terça-feira, 27 de abril de 2010

.


*

Si a la patria
Ricardo Salgado

Firmas para una constituyente
Diana Canales

Bola con turbideces
Víctor Manuel Ramos

Oligarquía Expuesta
Celso Martins

Periodistas obligados a
usar chalecos antibalas

Guillermo Mejía


*

Arte: Arturo Gallo Sepia.

*

Tan dificil de entender;
tan implacable la agresion;

tan improbable que nos defendamos


Por Ricardo Salgado

Ha pasado casi un año desde el golpe de Estado. Durante el tiempo transcurrido el pueblo de Honduras demostró su valor, su coraje y su determinacion por alcanzar una vida mejor, una sociedad mas justa para todos. Muchos compañeros entregaron su vida a cambio de una lucha que diera la opcion a sus hijos de llevar una existencia digna y segura. El estereotipo de Cesar Indiano sobre el hondureño quedo enterrado para siempre; se demostró que los pueblos pueden tener costumbres que a otros no nos gusten, pero siguen siendo los motores de la historia.

La oligarquia hondureña ha puesto a prueba todos los argumentos de que dispone para perpetuar y profundizar las contradicciones que hasta ahora le benefician; para maximizar las desigualdades que les llenan los bolsillos a costa de la miseria de las mayorias. Esta oligarquia que confunde porque no se sabe si es mas servil que brutal; este grupo de gentes que tiene caras visibles que no tienen empacho para negar el hedor de la muerte que ellos siembran a lo largo y ancho de nuestra tierra.

Estas honduras no son las mismas despues del Golpe. Muchas horas han trabajado miles de hondureños que aprendimos a ser compañeros en el infortunio. Hemos tenido que aprender a integrarnos con grupos que a veces se muestran hostiles y desconfiados con nosotros. Hemos tenido que aprender a lidiar con politiqueros que se auto proclaman representantes del pueblo, y gritan unidad del diente al labio. Nos hemos tenido que acostumbrar a que antes que hermanos tenemos muchas identidades mas que nos son nuestras sino, como dice Mario de Mesapa, "son del patron".

Averiguar quien es el patron es solo el principio de la tarea. Hemos aprendido a creer, a tener fe y esperanza, a pesar del oportunismo y la division que fluyen hasta por la radio. Hemos tenido que ver como un hermano le habla al otro por encima del hombro aunque ambos tienen los mismos problemas, comparten la misma desesperanza, y enfrentan el mismo destino.

Muchos nos atrevimos a escribir, muchos, como este servidor, desde una posicion que busca ser independiente de prejuicios, dogmas y vicios; propugnando por una via realista hacia estadios superiores de lucha para cumplir con la responsabilidad histórica que nos ha asignado nuestro propio pueblo; no proclamandonos representantes de este, sino particpando como parte del mismo. Muchos, sin animo de ser dueños de la verdad, nos hemos dedicado a biuscar desenredar los acontecimientos, casi siempre sin exito; no porque los adversarios de clase no nos dejen, sino porque nuestros propios compañeros de lucha nos ignoran.

Hemos tenido que ver como la fertilidad del pensamiento de muchos se vuelve fútil en medio de interminables discusiones cargadas de frustracion, incoherencia e impotencia en contraste con la cohesion, consistencia y brutalidad de un enemigo que ha decidido que lo que no se puede quitar con sombrerazos hay que quitarlo a tiros. Vimos largas horas de trágicos acontecimientos sin que fueramos capaces de levantar las manos o quitar la cara cuando nos aporreaban con mas saña.

Pasaron muchas horas, se dijeron millones de palabras, corrieron sangre y lagrimas en cantidades similares, se pronunciaron miles de insultos de hermano a hermano; rechazamos compañeros por falta de "calificación" como si alguien nos hubiera adjudicado el derecho a decidir quien es mas o menos util en la lucha. Cometimos tantos errores, muchas veces lindando con la estupidez infinita, sin que llegaramos a tener la sabiduria o la humildad necesarias para aceptar las criticas y rectificar el camino.

