quarta-feira, 30 de dezembro de 2009


ENTREVISTA CON
MANUEL ZELAYA

María Laura Carpineta

EL VILLANO DE CATACAMAS
Oscar Amaya Armijo


Nos quedamos sin nada
Ricardo Salgado


Inocentes
Candelario Reyes García


*

Jose Manuel Zelaya, presidente de Honduras. Foto: Wikimedia.

ENTREVISTA CON MANUEL ZELAYA, PRESIDENTE DERROCADO DE HONDURAS, REFUGIADO EN LA EMBAJADA DE BRASIL EN TEGUCIGALPA.

“Estoy en manos del
general Romeo Vázquez”


A cinco días de las elecciones, el presidente arrancado de su cargo culpó a Estados Unidos por su cambio de posición con la dictadura. “Obama no sólo no priorizó la democracia en Honduras, no priorizó la democracia en América latina.”

Por María Laura Carpineta

Manuel Zelaya tiene todas las razones para estar enojado, pero no lo demuestra. Atiende el teléfono desde la embajada brasileña en Tegucigalpa con un tono amable, opacado sólo por el cansancio de quien vive encerrado y asediado desde hace dos meses. El presidente hondureño derrocado perdió la pulseada y lo sabe. Cuanto más se acercan las elecciones del domingo próximo, más patente se vuelve su impotencia. “Estamos en la lucha del más fuerte, y la verdad es que no sabemos qué va a pasar”, reconoció ayer por la tarde. No quiere adelantar sus próximos pasos, pero deja todas las puertas abiertas. En diálogo con Página/12 no descartó el exilio ni negociar con el próximo presidente hondureño. “Mis diferencias son políticas, no personales”, se escudó.

Minutos después de la entrevista, las organizaciones de derechos humanos hondureñas confirmaron un nuevo asesinato, a cinco días de los comicios. “La dictadura sigue reprimiendo a la resistencia. Hoy (por ayer) apareció muerto un maestro que había sido detenido por la policía el lunes. ¿Cómo pueden llamarse líderes democráticos los que callan y apoyan este terrorismo de Estado?”, sentenció Bertha Oliva, veterana dirigente. Según sus cálculos, Gradis Espinal, jubilado de 58 años y padre de tres hijos, es la víctima número 26 de la dictadura.

Ninguno de los principales medios hondureños se hicieron eco de la noticia; la dictadura ni se pronunció. “No todos tenemos las mismas posibilidades en estas elecciones”, recordó Zelaya.

–Finalmente se llegó al peor escenario político, elecciones bajo dictadura. ¿Por qué no se logró la restitución, qué faltó?

–Hay un mandato de la OEA, otro de la ONU y está el Plan Arias. Todos pedían la restitución para poder hacer elecciones democráticas, en igualdad de condiciones. Todos lo pedían, pero no se dio. No se dio porque Estados Unidos renunció a su posición, cambió su prioridad, apoyó las elecciones sin restitución y esto eliminó las posibilidades de restaurar la democracia hondureña. No sólo no priorizó la democracia en Honduras, no priorizó la democracia en América latina.

–¿Cometió errores en los últimos cinco meses?

–Las negociaciones avanzaban, pero cuando Estados Unidos cambió su posición hacia la dictadura, todo se cayó. Eso fue lo que pasó.

–¿Cree que el boicot electoral será suficiente para hacer tambalear al próximo gobierno?

–Hay que pronunciarse contra el proceso, tiene una raíz ilegal y no todos tenemos las mismas posibilidades. La democracia debe ser un acuerdo político para que todos podamos competir en igualdad de condiciones.

–No parece suficiente para desestabilizar al próximo gobierno...

–Mire, estas elecciones tienen tres elementos que las hacen únicas. Primero, es la primera vez en América latina que se realizan elecciones después de una dictadura sin un pacto social previo. Segundo, las elecciones se convocan bajo un estado de represión: y tercero, existe un gran temor a un fraude electoral. Son elecciones débiles y de ellas saldrá un gobierno débil.

