terça-feira, 6 de julho de 2010

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Isis Obed, te queremos….
Ida Garberi
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LA MUERTE EN EL AIRE
Samuel Trigueiros
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Comisión de Verdad
Candelario Reyes Garcia

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Paisagem do interior de Santa Catarina (Brasil). Foto: Celso Martins.

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Honduras: Isis Obed,
te queremos, te queremos….



Por Ida Garberi*

Seremos libres o mártires”. Fidel Castro

El 5 de julio de 2009 yo no estuve en Honduras, por razones familiares me encontraba en Italia y recuerdo que aquel domingo literalmente lo pasé pegada al internet para saber qué estaba sucediendo en Tegucigalpa, mientras que el presidente constitucional Manuel Zelaya intentaba volver a su país y con dolor vi las imágenes de TeleSur que demostraron al mundo cómo los militares de los gorilas asesinos disparaban cínicamente sobre la muchedumbre, después de haberla dejada pasar adentro de la red de protección.

Ayer pasó un año de aquel día, ya es un año que el joven Isis Obed Murillo fue masacrado vilmente con un disparo a la cabeza, mientras se manifestaba pacíficamente en los alrededores del aeropuerto de Toncontin.

No podemos y no tenemos que olvidar, así que una marcha de personas de buena voluntad fuimos caminando del STYBIS (Sindicado de los Trabajadores de la Industria de las Bebidas y Similares) hasta la plaza fuera del aeropuerto, denominada por la Resistencia, “Plaza Isis Obed”.

Podía percibir los gritos de la muchedumbre, de aquellos 30000 ciudadanas y ciudadanos pacíficos, que un año antes llegaron a Toncontin con la gran esperanza de abrazar otra vez su presidente y al revés de vida… ..tuvieron que transportar el cuerpo sin aliento de un joven de 18 años.

Caminé al lado de Claudia, una chica del grupo de la Resistencia de los motorizados, que abre siempre las marchas y controla que los carros no atropellen los valientes caminantes.

Claudia fue la novia de Gerson, otro joven de la Resistencia tronchado por un accidente de carro muy extraño: su moto fue atropellada por un autobús enloquecido mientras él y Claudia volvían de una marcha pacífica y casualmente utilizaban la moto (y Gerson también el casco) de Edwin Robelo Espinal, compañero de la mártir Wendy Elisabeth Ávila, perseguido por la policía.

Extrañamente no se indagó sobre esta muerte, archivando demasiado veloz el caso.

La marcha está dirigida por los familiares de Isis Obed y cerca de ellos camina en silencio el mismo Edwin también.

La muchedumbre grita eslogan de la Resistencia: “Isis Obed vive y la lucha sigue, sigue”, “Isis Obed te queremos, te queremos”, “Sangre de mártires, semillas de libertad”…..

Aprovecho el trayecto para saber cómo está Edwin, secuestrado y torturado por la policía él pasado 30 de junio de 2010, y descubro que a los mismos hombres en uniforme no les importa la denuncia hecha a la Comisión Internacional de Washington, siguen persiguiendo Edwin riéndose por su ojo inflamado y gritándole bajo las ventanas de su casa si le gustó el gas tóxico que le han rociado encima.

La energía y la fuerza positiva que se perciben en el entorno convierten esta conmemoración en una evocación de vida, un momento para establecer contactos invisibles con los mártires de este golpe cívico-militar: las palabras de gratitud de los familiares de Isis Obed son un himno a la lucha pacífica, no tienen rencor o sed de venganza, sencillamente agradecen que el pueblo no los haya abandonados y están seguros que “de dónde Isis Obed está protegiéndonos, permitirá a la Comisión de Verdad de la Plataforma de los Derechos Humanos llevar a las Cortes Internacionales a sus asesinos, aquellos genocidas que siguen destrozando, secuestrando, violando y persiguiendo la población, que desde 373 días está en las calles en la lucha”.

Tengo las lágrimas en los ojos mientras observo a David Murillo, el papá de Isis, su madre, su hermano, su hermana, Claudia, Edwin……y cuántos todavía se sumarán a la lista?

No podemos ceder, absolutamente, no tenemos el derecho: nosotros, los vivos, los cocientes, no podemos titubear…. porque, como dijo el Che Guevara, “el camino es largo y lleno de dificultades”. “A veces, por extraviar la ruta, hay que retroceder; otras, por caminar demasiado aprisa, nos separamos de las masas; en ocasiones por hacerlo lentamente, sentimos el aliento cercano de los que nos pisan los talones. En nuestra ambición de revolucionarios, tratamos de caminar tan aprisa como sea posible, abriendo caminos, pero sabemos que tenemos que nutrirnos de la masa y que ésta solo podrá avanzar más rápido si la alentamos con nuestro ejemplo”.

*Periodista de defensoresenlinea.com.



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LA MUERTE ANDA EN EL AIRE

Por Samuel Trigueiros

Es de noche. El día ha sido largo, cargado de inminencias, soledad, locura y muerte. Me dicen que debo ser optimista, no claudicar, tener esperanza, inventar un sol, abrir mi corazón y entregarme a los otros con espíritu inocente, con mente limpia…; pero un manto oscuro ahoga la luz y me deja exangüe, mudo, obliterado. Quiero alzarme y volver al frente de batalla, pero están las alambradas de la desconfianza, el campo minado de mezquindades, los francotiradores de la mentira, los escuadrones del oportunismo, la camarilla de los calculadores políticos, los lobos, los ególatras inconfesos, los amantes del pódium y las medallas: repartidores todos de la muerte.

