quinta-feira, 11 de março de 2010

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Me-lo dijo el Padre
Roberto Quesada
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Unidad, teoría y praxis
Ricardo Salgado y Fernanda Tardim
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Freno al fundamentalismo
Víctor Manuel Ramos

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Me-lo dijo el Padre

Por Roberto Quesada*

No son buenos los extremos aunque sea en la virtud”.
Santa Teresa de Jesús, escritora mística española.


Esta semana, que aún no termina, ha sido muy agitada para Honduras, tanto dentro como fuera del país. Entre tantos acontecimientos sobresale la entrevista concedida, después de más de un mes de silencio, por el presidente Manuel Zelaya al periodista Walter Martínez, en su reconocido programa Dossier de Venezolana de Televisión (VTV), en la misma, entre muchas otras cosas, Zelaya dice: “Yo quisiera que Honduras vuelva al concierto de naciones…yo voy a ayudarle al país y al Estado hondureño para que se reintegre otra vez. Anoche hablamos con el presidente Chávez de una agenda para que se pueda reintegrar Lobo al concierto de países… Lobo como presidente y jefe del Estado… Honduras es el país más pobre de America Latina después de Haití. Honduras no puede seguir aislado. El golpe lo aisló.

Hay compromisos serios porque nosotros no reconocemos las elecciones. Sin embargo hay una realidad, y ante esa realidad debemos de buscar una salida…Tiene que haber una agenda de reconciliación, respeto a la Resistencia, que terminen esos crímenes que se están cometiendo, esos homicidios, asesinatos injustos contra gente que simplemente está luchando por una idea… Eso tiene que terminarse, lo mismo como la presencia de los que promovieron y coautores del golpe de Estado que siguen usufructuando cargos…Lógicamente, hay una agenda pero la idea es que Honduras regrese otra vez al concierto de naciones y que sea reconocida por todas las naciones, yo voy a cooperar en eso y voy a ayudar en eso”.

También hoy jueves regresa al país, después de pasar en cautiverio en la embajada de Brasil (soportando tortura psicológica como la de privarlo de ver a su familia en fechas tan especiales como las navideñas) y más de un mes en el exilio, el coloso coterráneo olanchitense Rasel Tomé, a quien ya le revocaron la orden de captura (persecución política) que no pudo sustentarse.

Y, por supuesto, también tuvo mucha acción quien le da al título al presente, el padre Ismael Moreno, cariñosamente conocido como el padre Melo.

El padre Melo, director de Radio Progreso, emisora emblemática contra el golpe de Estado militar en la Costa Norte, a nivel nacional e internacional, que debido a su lucha tenaz en defensa del pueblo hondureño y su valentía (tal como las calificara el Jurado de los Premios de la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE) , junto a Cholusat Sur y Radio Globo, fue merecedora de este premio concedido en Madrid, España, el pasado mes de febrero, en una gala que contó, entre otras personalidades, con la presencia del juez Baltasar Garzón. Por supuesto, tampoco podemos restarle méritos a otros medios que, sin ser premiados, han sido importantes para la lucha contra el golpe de Estado militar como Diario Tiempo, Canal 11, El Libertador y Radio Gualcho.

Radio Progreso, que durante el tiempo álgido del golpe de Estado militar vivió inolvidables momentos históricos como cuando el ejército fue a militarizarla y espontáneamente el pueblo se volcó en su defensa. Asimismo uno de sus periodistas, Gustavo Cardoza, fue apaleado por los cuerpos represivos. No obstante, Radio Progreso mantuvo la cordura, la sensatez, un lenguaje fuerte pero sin jamás caer en la vulgaridad o en la apología del odio, todo esto hacen tanto de su staff de profesionales del periodismo como de su director Ismael Moreno, un modelo a seguir para confirmar que se puede luchar por la justicia social sin recurrir a la calumnia, al chantaje, a la difamación o a denigrar a otros seres humanos sólo por el hecho de que no tomen como propias las verdades que algunos equívocamente piensan que son absolutas, por tanto, irrefutables.

