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A L E R T A S
*
DITADURA
Pronunciamiento y
y denuncia pública
El Movimiento Amplio por
la Dignidad y la Justicia
*
Palabra de los lectores
Víctor Manuel Ramos
*
ESPERANZA…
Oscar Amaya Armijo
A L E R T A S
*
DITADURA
Pronunciamiento y
y denuncia pública
El Movimiento Amplio por
la Dignidad y la Justicia
*
Palabra de los lectores
Víctor Manuel Ramos
*
ESPERANZA…
Oscar Amaya Armijo
Suena informaciòn sobre el Aguàn.
Se rumora con insistencia que: Miguel Facussé ha regado dinero entre bastante gente que mañana, muy de madrugada, saldrà hacía Santa Rosa del Aguán. La vetsimenta será azul se dice, una especie de uniforme de vigilantes. ?Quièn sabe los propositos? Lo que se sabe, es que no son buenos.
Por esto: Alerta para el valiente y digno Pueblo de esa región del país.
Alerte/alerta/
Cuando el rìo suena...... (I. M.)
Se rumora con insistencia que: Miguel Facussé ha regado dinero entre bastante gente que mañana, muy de madrugada, saldrà hacía Santa Rosa del Aguán. La vetsimenta será azul se dice, una especie de uniforme de vigilantes. ?Quièn sabe los propositos? Lo que se sabe, es que no son buenos.
Por esto: Alerta para el valiente y digno Pueblo de esa región del país.
Alerte/alerta/
Cuando el rìo suena...... (I. M.)
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ALERTA 2
APROXIMADAMENTE A LA UNA DE LA TARDE, DEL DIA DE HOY SABADO 6 DE MARZO, FUE DETENIDO EL COMPAÑERO PROFESOR WILLIAM ESPAÑA, MIEMBRO DE LA JUVENTUD DEL COLPROSUMAH DE SAN PEDRO SULA Y DEL FRENTE NACIONAL DE RESISTENCIA POPULAR, POR LA PATRULLA PT 02 DE LA POLICIA PREVENTIVA Y LLEVADO SUPUESTAMENTE A LA POSTA DE CHAMELECON. (J. V.)
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"La dictadura busca callar
las voces de protesta..."
PRONUNCIAMIENTO
Y DENUNCIA PÚBLICA
las voces de protesta..."
PRONUNCIAMIENTO
Y DENUNCIA PÚBLICA
El Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia al pueblo hondureño y a la Comunidad Internacional informa:
Que los últimos acontecimientos en nuestro país dejan clara la política represiva del gobierno espurio del señor Porfirio Lobo Sosa como resultado de unas elecciones fraudulentas producidas bajo la dictadura de Roberto Micheletti, cuya siguiente etapa busca callar las voces de protesta de un movimiento social que históricamente ha demandado justicia y dignidad ante los atropellos, violencia, corrupción y las injusticias de la clase política y empresarial.
Diferentes organizaciones del departamento de Atlántida han asumido un frontal compromiso por la protección y defensa de los recursos naturales de la zona. En su accionar las organizaciones han descubierto que muchas de las fuentes de agua y los bosques han sido concesionados a varias empresas, sin consultar a las comunidades; en función de lo anterior se han producido una serie de manifestaciones públicas demandando a las autoridades del Estado hondureño y a las mismas empresas, el cese de operaciones que ponen en riesgo la vida y la seguridad de los habitantes de éste departamento.
El veintiséis de febrero de 2010 se produjeron varias movilizaciones de la ciudadanía en contra del funcionamiento de las empresas hidroeléctricas, en virtud de los visibles daños ambientales que han causado y por la inoperancia de las autoridades, quienes a pesar de tener en su poder las denuncias, de haber inspeccionado las zona y constatado la seriedad de los daños causados, expresan un cómplice silencio. Entre las empresas que han iniciado operaciones en la zona se encuentra CONTEMPO la cual pertenece al GRUPO TERRA, cuyos principales accionistas son los señores MIGUEL FACUSSE BARJÚM Y FREDY NASSER SELMAN, quienes confrontan a la ciudadanía en muchos territorios del país de los cuales se han apropiado. Dicha empresa opera en los municipios de La Masica y Esparta.