Durantes estos 10 meses pudimos apreciar como la politiqueria, la componendas burdas, los argumentos sin fundamento ganban espacio, mientras las cosas que nos asfixiaban por todos lados se intensificaban sin que emitieramos comentario alguno. Parece que hemos estado muy ocupados diciendo que no decimos, haciendo cosas que no hacemos, jugando a la alta politica, estilo Departamento de Estado. Hemos aprovechado microfonos, y camaras para sobresalir sin decir la verdad, pero si diciendo lo que pensamos que nos conviene.

Nunca antes habiamos podido apreciar lo dificl que es ser compañero en la lucha, con quien piensa que no tienes los argumentos suficientes para estar a tu lado. Como ha sufrido nuestro pueblo cuando espera un desenlace poderoso y solo encuentra media verdades y mentiras y medias. Lidercitos, lideres y otros "trastes"; se nos olvidó, nos borraron de la mente la idea de que un puño pega mejor cinco dedos. Seguimos escogiendo ser cinco dedos, lo que nos deja a merced de los que muchas veces pensamos con candida idiotez que son inferiores a nosotros.

Muchos compañeros, como Candelario Reyes, con quien nos solidarizamos, reciben amenazas, su vida está en peligro, saben que no recibiran mas apoyo que la solidaridad verbal de muchos; el apoyo de los compañeros de las organizaciones defensoras de derechos humanos, cuya labor alabamos, y un desenlace incierto. Muchos compañeros, victimas de la cobardia de los represores sin rostro, saben que puede pasar todo sin que no se diga mucho mas. Nos falta organizacion, nos falta formacion, nos falta solidaridad, nos falta inteligencia. Aun asi todos continuaremos, mas aferrados a la esperanza de que un dia tengamos una respuesta vigorosa, audaz y racional de aquellos que dirigen nuestro movimiento por cuestiones del momento mas que por nuestra voluntad, que por la evidencia de que algo habra de ser mejor.

Hoy tenemos la obligacion de creer, pero no la opcion de opinar, nadie nos va a escuchar; a nadie le importa que el imperio hoy ataque con brutalidad e impunidad a nuestros hermanos en Nicaragua, Paraguay o Venezuela; nadie se expresa por la injerencia descarada de los embajadores gringos en Cuba, Brasil o Argentina; hoy estamos indefensos antes las balas de los esbirros de Facusse y Morales, como ante las palbras venenosas de Carlos Flores y Jorge Canahuati Larach; aun asi aparecen genios de la comunicacion diciendonos que estos señores tienen su ascendecia en la pòlitica nacional; se les olvida la tragedia que eso significa para todos nosotros.

Todavia no sabemos que pasó durante la administracion Zelaya, no entendemos el papel digno y su ya ganada posicion en la historia del pais, no porque yo tenga lengua para lamer traseros, sino porque el alcanzó cosas que nadie habia alcanzado aqui nunca. Ironicamente, al presidente Zelaya unos no lo entienden porque los manuales no explican como un terrateniente pueda ponerse del lado de su pueblo, otros no lo entienden porque, simplemente, no lo entienden; aun asi se erigen como lideres, sin aceptar la grandeza de traele de vuelta a uestro pueblo el deseo de luchar, de vivir con dignidad.

Aun hoy nos confundimos entre los argumentos de corrupcion, que seguramente hubo, y la trascendencia historica de lo hecho por este compañero Zelaya; mas cercano a las gentes que ningun otro que hayamos conocido. hoy todavia cometemos la estupidez de no acercarnos a las masas, y se seguimos prefiriendo estigmatizar como "burros" a nuestros compatriotas; como si ser cachureco, colorado, olimpia o motagua fuera una cuestion genética.

Que dificil entender, que dificil defendernos en estas condiciones y aun asi, seguimos en combate, el primero de mayo vamos a dar otra demostracion de que el pueblo esta a la altura; que somos un pueblo de primera, en un pais de primera, con una dirigencia de segunda y un gobierno de tercera (interesante uso de las palabras del procer-golpista Villeda Morales).