El padre Melo acaba de realizar una gira por los Estados Unidos, especialmente estuvo en Washington D. C., en donde se reunió con altos funcionarios del gobierno de Barack Obama, entre ellos con el subsecretario de Estado adjunto para América Latina, Craig Kelly. También se reunió con Dan Restrepo, consejero político personal del presidente Obama y con varios congresistas. En conversación sobre su viaje que sostuvimos, el padre Melo me dijo que su mensaje para estos altos funcionarios fue el mismo: “El reconocimiento de Honduras por parte de los Estados Unidos y la comunidad internacional no puede ser un cheque en blanco sino que debe condicionarse a que se investigue seriamente todas las violaciones a los derechos humanos, además de depurar la policía y el ejército por su participación directa en el golpe de Estado militar”.

Durante su gira el padre Melo fue recibido en Boston por el dirigente comunitario hondureño Tito Meza, presidente del Proyecto Hondureño, quienes junto al Centro Presente, realizaron una concurrida presentación del padre Melo, en donde afirmó que lo que había ocurrido en Honduras no había sido un golpe destinado exclusivamente para Honduras sino para todo Latinoamérica. Y enfatizó sobre la urgencia de exigir el respeto a los Derechos Humanos.

Compartimos con el presidente Zelaya y el padre Melo la importancia de que los delitos de lesa humanidad no queden en la impunidad en nuestro país, pues de ser así es dejar de par en par las puertas para que se aseste un nuevo golpe de Estado militar en Honduras o en cualquier país latinoamericano. Tanto el presidente Zelaya como el padre Melo saben que condenar a Honduras al desconocimiento internacional es condenar a la gran mayoría, a las clases medias, bajas y pobres a un innecesario vía crucis.

Así ha andado Honduras a nivel internacional, de alguna manera buscando la reconciliación nacional. Y hay gente en que puede creerse como el presidente Zelaya (que no obstante las injurias, calumnias, mentiras, barbaridades que ha padecido en los círculos políticos hondureños él está utilizando los medios a su alcance para que Honduras no se hunda en el pantano de la discordia), y el padre Melo, quien dice que cual referencia sobre mi persona, lo cual agradezco, se la consulten a él, quien, junto a la honorable periodista Enna Rivera, fueron hace unos meses nuestros huéspedes de honor en casa, y la pasaron bien con Lucy y Robertito, a quien el padre Melo le debe un avión, ¡qué suerte que es de juguete!


*Roberto Quesada: Premio Periodístico Jacobo Cárcamo 2009 e hijo predilecto de La Ceiba, 2009. Escritor y diplomático hondureño, autor de varios libros, entre los que destacan El desertor (1985), Big Banana (Seix Barral), Nunca entres por Miami (Mondadori), Los barcos (Baktún), La novela del milenio pasado (Tropismos, Salamanca). El humano y la diosa (Premio de Literatura del Instituto Latinoamericano de Escritores, USA). Actualmente su novela Big Banana es traducida al italiano y trabaja en una nueva novela.

Fonte: FIAN-Honduras/Diario Tiempo (Honduras)

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¿Quién no está por
la reconciliación?