–¿Cómo sigue su vida después de las elecciones? ¿Continuará en la embajada?

–Estamos luchando por una causa que no tiene límites de tiempo ni de espacio. Se trata de sacrificios y de continuar luchando por la libertad, aquí o donde sea. Cuando se pierde el sistema democrático, se pierde el destino del país entero. Estamos peleando la lucha del más fuerte, y la verdad es que no sabemos qué va a pasar.

–¿Intentará dialogar con quien gane las elecciones?

–Yo me alejé políticamente de ellos porque apoyaron el golpe, no salieron en defensa de la democracia y los derechos humanos, como nosotros. Tenemos diferencias políticas, pero no personales.

–¿Está pensando en exiliarse o se imagina viviendo en Honduras?

–Mi vida en sí está en manos del general Romeo Vázquez Velázquez. No me preocupo por eso, él decidirá qué puedo hacer.

–¿Pero usted está considerando exiliarse?

–Mi vida está ligada al pueblo hondureño y está orientada a luchar por una causa, la de la democracia y la libertad hondureña. Esa causa no tiene un tiempo, una forma o un lugar determinado. Eso no es importante.

–¿Cómo quedó su relación con el gobierno estadounidense después de su giro en favor de las elecciones hondureñas?

–Todo el derecho internacional dicta que Estados Unidos puede tomar la decisión que quiera. Nosotros no cuestionamos su soberanía. Pero cuando ese gobierno hace un trato conmigo, yo tengo derecho de reclamar. Siempre guardaré un respeto por esa nación libre, pero Estados Unidos no cumplió con su palabra.

–¿Obama le había puesto condiciones para apoyar su restitución?

–No, ninguna. Prometió la reencuadración del sistema democrático antes de las elecciones, nada más.

–Y, ¿por qué cree que Estados Unidos cambió de opinión?

–El senador De Mint lo dijo muy claro. Yo no hago juicios, él lo dijo. El vino, como muchos otros republicanos, y habló con Micheletti. Después volvió a Washington e hizo un acuerdo con el presidente Obama. No hace falta especular demasiado.

–¿Cómo deberían actuar los países latinoamericanos con el próximo gobierno?

–Además de impugnar las elecciones, vamos a pedir que se anulen. Los países que se sumen no van a estar defendiendo solamente los derechos de los hondureños, sino de todos los latinoamericanos.

–Mucho se ha discutido sobre la polarización política que existía en Honduras antes del golpe. Si pudiera hacer alguna recomendación a los mandatarios vecinos para evitar una situación similar, ¿cuál sería?

–Cuando un presidente quiere corregir la economía y hacerla más justa necesita hacer reformas que no son del buen agrado de las transnacionales financieras, de servicios e industriales. Mi recomendación para los presidentes que quieran de verdad a sus pueblos es que se mantengan firmes, aun si aparecen amenazantes las viejas castas militares.

*

EL VILLANO
DE CATACAMAS


Por Oscar Amaya Armijo

Desde Catacamas, una ciudad ubérrima del departamento de Olancho, procede el hombre que para la oligarquía es el “villano” más odiado. Proviene de una familia criolla que tiene 7 siglos de vivir en Honduras.

Ese “villano”es Manuel Zelaya Rosales, personaje que nació en una zona hondureña que, desde el punto de vista cultural y política, se destaca por la presencia de grandes intelectuales entre los que se cuentan José Antonio Domínguez, Froilán Turcios, Alfonso Guillen Zelaya, Clementina Suarez, Medardo Mejilla, Paca Navas De Miralda, Armando Sarmiento, Félix Cesáreo, Rafael Rivera, entre otros.

Le precede también un rebelde que causó historia en ese departamento: el agrarista revolucionario Serapio Romero, más conocido como el Cinchonero.

Mel , como se le conoce familiarmente, se convirtió en “villano” para la oligarquía por las siguientes acciones “malévolas”:

Abandonar su posición de clase oligárquica y volverse partidario de los sectores que conforman las grandes mayorías hondureñas.