Hoy seguimos teniendo el deber de cumplir, no a la dirigencia, si a la patria.

Hasta la victoria siempre

Ricardo Arturo Salgado Bonilla
27/abril/2009

*

Revisar la Declaración Soberana
y reiniciar el proceso de recolección

de firmas para una constituyente


Por Diana Canales

Si bien la declaración soberana firmada por cada ciudadano y ciudadana, se sustenta en el principio universal de la soberanía que descansa en el pueblo, la misma no hace referencia a los artículos constitucionales que declaran esa soberanía popular, ni al derecho de rebelión, o de la no obediencia a un régimen llegado al poder por procedimientos irregulares, o por la fuerza de las armas.

No sabemos si se hizo de esa manera, como una forma de no reconocer una Constitución que fue rota con el golpe de Estado, y no hacer reconocimiento tampoco del Congreso Nacional como tal. Porque suponemos la declaración fue conocida y revisada por los abogados del FNRP, antes de su impresión y de su divulgación.

Aunque la Constitución está rota, es mantenida en vigencia por el golpismo y por el régimen de Porfirio Lobo Sosa, y todos los actos que hacemos cotidianos en nuestra actividad jurídica, civil, mercantil, criminal y administrativa, nacional e internacionalmente, están sujetos y se rigen por las disposiciones constitucionales actuales y demás leyes.

La constitución actual, que fue interrumpida, sólo será desechada una vez que entre en vigencia una nueva constitución que sea producto de una Constituyente popular, la que deberá también contemplar un acuerdo en ese sentido, así es su estructura, porque el Estado no debiera quedar sin un orden jurídico transitorio, al menos.

No obstante, si ese es el motivo por el cual en la declaración no se hizo el llamamiento de los artículos que amparan la petición, recordamos que las declaraciones soberanas serán presentadas ante el Congreso Nacional, y con eso le damos reconocimiento a sus acciones y a su legitimidad para recurrir a él.

Hacemos esta observación porque, con certeza, el Congreso activo que resultó de las votaciones de noviembre, utilizará todos los ardides posibles para impedir que se realice la voluntad popular. Y no deben dejarse espacios abiertos, provocados desde la misma Resistencia, para que eso ocurra.

Ya hay en proceso, en el Congreso Nacional, alrededor de nueve proyectos encaminados a hacer correcciones constitucionales parciales. Con la posibilidad, incluso, de una constituyente convocada y direccionada por los partidos traicionarles, desde ese mismo Congreso.

Pudiendo ser, también -y no sería extraño- que el Congreso rechace recibir las declaraciones firmadas, alegando el estado físico de las páginas. Muchas de las boletas de declaración han sido dobladas, arrugadas y ensuciadas, por las condiciones ambientales en que se han recogido un gran lote de ellas.

Además, desde ese Congreso se podrá cuestionar de la autenticidad y de la no duplicidad de las más de un millón de firmas a recolectarse. Pues, la simple colocación del nombre y número de identidad, no son garantía de la legitimidad de la firma estampada. Cualquiera puede hacerlo en nombre de otro, y por esa razón se utiliza la auténtica notarial, que quizá no sea el caso, pero debe evitarse toda posibilidad de crear impedimentos para que esas firmas sean válidas.

La duda sobre una duplicidad en las firmas pudo haberse evitado mediante la enumeración correlativa de páginas. Si las boletas se imprimen en bloques, cada una tendría la garantía de un número irrepetible. A pesar de eso, los abogados del FNRP utilizarán un mecanismo para dar autenticidad al listado de los demandantes a la Constituyente y corregir la situación.

Aunque resulta un procedimiento costoso, no debe dudarse jamás de la voluntad de las y de los hondureños capaces de luchar contra la adversidad.

Pero, el impase más importante a revisar es el que ha sido expresado por el presidente Manuel Zelaya, consistente en que en esa declaratoria, los miembros del FNRP, no hacen reclamo de su derecho, de Zelaya, a retornar a Honduras.