Se ha dicho mil veces en este foro, y se ha repetido otras mil veces, que los hondureños debemos reconciliarnos después de lo que pasó el 28 de junio. Y se han repetido muchísimas veces las condiciones para esa reconciliación. Hay gente moderada en este foro ( yo me considero un moderado) que se sentó un rato a esperar señales serias después del 27 de enero. Como simple ciudadano de a pie, he estado dispuesto a darle el beneficio de la duda al presidente Porfirio Lobo, lo que ocurre es que no he visto más que decisiones en el nivel individual. Que se le permita al señor Rasel Tomé regresar al país y que ya no se le siga persiguiendo políticamente es un buen gesto pero no pasa de ser eso: un gesto individual, no responde en realidad a una política general, seria del gobierno. Es que los hechos están ahí, hablando con la sangre de los asesinados y los perseguidos, acosados y hostigados sólo por ser activistas reconocidos del FNRP. El asesinato de Claudia Brizuela y los asesinatos que le precedieron conmueven la conciencia nacional. Lo he dicho antes: el talón de Aquiles del gobierno del señor Porfirio Lobo Sosa no sólo es el hecho de ser una extensión de la dictadura impuesta el 28 de junio, sino también esa política violatoria de los derechos humanos.

Ojalá que la actitud conciliadora de don José Manuel Zelaya Rosales haga reflexionar a los elementos más duros del golpismo que rodean y aconsejan a don Porfirio Lobo Sosa, quien, hasta ahora, más bien se ha ganado el repudio de una enorme cantidad de nacionalistas que esperaban una actitud diferente de su presidente.

Para concluir, una pregunta: ¿Qué significado tiene el nombramiento del señor Romeo Vásquez Velásquez como máximo jerarca de Hondutel? ¿Qué forma es ésa de llamar a una reconciliación de los hondureños?

Juan Moreno

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Don Juan Moreno:
Estoy totalmente de acuerdo con usted. Es mi primera experiencia,
y no quisiera tener otra, frente a un golpe de Estado militar...y sé
que en Fian se trata el tema de la reconciliación, y estamos en el
mismo barco, debemos seguir preionando con todo lo que esté a
nuestro alcance para que no siga esa cacería feroz contra nuestros
compatriotas sólo por su pensamiento.
Creo que el presidente Zelaya se refiere, tanto como el padre
Melo, a un reconocimeinto negociado, lo que significa ver cómo
puede desmantelarse ese aparato de terror que dejó montado
Micheleti... Puedo estar equivocado, pero no es razón para que
nadie se enoje en lo personal conmigo.
Cordiales saludos,
Roberto
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Unidad, teoría y praxis


Por Ricardo Salgado

Entender las diferencias entre los diferentes movimientos políticos de la izquierda latinoamericana es una tarea sumamente compleja. Es muy probable, que tome toda una vida el análisis de las condiciones que llevaron a niveles casi irreconciliables de desunión, sin poder identificar las contradicciones que generan este mal.

El problema fundamental que nos toca enfrentar, es que mientras estos movimientos políticos mantienen posiciones anquilosadas por varias décadas, el desarrollo de la historia ha mantenido su dinámica, y las leyes dialécticas que la rigen no han cesado ni un solo instante de funcionar. Encontramos entonces, una profunda incompatibilidad entre la teoría y la práctica revolucionarias en nuestro continente.

Desde que se produjeron fisuras ideológicas a mediados de los años 50, producto del carácter irreconciliable de los intereses entre naciones socialistas, la rivalidad adquirido formidables dimensiones. Para servir diversos intereses, se han creado verdaderos monstruos teóricos e ideológicos, bautizados de muchas maneras distintas, que han contribuido de manera decisiva al estancamiento de las luchas populares en el continente.

Este proceso de dogmatización de la teoría científica de la historia, aunque muchos por conveniencia le hacen el juego a la derecha tratando de quitarle el carácter científico, ha magnificado y enraizado contradicciones que hoy bloquean abiertamente la posibilidad de enfrentar efectivamente a los adversarios naturales de los pueblos. Poco a poco, los movimientos políticos de izquierda, han abandonado sus posiciones al lado de aquellos por quienes proclaman su lucha.

Ante esta situación, los movimientos sociales han ido ganando protagonismo en los procesos de transformación de las sociedades en el continente. Esto presenta inconvenientes que resultan claros a la hora de definir estrategias y tácticas unificadas para enfrentar el reto de tomar el poder político en nuestros países.