Porque en el día de toma de posesión de su gobierno, en un acto sin precedentes, se negó a leer un discurso que le había redactado el mayor oligarca y golpista del país: Carlos Flores Facusse.

Por llegar al acto de posesión cargando una Ley de Trasparencia para combatir la corrupción entronizada en el Estado, desde siempre.

Po redactar y aprobar una Ley de Participación Ciudadana, con el propósito de que los hondureño intervengan activamente en la toma de las grandes decisiones atinentes al desarrollo del país.

Por enfrentarse denodadamente a las empresas transnacionales (Shell, Texaco, etc.) y cambiar la fórmula para la venta y distribución de combustible, reduciendo precios para beneficio de la producción nacional.

Por establecer una gestión y administración estatal basada en el cumplimiento de objetivos precisos en los planes operativos institucionales, censurando (o aplazando) aquellas que no cumplieran con los propósitos a ellas asignados.

Por determinar la gratuidad de la matrícula para los niveles primarios y medios del sistema educativo de carácter público.

Por haber roto el monopolio y la corrupción en la compra, por parte del Estado, de medicinas y armas en poder de empresarios inescrupulosos.

Por querer contralar el negocio de la energía térmica en poder de empresarios voraces de la empresa privada.

Por Romper el monopolio en la distribución y venta de combustible y entrar en negocios justos y equitativos con Petrocaribe.

Por afiliar a Honduras al ALBA (Alternativa Bolivariana para América) propuesta de América Latina para el desarrollo en contraposición al ALCA, oferta neoliberal del imperio.

Por procurar la conservación de los recursos naturales del país y pretender, en tal sentido, explotar yacimientos de petróleo con la empresa Petrocaribe, alejándose de las empresas monopolistas de Estados Unidos.

Por establecer una política exterior libre, al margen de los acondicionamientos tradicionales con el imperio.

Por no dejarse manipular de la Empresa Privada (COHEP), al pretender ésta, imponerle un modelo de desarrollo para beneficio exclusivo de los empresarios.

Por denunciar los reiterados actos de corrupción del Poder Judicial de Honduras, poder que inclina la ley a favor de las clases dominantes.

Por desenmascarar el carácter antipopular del poder legislativo, poder que legisla para apuntalar los bienes y ganancias de un reducido número de familias que controlan la producción nacional.

Por haber destituido, sin temor alguno, al Jefe de la Fuerzas Armadas por negarse a cumplir una orden de su Comandante general.

Por establecer el proyecto de Vivienda Solidaria para beneficiar a los sectores populares, carentes de una vivienda, especialmente la madre soltera.

Por pretender transformar la Base militar yanqui de Palmerola en un Aeropuerto Internacional Civil al servicio de todos los hondureños y de la comunidad internacional.

Por pretender consultar al pueblo hondureño, mediante una Cuarta Urna la posibilidad de convocar una Asamblea Nacional Constituyente y refundar el país por otro más solidario e incluyente.

Por impulsar el proyecto red solidaria para ayudar al crecimiento de las familias desposeídas del país.

Por haber decretado un salario mínimo decoroso para beneficiar a los trabajadores urbanos y rurales del país, tras conocer las ofertas degradantes de la Empresa Privada hondureña.

Por destinar los recursos de Petrocaribe y el Alba para potenciar el desarrollo nacional mediante proyectos como CONIALBA, Casa ALBA, proyectos culturales, bonos campesinos y magisteriales, transportistas y subsidios en la energía eléctrica y los combustibles, entre otros.

Por elevar el nivel de conciencia del pueblo hondureño, volviéndolo más exigente y participativo en la toma de decisiones nacionales.

Por convertir la Casa Presidencial, por primer vez en la historia, en un lugar de encuentros del movimiento popular hondureño para conocer y actuar sobre sus necesidades.

Por desarrollar proyectos de infraestructura de apoyo a la producción Nacional.

Por no perseguir a nadie por sus concepciones políticas, respetar la libertad de expresión y movilización de los hondureños.