Tal omisión ha motivado a que Zelaya dirija una carta respuesta a su amigo, Mario Padilla, y con copia a David Romero, quien la hizo pública, en la que asegura Zelaya que, el Frente Nacional de Resistencia (FNRP) "me está dejando a un lado, me aparta y me desconoce."

Con esta exclusión en el documento de declaración soberana, argumenta Zelaya, se "minimiza la posibilidad de mi retorno, cuando recogen firmas para una Constituyente y se olvidan de exigir mi retorno."

Mientras Zelaya explica que, "Sufro un destierro injusto, separado de mi familia, de mis amigos, de mi Patria", sostiene que "con que ánimo" otro presidente podría actuar de la misma manera que él, "si a quien perdió todo por la democracia [...], sus compañeros lo apartan y lo aminoran condenándolo al ostracismo", reclama en su carta.

Varias personas han indagado antes, a la dirigencia del FNRP sobre esta exclusión, así considerada por Zelaya. Y, como respuesta, se ha dicho que se hará la petición escrita para el retorno del presidente Zelaya, como un documento separado y que será anexado al legajo de firmas por la convocatoria a la Constituyente.

Cualquier cosa puede ser anexada a esa petición, una demanda por vivienda y derecho de acceso a la salud, etc., y verá como su fuerza legal será debilitada, cuando en el mismo documento firmado no se consigna la solicitud precisa.

En relación a eso, se ha producido una distorsión que podría responder a intereses deliberados, de hacer creer que el FNRP ha abandonado el retorno de Zelaya como exigencia al régimen de Porfirio Lobo.

Cuando en verdad, en la manifestación recién pasada del 20 de abril, Juan Barahona, Coordinador del FNRP, explicó que el objetivo de esa, era el de exigir el retorno del presidente Zelaya y del padre Andrés Tamayo, además de iniciar la colecta de firmas para la declaración soberana de cada ciudadano y de cada ciudadana.

Esa contradicción no debió haber ocurrido nunca, y debe tenerse el cuidado especial en no permitir conductas aceleradas y evitar la precipitación de grupos, o de personas, que empujan a los demás a poner en acción resoluciones no suficientemente definidas, que descubra una imagen de ruptura tan evidente en perjuicio de la Resistencia.

No ante los golpistas -a quienes no se debe complacer- pero sí contrarrestar. Si no, por el respeto a la misma voluntad, al derecho y a la dignidad de los propios miles de miembros del FNRP, a su confianza y consolidación.

Si bien el FNRP está integrado por un conjunto diverso de organizaciones sociales y políticas, existen lineamientos fundamentales que deben ser seguidos, invariablemente, por todos y por todas, ya no como las organizaciones individualizadas que constituyen y cuya identidad debe ser respetada.

Sino que, deben estar sujetas a la directriz del FNRP, el que no debe permitir, jamás, que cuestiones trascendentales queden a la realización y criterio de un grupo en particular.

Para eso, existe la discusión democrática, la obediencia militante a los principios y disposiciones acordadas del FNRP, y el respeto y la disciplina de sujeción a la dirigencia, una vez que se haya trabajado, suficientemente, en la discusión y después de lograrse un acuerdo.

Con ese hecho, puede quedarse evidenciado que el tema no se conversó con Zelaya, víctima humana del golpe de Estado generador de la reacción popular contra la ruptura constitucional; o que, si acaso se conversó, no se respetaron acuerdos; o entonces, algunos creen poder obviar el valor de Zelaya, por un origen político partidario.

Con lo que se estaría negando, al mismo tiempo, la propia postura del FNRP de actuar integrado, despojado de la identidad política partidaria de sus miembros.

Elementos simbólicos de la personalidad de Zelaya, han sido incorporados, espontáneamente por la gente, como representativos del propio FNRP.

Sería un error estratégico suponer que, por ahora, el movimiento social y alternativo, por si sólo podría llegar a la Constituyente. La simple insinuación de separar a Zelaya, apartará también a los cientos de miles de desempleados, de vendedores informales, de mujeres dedicadas a sus hogares exclusivamente, de personas no organizadas en otro grupo social o político, fuera de su propia familia y del mismo FNRP.