Además, en un escenario de amplia diversidad de intereses sectoriales; el deseo de resaltar asuntos vinculados con la naturaleza de cada grupo particular, genera interminables discusiones sobre posiciones redundantes, y muchas veces desencuentros insuperables. Las experiencias electorales en países sudamericanos donde asumieron gobiernos progresistas, mostraron movimientos sociales muy fortalecidos y organizados, y movimientos políticos con poca o ninguna capacidad de reacción rápida.

La ventaja innegable de los movimientos sociales radica en su permanente contacto con las bases, y por lo tanto, mayores posibilidades de construcción real de poder. Desde esta posición, la unidad es un objetivo más tangible y alcanzable. El cambio de escenario en esta construcción de poder, de los movimientos políticos a los movimientos sociales, presupone que los primeros, eventualmente, asumirán responsabilidades dentro del ambiente unitario.

Sin embargo, la transición en los movimientos sociales, de las luchas reivindicativas a la decisión de buscar la toma del poder político, requiere de liderazgos claros, firmes, determinados y políticamente comprometidos con los intereses de todo el pueblo. Este liderazgo es fundamental, debido principalmente a que la organización que aglutina a todos los movimientos sociales está obligada a asumir posiciones frente a la realidad nacional en primer plano, sin que esto vaya en menoscabo de la importancia de la reivindicaciones de sus miembros.

Es importante entender que los movimientos sociales y políticos, no son mutuamente excluyentes, por el contrario, frente a condiciones y coyunturas políticas que requirieran de reacción rápida, la vía más expedita para encontrar las respuestas adecuadas se encuentra en la interconexión de las acciones de ambos, sin olvidar que los movimientos políticos tienden a ser más estáticos en razón de sus fuertes compromisos y arraigo.

Planteado así, el problema de la unidad latinoamericana, pasa por la construcción de una base sólida constituida por los movimientos sociales, la construcción de poder con miras a asumir la dirección del estado, mientras los movimientos políticos mantienen posiciones de estudio sobre puntos coincidentes de acción entre ellos, y la toma de resoluciones que les permitan estar a la altura de la dinámica de los pueblos.

En ningún caso los movimientos sociales deben rehuir la responsabilidad de adoptar posiciones políticas congruentes con el desarrollo histórico, aún cuando esto implique la búsqueda del poder político; a final de cuentas la práctica política forma parte de su actividad permanente. Debe tenerse en cuenta que es muy probable que todo el desarrollo revolucionario dependa del impulso que se tenga en el seno de los movimientos sociales; sin que esto reste importancia a los movimientos políticos.

La experiencia también nos ha venido enseñando que el escenario político electoral es una vía factible para que los pueblos puedan aspirar a maximizar su representatividad y participación en la toma de decisiones fundamentales para el desarrollo de sociedades más justas. En consecuencia, ningún movimiento, sin importar su naturaleza, debe temer su inserción en disputas electorales dentro del marco del derecho burgués. Por el contrario, debe considerarse a esta como una de las formas fundamentales de acceder al control del estado.

Bajo ninguna circunstancia puede un frente de agrupaciones sociales y políticas, separar las luchas populares de la lucha electoral. Todo movimiento es en esencia político, y la vía electoral necesariamente una de sus alternativas; hacer consideraciones en otro sentido, puede significar un error gravísimo frente a la agresividad y voracidad de los partidos de derecha. Entiéndase que nuestro objetivo común final, y más importante, es la toma del poder; de otro modo no tenemos ninguna opción de incidir definitivamente sobre nuestro futuro.

Finalmente, debe tenerse en cuenta que no puede sacrificarse la teoría revolucionaria en nombre del pragmatismo. Ningún proyecto sin teoría llega a buen puerto, y no hay teoría que sirva sin la praxis necesaria. Así pues, las condiciones esenciales para la victoria radican en tres elementos fundamentales: la unidad, la teoría y la praxis.