El MADJ considera como una acto de intimidación el comportamiento asumido por los jefes policiales de la zona los comisarios MEJÍA LÓPEZ Y BELTRÁN, quienes se han dedicado a llamar telefónicamente y visitar los domicilios de varios de los compañeros y compañeras que han participado en las acciones en contra de las destrucción de los recursos naturales, entre estas personas se encuentra el compañero MARTÍN FERNÁNDEZ, miembro activo del MADJ.
No nos cansaremos de denunciar, no nos cansaremos de luchar, aún bajo la dictadura los hondureños tenemos dignidad, no permitiremos que nos roben nuestros recursos naturales, destruyan nuestro medio ambiente y violenten nuestros Derechos Humanos.
MOVIMIENTO AMPLIO POR LA DIGNIDAD Y LA JUSTICIA
HAMBRE DE DIGNIDAD, SED DE JUSTICIA
HAMBRE DE DIGNIDAD, SED DE JUSTICIA
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Estafeta
Palabra de los lectores
Por Víctor Manuel Ramos
Estafeta
Palabra de los lectores
Por Víctor Manuel Ramos
Cuando uno escribe para un medio público, es lógico que encontremos, entre nuestros lectores, algunos, quizás la mayoría, indiferentes a lo que decimos, otros están a favor de nuestras argumentaciones y otros en contra, y no solo están en contra, aprovechan la oportunidad para insultarnos. Si quitamos lo de los insultos, que son propios de gente sin ningún nivel intelectual, las demás reacciones son normales. Por otra parte es indudable que no siempre tenemos la razón en lo que escribimos y sostenemos y quienes no coinciden con nuestras posturas tienen perfecto derecho a disentir de nuestros argumentos, tengan o no, ellos o nosotros, la razón. Esa es la gran oportunidad para el debate amplio, sin torceduras y en camaradería.
Juan Ramón Martínez, quien no me sitúa en la lista de sus amigos, insinúa que yo quiero ser su enemigo, por el solo hecho de que he refutado sus aseveraciones desde su Mirador… No veo la razón para su disgusto, porque, en primer lugar, no le he ofendido, y porque, en segundo lugar, no confundo las relaciones personales con las divergencias políticas o ideológicas. No coincido con sus posturas y tengo igual derecho que él a expresar lo que pienso. Es más, como considero que sus aseveraciones tuercen la realidad, creo, además, que es una obligación aclarar las cosas para que sus verdades no queden como dogmas a los que nadie debe osar refutar. Yo no he atacado en forma gratuita a Juan Ramón Martínez, a su persona. Yo he respondido a su pensamiento, a sus posiciones políticas, a sus planteamientos, sencillamente porque no coincido con ellos. Por lo demás, Juan Ramón es mi compañero en la Academia Hondureña de la Lengua y en la Academia Hondureña de Geografía e Historia.
Él se defiende apoyándose en un escribidor anónimo. El defensor anónimo de Juan Ramón Martínez me atribuye frustración, al mismo tiempo que reflexiona gastando tinta y tratándome grosera y cobardemente, tras el anonimato. Pues verá: yo no ignoro nada, ni a nadie que quiera sentarnos cátedra en base a argumentaciones traídas de los cabellos porque, creo es mi deber poner mi raciocinio al servicio del conocimiento basado en el criterio de la verdad.
Aceptemos que Juan Ramón está en la Grandes ligas, pues esa es precisamente la razón por la cual no debe dormirse en sus laureles y pensar que nadie más que él puede llegar hasta ese podio desde donde se puede sermonear con carácter de infalibilidad y dogma.
Yo escribo mi columna Estafeta, palabra que quiere decir Correo y no estafa, como apunta el sabio anónimo que además sabe de Psiquiatría, pero que esconde su nombre (tiene esta patología su designación en Psiquiatría, precisamente), desde los 16 baños, y no son pocos los que no coincides con mis posturas, pero los hay también que se suman a mis argumentos. Álvarez Martínez, por ejemplo, pretendió callarme durante el negro período en que presidió el más oprobioso régimen de asesinatos y persecución que haya vivido Honduras. El General de marras me envió cartas amenazantes e hizo que algunos colegas lame fondillo y antiguos izquierdistas universitarios, me destituyeran de mi cargo en el Ministerio de Salud. La persecución no paró ahí: ha sido imposible obtener una plaza como anestesiólogo en el Hospital Escuela a pesar de haber ganado con amplio margen numerosos concursos; y, en la Universidad, igualmente, se me ha puesto miles de zancadillas para que no ascienda a puestos de dirección, a pesar de mis calificaciones y mis propuestas. Todo por lo que he dicho y escrito.