Por no utilizar los aparatos de represión contra el pueblo hondureño.

Estos y otros actos, convirtieron a Manuel Zelaya Rosales en un “villano” para las clases dominantes, pero en un ser querido para los sectores explotados del país.

La historia se encargará, en otros momentos de mayor objetividad, de registrar con precisión las acciones de este hombre que conjuntó a la gran mayoría de los hondureños para encabezar un poderoso movimiento de resistencia y transformación nacional que apenas comienza.

*

Honduras:
Luchamos por todo o
nos quedamos sin nada


Por Ricardo Salgado

Ciertamente es complicado ser un hondureño pobre. Peor es ser pobre en resistencia, ya que a los males de siempre se une el riesgo permanente de caer victima de la feroz represión de los asesinos en el poder. Otra cosa es pertenecer a la oligarquía o a los súbditos que se desgañitan diciendo que este régimen “democrático” es lo mejor; en este grupo encontramos tanto a los ejecutores del golpe como a aquellos que lo acuerparon.

Los titulares de los diarios, noticieros y demás formas de divulgación apuestan a la “amnesia total”; el reloj se detuvo a las 5:40 de la mañana del 28 de junio; los muertos son una abstracción de la que nadie habla; la represión brutal solo se percibe si se buscan evidencias; los asesinatos políticos selectivos suceden sin mucha bulla, no pasan de unas notas o citas periodísticas que nunca buscan investigar a fondo; eso le queda, convenientemente, a la policía.

Ya hace un rato el presidente Zelaya, es el presidente “depuesto”, “derrocado” y otros adjetivos que lo ubican en el pasado político de las mentes manipuladas por los medios. Al contrario se incrementa la presión sobre el público diciéndole de mil formas que el golpe fue una bendición celestial y que el “transportista” es algo así como un emisario del bien.

Ahora todos hablan de reconciliación entre los hondureños. Hacen votos para que el nuevo gobierno “cure” las heridas, dejadas por la “crisis política”. Curioso como le cambian nombre a tantas cosas. ¿Cuales son las heridas que quieren curar? Pues realmente lo que están haciendo es jugando a que el tiempo haga su trabajo en el consciente colectivo para que se acabe el peligro de ingobernabilidad.

El golpe en toda su magnitud, incluyendo las elecciones, son una ofensa de proporciones incalculables para el pueblo hondureño. Sus consecuencias nos perseguirán por mucho tiempo, si es que no hacemos algo ahora mismo por nuestro propio destino. Gran parte de nuestro pueblo siguió de lejos los eventos desde el golpe, confiando mas en la eventual “normalización” que en la lucha por el bienestar colectivo; ese fenómeno ahora pende como una terrible maldición sobre nuestro porvenir.

Los motivos del golpe de estado, por si alguien lo ha olvidado, son esencialmente económicos. Los demás intereses, incluidos los políticos, vienen derivados de ellos. Los delincuentes que propiciaron el golpe (no sus ejecutores), vieron como una amenaza demasiado cercana la posibilidad de que las mayorías populares tuvieran la opción de decidir sobre sus intereses.

También entran en juego los intereses económicos y estratégicos del imperio gringo, que busca controlar una zona que, bajo la correlación de fuerzas actual, puede, mas temprano que tarde, ser de importancia capital para su propia subsistencia. Los yankees no han cesado ni un solo instante de luchar contra los intereses de los pueblos latinoamericanos que les han sido siempre adversos.

Seis meses después del artero ataque a la democracia nacional, llega la hora de pasar la factura al “flaco” estado hondureño. Con el precio que debe pagar, solo puede bajar mas de peso, al límite de su existencia. Los ejecutores del cobro han alineado las piezas a lo largo de este tiempo en que nos “distraían” a garrotazos. El fin último de los pseudo empresarios es deshacerse de los controles que el estado les impone.