Asumir con responsabilidad el reto de construir la interrelación de estos tres elementos, constituye el desafío más importante que se ha presentado ante los pueblos de la América latina durante toda su historia; incluso más importantes que los procesos independentistas del siglo XIX. Por eso, y sin soslayar el significado de la impresionante agresión imperialista en el continente, la clave del éxito en nuestras luchas esta en nuestras manos.

10/marzo/2010

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Companheiros,

corroboro com o escrito por Salgado e completo em PORTUGUES sua importante reflexao:

Há dias atrás, numa conferência sobre comunicação convocada por entidades patronais e toda a grande mídia brasileira, com a presença de jornalistas servis e submissos ao modelo de comunicação vigente no Brasil e na maioria dos países latino-americanos, mídia controlada pelos EUA e o que os EUA significam (um complexo “militar e empresarial), uma potência imperialista, o jornalista Arnaldo Jabor, ex-esquerda (pior que ex-fumante, muito pior), no afã de agradecer os salários astronômicos de cada mês, o direito de falar bobagens, perguntou o que fazer com “essa velha esquerda que teima em sobreviver?”.

Jabor referia-se ao governo do presidente Lula e às dificuldades para que, dentro do processo eleitoral, consigam eles terminar o processo iniciado no governo FHC. Eleger um presidente neoliberal, José Serra.

Uma leitura atenta dessa pergunta do jornalista lambe botas nos remete a uma conclusão simples, singular. Jabor falava de calar essa esquerda e só uma forma de assim o fazer. Um golpe.

Há um processo golpista em marcha em toda a América Latina. Honduras é a face mais visível, a Venezuela, Cuba, Bolívia, Nicarágua e Brasil são alvos prioritários e em maior ou menor escala, ou melhor, em diferentes formas de atuação dos golpistas, mas o papel da grande mídia é o mesmo.

Se em Honduras o golpe conseguiu materializar-se na ação de militares e elites, na Venezuela as dificuldades têm sido imensas, na Bolívia e na Nicarágua os avanços e conquistas sociais dificultam os golpistas e no Brasil, maior país latino-americano, decisivo para a ideologia do neoliberalismo, para o imperialismo, a opção pelo golpe eleitoral começa a fazer água no naufrágio da candidatura de José Serra, governador de São Paulo e discípulo de FHC. E da Fundação Ford.

Em qualquer dessas circunstâncias, golpe branco (como foi a reeleição de FHC em 1998, sem consulta popular e com compra de votos de parlamentares), golpe militar em Honduras, ações terroristas na Venezuela contra Chávez, o cerco àquele país através de bases militares na Colômbia, as pressões sobre o governo de Evo Morales e a ação efetiva contra o governo Ortega na Nicarágua, se traduzem, no Brasil, na pregação amoral e abjeta de excrescências como Arnaldo Jabor. Mas que refletem ações materiais na direção e no sentido de um golpe, qualquer que seja a sua forma.

A direita mostra que não tem escrúpulos e nem preocupação em disfarçar essa falta, pois o pensamento que têm sobre povo de um modo geral é o mesmo que o senador DEM Demóstenes Torres emitiu numa audiência pública que discutia as cotas para negros nas universidades públicas. A escravidão, segundo aquele senador “era um item de exportação da economia africana”.

Seres humanos são itens de exportação e escravização do imperialismo norte-americano através da sede do império os EUA.

Todos esses exemplos, fatos, nos remetem a algumas constatações e uma conclusão única. Constatamos que a direita não hesitará em usar, como nunca o fez, quaisquer instrumentos que considere fundamentais ou indispensáveis a manter intocados os privilégios de elites. O poder dos bancos, do latifúndio, das grandes empresas. Que a chamada liberdade de expressão, na cabeça da grande mídia, é, deliberadamente, um instrumento de alienação e mentiras constantes, a técnica de Goebels, que uma mentira dita repetidas vezes vira verdade.