Y por supuesto voy ha aprovechar para refutar las últimas aseveraciones de Juan Ramón en relación con Zelaya Rosales. A nuestro amigo escritor le aterroriza la sola idea de que Manuel Zelaya Rosales pueda regresar al poder en Honduras. Y acude a su bien elaborada trama argumental que lo lleva a la conclusión de que eso es materialmente imposible. A menos que Pepe Lobo, convertido en un cachorro de pequinés inofensivo, le allane el camino y le coloque la alfombra roja.
Juan Ramón no concibe, ni siquiera en sueños, la posibilidad de que Manuel Zelaya Rosales regrese a la Presidencia por un mandato mayoritario del pueblo, porque en su esquema de democracia -su paradigma parece ser Alemania, aunque en ese país el Canciller puede ser reelecto indefinidas veces-, el pueblo no es el que cuenta, ni es el soberano, ni el que debe decidir cual es el destino de Honduras. De paso ya nos están imponiendo una doctrina que está a contrapelo con el fundamento laico de nuestro Estado, fundamento puesto como base esencial de nuestro quehacer político, nada menos que por Francisco Morazán, y que ahora se quiere tirar al cesto de la basura. Esa doctrina es el “humanismo cristiano”, que no es más que el franquismo “ensotanado” trasladado a nuestras tierras, en base a la falsa percepción de que el pueblo sigue siendo bruto. Tiempo habrá para que releamos la argumentación de Bertrand Russel, Premio Nóbel de Literatura, quien sufrió persecución, de parte de los fundamentalistas cristianos, en la Universidad de Nueva York, por pensar diferente a ellos. Persecución que ahora sufre la Rectora de la UNAH.
La receta de la “economía social de mercado” está gastada. Es un plato que ya nadie apetece, ni es capaz de digerir. Y el pueblo ya no cree en cantos de sirena, ni quiere seguir en el mercantilismo en el que los héroes, como Micheleti, resultan ser unos vulgares ladronzuelos (Bueno nos han robado muchos millones).
Zelaya podrá regresar o no al poder. Y si regresa con el respaldo de las mayorías, su retorno será legítimo, a pesar de la constitución que ha sido hecha a la medida de la oligarquía para burlar las aspiraciones del pueblo y violada cuantas veces les ha sido necesario. ¿Por qué sólo el pueblo no puede violarla? Por ahora, claro está que Zelaya Rosales tiene un prestigio bien ganado a nivel nacional y continental, por su valiente actuación a favor de los cambios, a pesar de sus advertencias y consejos, Juan Ramón. Los hechos lo están diciendo tosudamente. Quizás Pepe, si le escucha, halle el camino de la salvación.
Juan Ramón Martínez, quien no me sitúa en la lista de sus amigos, insinúa que yo quiero ser su enemigo, por el solo hecho de que he refutado sus aseveraciones desde su Mirador… No veo la razón para su disgusto, porque, en primer lugar, no le he ofendido, y porque, en segundo lugar, no confundo las relaciones personales con las divergencias políticas o ideológicas. No coincido con sus posturas y tengo igual derecho que él a expresar lo que pienso. Es más, como considero que sus aseveraciones tuercen la realidad, creo, además, que es una obligación aclarar las cosas para que sus verdades no queden como dogmas a los que nadie debe osar refutar. Yo no he atacado en forma gratuita a Juan Ramón Martínez, a su persona. Yo he respondido a su pensamiento, a sus posiciones políticas, a sus planteamientos, sencillamente porque no coincido con ellos. Por lo demás, Juan Ramón es mi compañero en la Academia Hondureña de la Lengua y en la Academia Hondureña de Geografía e Historia.
Él se defiende apoyándose en un escribidor anónimo. El defensor anónimo de Juan Ramón Martínez me atribuye frustración, al mismo tiempo que reflexiona gastando tinta y tratándome grosera y cobardemente, tras el anonimato. Pues verá: yo no ignoro nada, ni a nadie que quiera sentarnos cátedra en base a argumentaciones traídas de los cabellos porque, creo es mi deber poner mi raciocinio al servicio del conocimiento basado en el criterio de la verdad.
Aceptemos que Juan Ramón está en la Grandes ligas, pues esa es precisamente la razón por la cual no debe dormirse en sus laureles y pensar que nadie más que él puede llegar hasta ese podio desde donde se puede sermonear con carácter de infalibilidad y dogma.