Provoca conmoción ver como después de todo siguen argumentando que hay que generar condiciones “favorables” a la inversión; que nuestra competitividad radica en los magros salarios que se pagan; que las exportaciones de monocultivos son la vía hacia el desarrollo; que la mejor energía es de origen privado. Todas estas cosas ya las pusieron en práctica y no paso nada; la pregunta es ¿cómo podemos seguir creyendo estas mentiras después de tanto sufrimiento?

Las victimas mas propicias de la nueva ola neoliberal en Honduras son las empresas de servicio público. La energía eléctrica se enfrenta a una inminente privatización total durante una crisis ficticia que ya se prepara. Por ahora han llevado a cabo una licitación pública de energía renovable a un precio mayor que el de la energía térmica que actualmente consumimos.

La mayoría de los involucrados en este maravilloso negocio son los mismos que han estado en medio de la generación de energía térmica. Es probable que la vida útil de su parque generador se aproxime a su fin y hayan decido que es tiempo de entrar por la vía de los recursos renovables. En este negocio están implicados prácticamente todos los sectores de poder económico en el país, incluidos los bancos, las importadoras de derivados del petróleo, las distribuidoras de equipo y mucho más.

Es impresionante darse cuenta que en la licitación se acepte que la Empresa Nacional de Energía Eléctrica compre la energía renovable por mas de 30 millones de dólares anuales por encima de lo que paga por la energía térmica. ¿Quién en su sano juicio hace este tipo de concesión? Probablemente el asunto radica en que la ENEE absorverá los costos fijos y variables de le etapa de construcción; o se infla el precio para pagar los intereses de la banca. Es difícil decir.

Otra cosa dura es como la ENEE, que se encontraba en proceso de saneamiento financiero al momento del golpe, hoy haga concesiones a grandes compañías para que produzcan su propia energía, cuando estos son los mayores consumidores del servicio de esta empresa; además de ser los mayores deudores históricos.

No se necesitan dos dedos de frente para saber que estas medidas iniciadas por el gobierno de facto que, seguramente, serán intensificadas por la parte II del mismo a partir del 27 de enero; llevaran a la empresa eléctrica por un despeñadero junto con el pueblo hondureño que será el único aportador de capital a la misma. Esto empeorado por la inevitable devaluación de la moneda nacional.

En pocas palabras la energía se valora a precio mas elevado ANTES de que la mecánica de deslizamiento monetario comience a afectar la importación de combustibles y otros bienes que influyen en la generación eléctrica; que será pagada en lempiras por la población.

En la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones nos enfrentamos a un destino similar. Sus intentos de incursión en la telefonía celular serán clausurados y su poca infraestructura entregada como “botín de guerra” para las empresas de comunicaciones que de forma solicita apoyaron el golpe de estado. Los servicios de telefonía fija permanecerán en manos Hondutel, con esta afligida por la competencia intensa de las empresas privadas y la falta de capital para mantener la vigencia tecnológica.

Es muy difícil suponer que los movimientos que se hagan en Hondutel vayan a ir en beneficio de los clientes. Peor aún, su condición de empresa estatal la perjudicará en el área de las tarifas, ya que deberá dolarizar los cargos al público. No olvidemos que la competencia de la telefonía fija se ha multiplicado y es cobrada en dólares en la actualidad por todas las empresas del sector privado.

La ventaja relativa que tenia esta empresa gracias al monopolio de la telefonía fija, que se pretendía expandir a áreas de competencia como servicio de televisión por cable, telefonía celular y transmisión de datos, ha desaparecido desde el momento en que las empresas de la competencia se han convertido en parte de los “salvadores” de la empresa.

No debemos olvidar que inmediatamente después del golpe, personal de MULTIFON, empresa relacionada con el grupo Televicentro, sustituyó por varios días a los empleados de Hondutel en tareas administrativas y técnicas. El golpe miliar estaba dándole una ventaja increíble al sector privado en un negocio que ellos mismos, los militares, utilizaron como fuente enriquecimiento durante décadas.