A conclusão é que ou a esquerda, compreendendo movimentos populares, sindicais, partidos, associações se une em torno de uma agenda comum de luta, ou morre asfixiada nas prisões tal e qual aconteceu nas décadas de 60 e 70 do século passado, continua a ocorrer em países como a Colômbia, o Peru, Honduras, em Guantánamo e em todas as partes do mundo onde os EUA colocam suas botas nazi/fascistas travestidas com efeitos especiais de “guerra ao terror”.

Ou sentamos e discutimos uma unidade básica, fundamental, que é em torno da própria sobrevivência, ou sucumbimos a discursos como os do brasileiro Arnaldo Jabor, verme que a direita usa, como tantos outros, para a pregação golpista, da mesma maneira que imperadores e reis da antiguidade usavam eunucos para festas do poder.

A unidade não é só uma palavra, é uma constatação. A presunção de poder enfrentar sozinho, ou da verdade absoluta, deve ser um privilégio da direita e nunca das forças populares.

Do contrário não iremos a lugar algum.

É necessário refletir e pensar sobre isso antes que as noites cheguem e essa “velha esquerda que teima em sobreviver” seja extinta. (Fernanda Tardin)

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Estafeta

Freno al fundamentalismo


Por Víctor Manuel Ramos

La ciencia es el antídoto contra el fundamentalismo. (Julio Frenk)

Tremendo zafarrancho han armado los curas de nuestro país con motivo de la correcta acción de la Rectora de la Universidad de no permitir la celebración de una misa en los predios de la UNAH. Todo esto, en medio de un volver a los tiempos de la Santa Inquisición , de la Santa persecución en contra de los fundadores de nuestra Republica patrocinados por el Opus Dei, que no es mas que el franquismo injertado en la doctrina de la iglesia católica, opuesta, como lo ha hecho tradicionalmente, a los avances de la ciencia y al progreso social y la libertad del hombre para pensar y decidir su propio destino, consagrada en la Carta Universal de los Derechos del Hombre.

Bien ha hecho la Rectora al poner un alto a los fundamentalistas que, empeñados ahora en rescatar las viejas canonjías de que gozaban durante el régimen feudal de la colonia, han atrapado a los mas connotados dirigentes del gobierno, orillándolos a irrespetar uno de los fundamentos del Estado republicano instaurado por Morazán y los próceres de la independencia: el laicismo.

La UNAH es una institución del Estado y como tal esta obligada a mantenerse al margen de las creencias religiosas, como institución, porque al adoptar una creencia religiosa profesada por un grupo de la sociedad, pone en grave riesgo el principio de la libertad de conciencia y la libertad de culto proclamada en nuestras leyes.

El supremo principio del laicismo ha venido siendo violado frecuentemente por muchos funcionarios del Estado, con inaceptable parcialismo hacia una secta religiosa, la iglesia católica. Por ejemplo en las tomas de posesión de los Presidentes de la Republica vemos a los curas repartiendo bendiciones, y en casi todas las celebraciones de las fiestas cívicas, la mas alta jerarquía del Estado se arrodilla en la Basílica de Suyapa.

Las Iglesias y sus ministros deben mantenerse alejados de la política y de los cargos públicos. Así lo manda la ley. Por eso resulta totalmente ilegal el que tanto el Cardenal como el Pastor Canales estén ocupando cargos en el Consejo Nacional Anticorrupción, en donde, además, lo único que han hecho es santificar la impunidad para los actos de corrupción de los mas altos personeros del Estado.

La Iglesia católica tiene una larga historia de intolerancia. Bertrand Russel sostiene que “en toda época, desde Constantino hasta finales del siglo XVII, los cristianos fueron perseguidos por otros cristianos de lo que fueron por los emperadores romanos”. Ahí esta fresco el caso de Galileo que fue condenado por argumentar a favor de que la tierra se mueve en torno al sol. Ahí están las persecuciones y los torturados y quemados vivos durante la Inquisición. Y que decir de la salvaje persecución, las torturas y la quema de indígenas vivos, en la América colonial, para imponer, por parte de los curas, a sangre y fuego, la religión católica. Las crónicas del Obispo Diego de Landa relatando la quema de los libros de los indios son realmente reveladoras.