Yo escribo mi columna Estafeta, palabra que quiere decir Correo y no estafa, como apunta el sabio anónimo que además sabe de Psiquiatría, pero que esconde su nombre (tiene esta patología su designación en Psiquiatría, precisamente), desde los 16 baños, y no son pocos los que no coincides con mis posturas, pero los hay también que se suman a mis argumentos. Álvarez Martínez, por ejemplo, pretendió callarme durante el negro período en que presidió el más oprobioso régimen de asesinatos y persecución que haya vivido Honduras. El General de marras me envió cartas amenazantes e hizo que algunos colegas lame fondillo y antiguos izquierdistas universitarios, me destituyeran de mi cargo en el Ministerio de Salud. La persecución no paró ahí: ha sido imposible obtener una plaza como anestesiólogo en el Hospital Escuela a pesar de haber ganado con amplio margen numerosos concursos; y, en la Universidad, igualmente, se me ha puesto miles de zancadillas para que no ascienda a puestos de dirección, a pesar de mis calificaciones y mis propuestas. Todo por lo que he dicho y escrito.
Y por supuesto voy ha aprovechar para refutar las últimas aseveraciones de Juan Ramón en relación con Zelaya Rosales. A nuestro amigo escritor le aterroriza la sola idea de que Manuel Zelaya Rosales pueda regresar al poder en Honduras. Y acude a su bien elaborada trama argumental que lo lleva a la conclusión de que eso es materialmente imposible. A menos que Pepe Lobo, convertido en un cachorro de pequinés inofensivo, le allane el camino y le coloque la alfombra roja.
Juan Ramón no concibe, ni siquiera en sueños, la posibilidad de que Manuel Zelaya Rosales regrese a la Presidencia por un mandato mayoritario del pueblo, porque en su esquema de democracia -su paradigma parece ser Alemania, aunque en ese país el Canciller puede ser reelecto indefinidas veces-, el pueblo no es el que cuenta, ni es el soberano, ni el que debe decidir cual es el destino de Honduras. De paso ya nos están imponiendo una doctrina que está a contrapelo con el fundamento laico de nuestro Estado, fundamento puesto como base esencial de nuestro quehacer político, nada menos que por Francisco Morazán, y que ahora se quiere tirar al cesto de la basura. Esa doctrina es el “humanismo cristiano”, que no es más que el franquismo “ensotanado” trasladado a nuestras tierras, en base a la falsa percepción de que el pueblo sigue siendo bruto. Tiempo habrá para que releamos la argumentación de Bertrand Russel, Premio Nóbel de Literatura, quien sufrió persecución, de parte de los fundamentalistas cristianos, en la Universidad de Nueva York, por pensar diferente a ellos. Persecución que ahora sufre la Rectora de la UNAH.
La receta de la “economía social de mercado” está gastada. Es un plato que ya nadie apetece, ni es capaz de digerir. Y el pueblo ya no cree en cantos de sirena, ni quiere seguir en el mercantilismo en el que los héroes, como Micheleti, resultan ser unos vulgares ladronzuelos (Bueno nos han robado muchos millones).
Zelaya podrá regresar o no al poder. Y si regresa con el respaldo de las mayorías, su retorno será legítimo, a pesar de la constitución que ha sido hecha a la medida de la oligarquía para burlar las aspiraciones del pueblo y violada cuantas veces les ha sido necesario. ¿Por qué sólo el pueblo no puede violarla? Por ahora, claro está que Zelaya Rosales tiene un prestigio bien ganado a nivel nacional y continental, por su valiente actuación a favor de los cambios, a pesar de sus advertencias y consejos, Juan Ramón. Los hechos lo están diciendo tosudamente. Quizás Pepe, si le escucha, halle el camino de la salvación.