Sin mencionar, si quiera, la prevalencia y fidelidad a ciertos valores humanos que, esperamos y creemos, deben estar impregnados en un movimiento, noble y extraordinario, como el de la Resistencia, y que se necesita formen parte de sus procesos educativos.

Hay que analizar cuántos de eso miles de personas estuvieron presentes, en otro tiempo, en las movilizaciones populares, comunales, de barrios, sindicales, campesinas, magisteriales, de derechos humanos, a pesar de la justeza de sus reclamos, y de involucrar demandas necesarias de bienestar favorables a todo un pueblo.

No hay más camino para las transformaciones sociales que la unidad y la solidaridad, dentro y con el FNRP, único ente histórico que ha logrado reunir tanta fuerza social y política en una sola.

Y no debe perderse de vista que éste podría ser también, el único momento, ante la arremetida violenta de un plan mundial por la retomada de las políticas neoliberales que privaticen todos los bienes nacionales, materiales e inmateriales.

*

Estafeta

Una bola con turbideces

Por Víctor Manuel Ramos

Ramón Villeda Bermúdez aplica, en sus comentarios, una lógica muy sui géneris, muy apegada a sus propias verdades. Es por eso que su bola de cristal le enturbia la visión, le pone telarañas que le impiden ver la realidad concreta y tozuda.

Con tales análisis, acomodados a sus interés, es que ve, en el impulso de una Cuarta Urna para preguntar al pueblo si quiere o no una nueva constitución, en los reclamos por tierra para trabajar por parte de los campesinos del Bajo Aguan, en las luchas de los trabajadores de la UNAH por el cumplimiento del Contrato Colectivo, actos de hondureños que les gusta jugar con fuego.

Él ve fantasmas en todas estas manifestaciones de la hondureñidad por recuperar la conducción del país. Ve, en todas estas acciones legítimas del pueblo, peligros de intromisión foránea en nuestra democracia. Por supuesto, cuando habla de nuestra democracia, no se refiere a la del pueblo que reclama bienestar, salud, educación, trabajo, agua, energía a precios justos, mejores caminos y mucho más. Se refiere a la democracia de la que goza un minúsculo grupo que esquilma al país sin misericordia.

Su mayor deseo, parece ser, que el pueblo siga con una venda en los ojos y que no se entere de lo que pasa a su alrededor y en el mundo entero. Desea que los hondureños de abajo no nos demos cuenta que algo pasa en Ecuador, en Bolivia, en Nicaragua, en Venezuela. Anhela que los hondureños amemos, sin reparos, esta santa democracia que nos ha recetado la oligarquía hondureña, a pesar de que ha sido un soberano fracaso, por cuanto no ha logrado sacar a la mayoría de los hondureños de la miseria y de la sumisión a los grandes intereses de una burguesía antipatriótica que nos desgobierna (no se olvide que la mayoría tiene doble nacionalidad: gringa y hondureña).

Por esas cosas de su confusión, con respecto a las verdaderos intereses del pueblo, es que Villeda celebra las declaraciones de Lobo en las que pretende aclarar, lo que hace viene a confirmar su indiferencia por el pueblo, que la idea de una Asamblea Nacional Constituyente no forma parte de su agenda política, precisamente porque, ¿ qué interés podrá tener en interpretar los verdaderos anhelos del pueblo hondureño que ha demostrado con creces que su principal ambición, en estos momentos, es una nueva Constitución para refundar el país e instaurar una democracia en donde se sienta el poder de la voz mayoritaria de los catrachos?