Pero no vayamos tan lejos. Fueron los curas lo que se confabularon con las fuerzas más oscurantistas heredadas de la colonia las que actuaron para desmembrar la Republica Federal de Centro América y para derrocar a Francisco Morazán por impulsar reformas liberales que incluyeron la confiscación de los bienes de la Iglesia y la separación de la Iglesia del Estado.

Fue un sacristán, llegado a Jefe de Estado, el que materializo la separación de Honduras de la Republica Federal. Y fue la iglesia, intolerante hasta el tuétano, quien propicio el magnicidio de Santos Guardiola, por el hecho de haber permitido el culto protestante en las Islas de la Bahía , cuando estas fueron devueltas a la soberanía nacional por parte de Inglaterra. El Vicario del Cid llego hasta la osadía de excomulgar al mandatario.

Ramón Antonio Vallejo, denuncio al clero de su época, de múltiples irregularidades y de estar interesados en mantener al pueblo hondureno con una venda en los ojos. Vallejo, frente a tal posición de la Iglesia , tiro la sotana.

Y mas recientemente, la Iglesia Católica hondureña, con excepciones heroicas y honrosas, ha apoyado el golpe de Estado que permitió la toma del poder de una camarilla aupara por los militares, que en los pocos meses que tuvieron a su cargo la conducción del país, esquilmaron, casi hasta su totalidad, las arcas nacionales.

La Universidad tiene problemas de escasez de aulas. Mal haría si dedicara sus pocos espacios para que en ellos se realicen cultos religiosos. Porque además, sabido es que la Constitución , que solo es valida cuando conviene a la oligarquía, establece que es la UNAH la institución encargada de dirigir la educación superior, de tal manera que las universidades privadas, de dudosa reputación en su calidad educativa, se han fundado y funcionan a contrapelo con este mandato constitucional.

De ahí que sea una transgresión de la ley querernos conducir, por parte del Estado, a un humanismo cristiano, porque la acción política del Estado debe, por mandato de la Constitución , estar al margen de las creencias religiosas.

En eso, la Universidad ha dado un paso fundamental. Y, mucho mejor hará si se va a las aulas y se supervisa a aquellos docentes que en vez de ciencia, dedican sus horas de clase a orar o a recitar versículos de la Biblia.

En igual debate están muchas sociedades, entre ellas la mexicana, en donde, Jorge Volpi, incluso, distingue ya la existencia de dos Méxicos: uno el de la libertad de conciencia y del Estado Laico fundado por los próceres de la libertad; y el otro, el de la iglesia intransigente que pretende retomar las riendas del gobierno para penalizar a las mujeres, sobre todo, y legislar a contrapelo con los avances de la ciencia y la libertad de conciencia.

El Estado hondureño se encuentra, por ahora, en las manos de dos fuerzas que desfiguran totalmente sus fundamentos humanísticos: los militares que anulan toda posibilidad al pueblo de ser los verdaderos artífices del destino de Honduras y los curas y pastores que, empeñados en mantener el oscurantismo entre la población, quieren aprovecharse de los recursos del Estado para la elevación, a doctrina del oficial, el fundamentalismo que niega toda libertad de conciencia.

Lo que no hace bien la Rectora es resistirse a buscar una salida negociada al conflicto con el Sindicato.

Nota especial: un bandido ha intervenido mi correo y pide dinero. No atender esa solicitud. Este es mi nuevo correo. Gracias. (ramos.victormanuel@hotmail.com)


Ilustrações: Arturo Gallo Sepia, especial para o Honduras é logo ali!.

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