victormanuelramos@hotmail.com
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ESPERANZA…
Por Oscar Amaya Armijo
ESPERANZA…
Por Oscar Amaya Armijo
A veces te asalta la desesperanza, el deseo de abandonarlo todo, irte por allí en un viaje sin retorno, cuando ves el camino cuesta arriba; que conspira hasta el aire contra tus sueños colectivos e individuales; que el anhelado cambio se diluye cada vez que te acercas a él, como en la historia de Sísifo, el griego; sientes, por Dios, que la cuesta es interminable; que cruje el planeta como un viejo galeón; entonces, tus andamiajes comienzan a ceder, sientes en tus entrañas la sensación de derrumbe, del cielo que se cae en pedazos; que se apaga la utopía que ayer nomás irradiaba luz entre tus pares y, en la cuerda floja de la incertidumbre, crees que ya nada se puede crear, construir porque todo está consumado: se disipan esos sueños como virutas de niebla; pero, eso sí, déjame decirte, que esa sensación de orfandad que sientes ahora frente a la nada, conviértela en bisonte desbocado que es el optimismo, porque la esperanza es lo que menos debe perderse cuando se tiene la certeza de que tocaremos el cielo, y lo haremos para que los niños vuelvan a los ríos cristalinos, a los bosques preñados de trinos, a los crepúsculos que antes sonrojaron a las abuelas, a aquellas cascadas que aún no dejan de beberse el roció, a los frutales que antes anidaron la concordia, en fin, no te derrumbes, pues recogeremos la fe, la haremos volar como una gaviota que alcanza el horizonte, la tomaremos de las alas y repicaremos con ellas las campanas que antes lanzaron al viento todos los anhelos posibles; entonces, todos gritaremos al unísono ¡victoria!, allí donde los umbrales de la libertad comienzan a tejer un mundo compartido.
*
Es verdad, ¿quién no se ha sentido así? ¿Quién no ha sentido alguna vez que la tierra te succiona y que emprendes un viaje del cual talvez no haya regreso? Son esos momentos en que la mente pareciera permitir lugar únicamente a escenarios definidos sólo por esas palabras citadas por el autor de esta interesante reflexión: derrumbe, oscuridad, impotencia, soledad, orfandad, etc. etc. De pronto, como Amaya Armijo bien lo afirma, el campo que parecía estar tomado por el pesimismo, vuelve a ser ocupado por el optimismo y la esperanza, los ingredientes que hacen surgir en nosotros, eternos soñadores, irremediables creyentes de la paz y del bien, la determinación de no parar y no ceder hasta gritar ¡Victoria! ¡Victoria!
Feliz fin de semana a todos los amigos y amigas del foro Fian Honduras. (Juan Moreno)
*
Y aunque posiblemente muchas y muchos de nosotros no seamos testigos/as de una victoria final, si es que èsta existe, somos conscientes que dia a dia, paso a paso, vamos avanzando, gracias a la lucha organizada de mujeres y hombres que no se rinden, que aunque algunas veces sienten que ya no pueden mas, siguen, persisten. Nuestros sueños, nuestras luchas, nuestras esperanzas, nuestra actividad politica, desde diferentes trincheras (perdon por el termino militar, con el cual no simpatiso para nada), son las que pueden contribuir a humanizar el mundo en que vivimos. Gracias a Oscar Amaya por este texto. (Gilda Ma. Rivera Sierra, Centro de Derechos de Mujeres, CDM).
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Es verdad, ¿quién no se ha sentido así? ¿Quién no ha sentido alguna vez que la tierra te succiona y que emprendes un viaje del cual talvez no haya regreso? Son esos momentos en que la mente pareciera permitir lugar únicamente a escenarios definidos sólo por esas palabras citadas por el autor de esta interesante reflexión: derrumbe, oscuridad, impotencia, soledad, orfandad, etc. etc. De pronto, como Amaya Armijo bien lo afirma, el campo que parecía estar tomado por el pesimismo, vuelve a ser ocupado por el optimismo y la esperanza, los ingredientes que hacen surgir en nosotros, eternos soñadores, irremediables creyentes de la paz y del bien, la determinación de no parar y no ceder hasta gritar ¡Victoria! ¡Victoria!
Feliz fin de semana a todos los amigos y amigas del foro Fian Honduras. (Juan Moreno)
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Y aunque posiblemente muchas y muchos de nosotros no seamos testigos/as de una victoria final, si es que èsta existe, somos conscientes que dia a dia, paso a paso, vamos avanzando, gracias a la lucha organizada de mujeres y hombres que no se rinden, que aunque algunas veces sienten que ya no pueden mas, siguen, persisten. Nuestros sueños, nuestras luchas, nuestras esperanzas, nuestra actividad politica, desde diferentes trincheras (perdon por el termino militar, con el cual no simpatiso para nada), son las que pueden contribuir a humanizar el mundo en que vivimos. Gracias a Oscar Amaya por este texto. (Gilda Ma. Rivera Sierra, Centro de Derechos de Mujeres, CDM).
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