Por esa misma razón, Villeda ve en su bola de cristal, en las acciones de los campesinos del Bajo Aguan, una agenda extranjera, muy a pesar de que quien inició el movimiento de la Reforma Agraria fue su padre el Presidente Villeda Morales. Villeda prefiere que los campesinos no se inmiscuyan en política, él piensa que la política es asunto de personajes con saco y corbata, y prefiere que los campesinos se sienten a esperar a que San Juan baje el dedo y que Lobo, ocupado en cosas más importantes, tenga por fin un instante para ocuparse de estos asuntos intrascendentes. Además ya han esperado más de cincuenta años, nada pierden los campesinos al esperar otros cincuenta, con la tripa pegada a la columna vertebral, aplastados por el peso de la miseria.

También le incomoda que los maestros sean protagonistas en esta lucha del pueblo hondureño. El añora a aquellos maestros amaestrados por la tiranía cariísta que enseñaban a punta de garrote y de sometimiento al ideal de la dictadura de perpetuarse a través de trampas electorales y golpes de Estado, al margen del deseo mayoritario del pueblo.

Esa bola de cristal de Villeda le muestra los problemas de Honduras muy compartimenta izados: Aguan, aquí; las luchas magisteriales, allá; el justo reclamo de los trabajadores universitarios, acullá; la exigencia de una Asamblea Nacional Constituyente, por otro rincón. No se percata que todo es la continuación del hilo de una misma madeja: el engaño y la miseria en que han tenido sometido al pueblo hondureño, que por fin, está despertando y exigiendo sus inalienables derechos.

No se asuste, mi querido amigo, nadie quiere incendiar el país. Por lo menos quienes estamos del lado de la Resistencia. No están de nuestro lado los fusiles, los garrotes, los tanques, los helicópteros, los tanques tira agua, las bombas lacrimógenas, los escuadrones de la muerte. No podría responder por la oligarquía. Más bien me atrevería a decir que estos preferirían dejar estas tierras en total despojo, antes de entregarlas a su legítimo dueño: el pueblo. No estamos planteando quitar a los ricos lo que tienen para repartirlo entre los pobres. Queremos simplemente recuperar lo que siempre perteneció al pueblo: la telefonía, de manos de las compañías privadas; la lotería nacional, de manos de las otras loterías particulares; la empresa de energía eléctrica, de manos delos avorazados productores térmicos; las minas, de los depredadores extranjeros del medio ambiente; la enseñanza pública, de los traficantes de la educación; la fe religiosa, de los sacerdotes y pastores mercaderes; la tierra, de los insaciables terratenientes; la dignidad de ser hondureño con plenos derechos, aplastada, por las hordas represivas del ejército nacional; el orgullo de haber nacido en Hibueras, hecho trizas por quienes han propiciado que muchos catrachos arriesguen su vida para ir a otros países para enviar sus remesas para el enriquecimiento de los poderosos de este lar.

¿Qué podemos esperar de esta democracia que ha fracasado rotundamente? Porque si el ideal es Los Estados Unidos, ¿hasta cuándo alcanzaremos el nivel de vida y de dignidad de los habitantes de ese país? ¿Habrá que esperar medio siglo más? ¿No cree Ud. amigo Villeda que para “paja” ya tenemos suficiente?

*

Oligarquía Expuesta

Arte: Arturo Gallo Sepia.

Por Celso Martins*

Florianópolis Santa Catarina Brasil

La oligarquía hondureña está desnuda frente a la comunidad internacional.

Lo que antes hacía internamente y sin ninguna repercusión internacional, ahora es denunciado a los cuatro vientos.

Los oligarcas hondureños arrastran consigo a las instituciones pilares de Honduras: además del Ejecutivo que fue secuestrado y entregado a un Lobo con 17% de los votos, tenemos un poder Legislativo dominado por media docena de familias y un Poder Judicial sin independencia que actúa conforme a las instrucciones de la oligarquía. Las manchas de la Corte Suprema y de la Fiscalía de la Nación obtienen visibilidad, si no frente a la opinión pública, por lo menos junto a sus pares abogados, jueces, fiscales, representantes legales y a los Tribunales, siempre atentos.