Y si vamos a hablar del agua, este asunto ya está consumado. Se han sentado las bases para la privatización de las fuentes de agua mediante decreto legislativo. El propósito: poner a la orden de los países industrializados el agua de fuentes sanas a países industrializados. Esto lo han pretendido incluir en los tratados con la Unión Europea.

La presión europea por la “democracia” en Honduras es una fachada para poder culminar las negociaciones con Centroamérica. Esto probablemente demore por un tiempo el desarrollo en la privatización de este valioso recurso, pero esto no excluye la posibilidad de que se den las primeras iniciativas muy temprano en 2010.

Tenemos frente a nosotros un monstruo de mil cabezas que pretende privarnos de todo asomo de civilización; un monstruo para el que la muerte de nuestros hijos significa solamente estadísticas, daños colaterales; un inescrupuloso monstruo para el que todo tiene precio; todo se vende y todo se compra; un monstruo que mantiene buenas compras entre la clase política nacional.

Después del 28 de junio nos unimos en una sola voz para exigir la restitución de la democracia; por el retorno del presidente; por la Asamblea Nacional Constituyente. Hoy debemos profundizar estas luchas, y tener presente que esta causa lleva de por medio nuestra existencia misma.

Si hoy no definimos una estrategia de lucha por lo que nos pertenece, seguramente no está lejano el día en que tengamos que ver los efectos catastróficos de esta barbarie que hoy vemos con pasmosa pasividad. Este no es un asunto de la resistencia, sino de todos los hondureños, aunque, en realidad, será la resistencia la que nos guie en la defensa de estas y otras banderas.

Evidentemente, el esfuerzo que tendremos que llevar adelante en el año nuevo será infinitamente mayor al que pusimos en este 2009. Estas bestias carroñeras no van a parar hasta poder privatizarnos el aliento. La respuesta a esto no puede ser menos; es imperativo llevar adelante esta lucha desde ya.

Todavía me cabe la duda sobre la posibilidad de plantearle a Lobo Sosa una huelga general para mediados de enero, estoy convencido de que existen muchos motivos para llevar adelante este y otros movimientos de presión contra estas monstruosidades.

Por favor no nos quedemos callados, preguntémosle a la dirección de la resistencia que podemos hacer; como nos paramos de frente ante este sombrío panorama.

28/diciembre/2009

*
INOCENTES


Mártires, porque no gozan la ignorancia,

repudian la ceguera:

al preguntarse, sueñan la verdad.



La respuesta abrasa,

surte en las chorreras de la poesía,

en la maraña del viento, cantando;

en las trenzas de los nidos, tañendo

risa de rocío y pétalos tempraneros.



Así resucitan culpables de libertad,

vida de polen; miel laboriosa de jícara

de la que proviene Hunacpú e Ixbalanqué,

hijos de mártires, vencedores de la oscuridad.



Inocentes, su acusación de culpa

tiene el peso de la luz

al romper con las sombras.



Martirizados y asesinados por los golpistas,

la dictadura infernal

de los vucub caquix

que padecen de soberbia y falsean

diciendo, somos el sol,

mostrando sus dientes de mentira,

su calavera de horror disfrazada con dobleces.



Son perseguidos y desangrados por los zipacná

que idiotizados roban las montañas

como si arrancaran los senos de su madre

para hacer negocios obscenos.



Son lapidados y descuartizados por los cabracán,

viciosos, que comen las entrañas de la tierra

y con grosería rompen la raíces sencillas de la vida.



Pero los inocentes viven, porque la Resistencia

tiene el nombre de la Virgen Ixquic,

que del árbol de los mártires toma la simiente

de la dignidad y vence los engaños

de los señores del averno,

y surte en espigas, berolís, flores de acacias

y Mayapán repone lo suyo en alegría.



Lo que es descarnado se vuelve cenizas y carcoma.

Los poderes asesinos que tienen corazón de palo muerto

donde pululan polillas,

ya no será más que recuerdo de sombras

en el principio de la resurrección

de la sangre del pueblo y la savia de este suelo.


Candelario Reyes García
28 de diciembre, seis meses de resistencia.

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