Diana Canales

Ante la imposibilidad de obtener respuestas y ante la falencia del sistema nacional de justicia, quizá pueda organizarse un grupo internacional de intercesores, reconocidos por su compromiso social y político con la justicia y la transformación mundial, que gestionen, ante el régimen de Porfirio Lobo, la discusión y resolución pacífica del conflicto.

Sin que la Policía, el Ejército y para militares persigan, hostiguen, ni física, ni psicológicamente, sin que se violente, ni asesine a loa miembros del MUCA y de la Resistencia.

Llamar a la movilización de figuras internacionales (artistas, escritores, académicos) muy reconocidas, o de las mismas organizaciones campesinas centroamericanas, latino americanas o europeas para hacer peticiones escritas dirigidas a los titulares de los poderes del Estado, y pedir a estos el cumplimiento efectivo de los derechos humanos del campesinado, y la resolución urgente del conflicto.

Incluso, para que envíen delegaciones representativas a Honduras y sostengan un diálogo con el régimen Lobo para detener la persecución a miembros del MUCA y la Resistecia.

O lograr que se realice un encuentro internacional campesino en Aguán, o que se pase para allí alguna actividad internacional que esté próxima a realizarse.

Como pueblo en resistencia, debemos fortalecer todos los pronunciamientos, todos los esfuerzos que se hacen desde las organizaciones de derechos humanos y otros grupos sociales, son indudablemente valiosas e imprescindidbles, y no deben detenerse.

Debemos fortalecer ese trabajo y necesitamos hacer acciones pacíficas que equilibren el daño causado por los opresores privados, y acciones de protesta contra persecución y la ilegitmidad del régimen. Que tengan un efecto concreto y contundente.

El boicot es una herramienta de acción política que se practica por los movimientos sociales. Además, son fundamentales mecanismos de resistencia pacífica activa.

Se puede promover, en apoyo a los campesinos del MUCA, un día internacional de boicot, apenas un día, a un producto específico de una de las empresas Facussé.

Cada uno/a es libre de elegir la marca de lo que desea consumir y por lo que paga.

Se puede decretar una fecha en particular y desarrollar acciones de divulgación para masificar el bicot, en el que no se compre cualquiera de esos productos.

Entre ellos se incluyen:

Yummies Zambos, tajaditas y yuquitas (Miguel Facussé Barjum)
Yummies Ranchitas, nachos y jalapechos (Miguel Facussé Barjum)
Cappy, maíz con queso, gorditos y tornitos (Miguel Facussé Barjum)
Zibas, papas y anillitos de papa (Miguel Facussé Barjum)
Ziba’s Costi Rica, papas fritas (Miguel Facussé Barjum)
Ziba’s francesa, papas a la francesa (Miguel Facussé Barjum)
Taco del Rancho, picante, jalapeño y barbacoa (Miguel Facussé Barjum)
Chicharrones del Rancho, limón y picosito (Miguel Facussé Barjum)
Mazola, aceite y margarina, manteca Pura (Miguel Facussé Barjum)
Íssima, pasta de tomate La Rojita y Sofrito (Miguel Facussé Barjum)
Íssima, salsas para pastas Ranchera (Miguel Facussé Barjum)
Íssima, salsas para pastas Tomate y Albahaca (Miguel Facussé Barjum)
Íssima, salsas para pastas Con hongos y 3 quesos (Miguel Facussé Barjum)
Íssima, Ketchup (Miguel Facussé Barjum)
Isssima, sopas de pollo, camarón y resollo Oriental (Miguel Facussé Barjum)
Íssima, spaguetti y tallarines (Miguel Facussé Barjum)
Íssima, consomé de gallina y de pollo (Miguel Facussé Barjum)

Químicas Magna (Miguel Facussé Barjum)
Cressida Industrial (Miguel Facussé Barjum)
Químicas Láser (Miguel Facussé Barjum)
Alimentos Dixie (Miguel Facussé Barjum)

Dinapower, biocombustible (Miguel Facussé Barjum)

Xedex (Miguel Facussé Barjum)
Audaz (Miguel Facussé Barjum)
Ganex (Miguel Facussé Barjum)

Los docentes pueden tener control en las cafeterías escolares.
Otros, en mercaditos y hasta en pequeños puestos comerciales, fijos o ambulantes. Todo/as, en la compra de nuestras propias provisiones domésticas.

La soberanía descansa en el pueblo. Es nuestro poder.

Pero, es necesario adquirir conciencia de nuestra propia fuerza y capacidad y hacer uso de ellas, en nuestras acciones de la vida diaria, del comer, vestirse, de la compra ordinaria de bienes y de servicios. Es quizá la acción más inmediata, de bajo costo, y sobre la que cada persona puede tener control de manera más directa, haciendo uso de su poder individual.

Debemos realizar, en serio, y de manera planificada, campañas ordenadas para no comprar ningún bien o servicio que se obtiene de empresas con ambientes y con prácticas en los que se violan los derechos humanos de sus trabajadores y de los moradores de sus comunidades.

Este es un caso.

Escribamos cartas a instituciones y a otras empresas que comercializan con ellos, explicándoles la situación sobre el derecho a la tierra de los MUCA y nuestra postura.

Preparemos hojas volantes y organicemos grupos de divulgación que se aposten en lugares estratégicos explicando las causas del boicot a esos productos por la agresión y muerte contra los campesinos, y debemos ayudar a que la sociedad aprenda a valorar el trabajo del campesinado, y el agro, como la fuente primaria de alimentos.

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Diana estoy de acuerdo con su planteamiento, no basta con observar con horror lo que le ocurre a nuestros hermanos, debemos hacer algo más.

Yo agregaría el boicot a las empresas y productos del empresario nicaraguense René Morlales, poseedor de la marca Doral, Clover Brand, Mr. Max, Campo Fresco, Sopas Maruchan, bebida gaseosa Battery, aderesos Campestre, desechables de la marca Link, bolsas plasticas Olympic, condimentos los patitos, enlatados Country Taste, margarina Ricrem, manteca Corona, el café 1820 y la marca Numar.

A las organizaciones sociales no hacer más foros en los hoteles de René Morales, no hay que darle mas plata al que persigue y asesina a nuestra gente. (Andrés Armando Molina)

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