La élite castrense actuó de acuerdo a los intereses externos a los cuerpos del Ejército, Marina y Fuerza Aérea, pisó la Constitución, respaldó acciones extranjeras, se tornó el gendarme de su propio pueblo. Lo que no pudieron hacer directamente fue dado a terceros y ejecutado por paramilitares denunciados por la ONU. Todo eso negociado hasta el hartazgo. ¿Antes del golpe, quién había oído hablar de Romeo Velázquez en Brasil? Pues ahora, ese general reservista que dirige las telecomunicaciones de Honduras es figurita marcada en muchos álbumes.

La oligarquía arrastró consigo a la Policía Nacional, encargada de la represión directa de las manifestaciones, ejecutada con detalles de máxima crueldad, como el uso de barrotes de hierro como toletes, sin hablar de las bombas y los gases. Las imágenes mostrando a la Policía y el Ejército reprimiendo a su pueblo cubren el Planeta por la Internet.


El catolicismo en Honduras ya estaba decaído cuando surgieron las denuncias de pedofilia encubiertas, práctica común en el Vaticano: cupo a Oscar Andrés Rodríguez Madariaga, Cardenal Presbítero de Santa María de la Esperanza, provocar la ruptura entre la cúpula católica y sus fieles seguidores al bendecir el golpe y la represión. Esto incomoda a los brasileños que tiene en Nuestra Señora Aparecida a su patrona espiritual. Incomoda a los demás devotos de Cristo en América Latina, incomoda a los católicos de todo el Mundo. Todos nosotros vimos y nos avergonzamos de la postura de la cúpula católica hondureña y su alianza con la oligarquía desnuda y expuesta de Honduras.

Sabemos que hay un comando clandestino de represión a la Resistencia, encargado de eliminar paulatinamente algunas cabezas, tratando con ello de contener a las restantes. A pistoleros de países latinoamericanos se juntan paramilitares entrenados en Colombia, auxiliados por servicios de inteligencia de Estados Unidos e Israel.

La derecha hondureña, acostumbrada a hacer y deshacer, hacer ahora un verdadero strip-tease, sin percibir que la opinión pública internacional observa, atentamente, la escena ridícula, la pantomima burlesca actuada por Césares tocando la lira en medio a las llamaradas.

¡Honduras nunca más será la misma! Nuestros ojos están abiertos, nuestros oídos atentos y la punta de la pluma bastante afilada.

¿Antes de Zelaya que sabíamos de Honduras? Teníamos vagas referencias: íntegra el territorio del antiguo pueblo Maya y sirvió de base para los Contra que combatieron a la Revolución Sandinista. No sabíamos mucho más que eso.

El golpe hizo brotar una Honduras que el mundo pasó a conocer, con la cual simpatiza y se solidariza: la Honduras creativa y combativa, integrada por hombres y mujeres de gran nobleza, altivez, compostura y coraje. El mundo se enteró de los Garífunas, de los Lenca, de los campesino de Aguán y de los jóvenes hombres y mujeres que combaten en las calles y en las Colonias y barrios de Tegucigalpa y Comayagua. Ahora conocemos a Dionisia Díaz, la Abuelita de 1954 al frente de la Resistencia, simbolizando la activa participación femenina en la trinchera por el retorno a la normalidad democrática.

Los golpistas han hecho un castillo del aparato público bajo usufructo privado y en él actúan una comedia que el mundo ve como tragedia. Lo que muestran como uñas, más parecen garras. Estaban acostumbrados a mandar y ser obedecidos inmediatamente, sin ponderación o cuestionamiento. ¡Ahora no!

Hombres y mujeres de la estirpe de un Juan Almendares, Juan Barahona, Carlos Reyes, Berta Oliva, Rafael Alegría y otros no se rinden. Los poetas, músicos, cronistas, actores, cineastas y fotógrafos allí están, para impedir que las cosas continúen como antes. FIAN Honduras, Vos El Soberano, Tiempo, Radio Globo y una decena de vehículos alternativos impiden el olvido. El rey está desnudo, afirman, mostrando la imagen.

Los Facussé de Honduras no podrán más hacer sus negocios lícitos o ilícitos, bajo protección oficial, sin que sean cuestionados, denunciados, molestados de algún modo. Los que están en la Resistencia forman el embrión de una nueva Honduras, adiestrándose de a poco para substituir la Honduras oligárquica, que pasó a tener los días contados desde que se expuso al mundo.


*Periodista e Historiador, editor del blog: Honduras é logo ali! (¡Honduras, es aquí cerquita!)
http://honduraselogoali.blogspot.com


Traducción: Raúl Fitipaldi.
www.desacato.info

*

Honduras:
Los periodistas obligados

a usar chalecos antibalas


Por Guillermo Mejía

En este país centroamericano las cosas llegaron al extremo para los periodistas. El asesinato de seis colegas en los últimos tiempos obligó a que los comunicadores anden con chalecos antibalas por si a los criminales se les ocurre otro atentado, mientras las autoridades policiales hacen gala de su incapacidad por auxiliar a la justicia y, lo peor, en mucho se acusa a los gendarmes de andar en las movidas.

El gobierno de Porfirio “Pepe” Lobo, además de carecer de legitimidad por ser sucesor del golpe de Estado del 28 de junio, no haya qué decir cuando lo interpelan por la matancinga que a diario arrebata la vida de hondureños. En los periodistas, de adentro y de afuera, existe preocupación por la serie de crímenes, algunos de los cuales se les achacan al narcotráfico.

El matutino hondureño La Tribuna expuso en una nota periodística: “Ante la muerte de seis periodistas, entre ellos Jorge Orellana “Georgino”, el temor se ha apoderado de algunos reporteros sampedranos, quienes se han visto obligados a utilizar chalecos antibalas para proteger su vida. Diariamente los periodistas se exponen al peligro.”

“Pedro Rápalo, reportero gráfico de La Tribuna, considera que es necesario tomar medidas de seguridad, considerando que los fotógrafos y reporteros diariamente se miran obligados a participar en escenas peligrosas.”, continuó.

“Los atentados contra los comunicadores tienen con las barbas en remojo a los hombres y mujeres que se dedican a esa profesión, algunos de ellos hasta han anunciado que se van a retirar de este quehacer, particularmente los que participan en programas de opinión.”, añadió el rotativo.

Lamentablemente, no han existido mayores muestras de solidaridad por los asesinatos en los demás países centroamericanos. En el caso de El Salvador, por ejemplo, los periodistas y editores (dueños de los medios) se han preocupado más por acusar a una jueza de menores, ya que hizo cumplir la ley de menores al matutino La Prensa Gráfica. El periódico cometió el yerro de publicar la identidad de un menor acusado de un crimen.

De todos es conocido el asunto, pero las muertes en Honduras han pesado menos que la instrumentalización mediática que se ha hecho en torno al caso judicial. Los empresarios y políticos, junto a muchos colegas, han puesto el grito en el cielo por una situación que no cuesta entender, pero no han dicho esta boca es mía frente a los crímenes en Honduras.

Claro que el asesinato por sicarios se ha extendido desde la situación que se generó tras el golpe que expulsó a Manuel “Mel” Zelaya la mañana del 28 de junio antes de que se iniciara una consulta popular para oficializar si el pueblo catracho reconocía la posibilidad de llevar a cabo una Asamblea Constituyente a fin de afianzar una democracia participativa.

Irónicamente hasta el presidente estadounidense Barack Obama le pidió este 26 de abril a Porfirio “Pepe” Lobo que se ponga las pilas frente a los crímenes de periodistas y otras formas de violación a derechos humanos en el país, aunque de todos es conocido cómo se fraguó el golpe de Estado y que los gringos se metieron con todo.

Algo que sí hay que celebrar es el hecho que los colegas, principalmente de San Pedro Sula, están utilizando las redes sociales para compartir y denunciar los asesinatos. En Facebook existe un grupo, creado por la colega Dunia Orellana, llamado “No más asesinatos de periodistas en Honduras”. En hora buena, entonces, vaya nuestra solidaridad y participemos. Adelante colegas, no más crímenes.

Nenhum comentário:

Postar um comentário