Pero me dicen que me calle, que no hable así, que hay que ser positivo, que hay que tolerarlo todo; que esas ideas dividen, inmovilizan, que son propias de un traidor…; y un enjambre de condenas nubla el aire que respiro. Debo hablar bajito, susurrar apenas, reconocer que no soy puro: que fallo; que yo también, a veces, desconfío, pero no mato al compañero; que le pregunto directo, pero no arrastro su nombre por las calles. La muerte hace otro guiño y brincan en su nata de pureza viejos camaradas. Debo quedarme quieto, no alterarles. Debo ser bueno y no irritarles. La muerte brilla en ojos cercanos.

¡Con cuánto escombro puede cubrirse el sol en un año!: huesos, sangre, dolor, desengaño, golpes, golpes. Merecíamos la luz, pero compramos sombra y repartimos muerte: cada vez que escribimos la nota de duelo y la engavetamos junto a los dolientes; cada vez que pensamos con la mezquindad del “yo”, antes que en la generosidad del “nosotros”; cada vez que disfrazamos de beligerancia nuestros afanes protagónicos; cada vez que decimos: “nosotras, nosotros, fuimos los primeros…” en lugar de valorar la suma de las voluntades encaminadas al futuro; cada vez que secretamente calculamos el beneficio personal ulterior, sin importar los daños al conjunto; cada vez que hacemos el movimiento político de piezas fuera de la realidad del pueblo; cada vez que atendemos el hecho de muerte consumado, pero no evitamos el siguiente; cada vez que predicamos la necesidad de refundar la patria, pero cercamos el latifundio de nuestro pensamiento basto y viciado ¿Sabe usted de lo que hablo? ¡No lo diga en voz alta! Asienta nada más con la cabeza, porque pueden escucharnos; podríamos quedarnos afuera, en la intemperie.

No es que el sol se haya apagado, que no esté ahí aún, al alcance de las manos; es que exhalamos noche y nos conformamos con las bombillas de ricos boulevares; es que nos falta arrojo para herir al tirano, pero nos sobran piedras para lapidar al hermano; es que de todos los dolores, el propio resulta superior; es que para lejanos, con la izquierda endebles panegíricos redactamos, mientras la derecha hace locuaces diatribas para el hermano. Por favor, no me diga usted que oscurantismo, esto que pienso, se llama. Podemos juntos descombrar la mañana.

Al comenzar, iba a hablar del año que después del golpe ha pasado, de la emoción justa colectivizada, de la acción popular en la que avanzamos, de la utopía, del sol que intentamos levantar con nuestras manos; quise escribir la tristeza de recordar a Isy Obed Murillo desmadejado en sangre, asesinado; del camarada Oscar Padilla, de la mano franca y el pensamiento claro y la mirada sabia de Luis Morel, de Wendy Ávila y de todos los compañeros y compañeras que la muerte nos ha arrebatado; quise decir que la muerte anda en el aire, pensando en las múltiples maneras en que policías, militares, paramilitares, dictadores, lobos, enfermedades y otras “manifestaciones” letales nos han quitado físicamente a tantos compañeros y compañeras de lucha; pero otra verdad mortal puso en mi hombro su mano helada: no puede refundarse la patria si a nosotros mismos no nos refundamos. No se puede reconstruir la casa sobre los viejos cimientos carcomidos de nuestras mezquindades, de nuestras cruzadas personales, de nuestros sectarismos, de nuestro cultivado sentido de exclusividad, privilegios personales, individualismo, vedetismo, desamor, ingenuidad (que no inocencia) o taimadez política, insolaridad y toda la podrida sombra que impide que la luz aumente su intensidad y radio hasta el horizonte que buscamos. Y, aunque incómoda, también decir esta verdad puede ser homenaje para quienes tanto lucharon con la transparencia de sus pensamientos y sus actos y hoy nos llenan de luto el alma.

Estoy seguro que ninguna, ninguno, de nuestros mártires luchó tan sólo para ganarse este o cualquier otro homenaje, ninguna nota de duelo, ninguna empañada vitrina por las lágrimas de los que quedamos, ningún pretendido poema en letras minúsculas y con la firma en bronce, ninguna parcela de tierra en la que sólo habitan los gusanos bajo flores de plástico, ni por provocar esta nota o sus respuestas; ninguno, ninguna, luchó por tales detritus, sino por una patria liberada en la que hombres y mujeres, vivos al fin, nos despojáramos de nuestra vieja piel para salir al sol que juntos inventamos.

Sí, podemos juntos descombrar el mañana; pero hoy, permítanme sin tanto agravio estas cuántas palabras que digo a ustedes en voz baja para que no las escuche el aire.

Tegucigalpa, 05 de julio de 2010.

*

Comisión de Verdad

Contra la mentira del golpe,
del crimen, de la crueldad;
la verdad,
la justicia,
la vida.

No es ánimo de venganza.
Es la verdad,
para que no se vuelvan a abrir inmunes las puertas del infierno
por exceso de ningún estado,
de ningún imperio,
de ningún verdugo.

La verdad nos hará libres.
Es la piedra angular en la que se basará la justicia
y la energía de este pueblo que camina,
que avanza hacia la paz.

Nuestros mártires esperan,
vamos caminando,
su sangre es la garantía
de que Morazán germina y es juventud la vida
y que nunca más será lesionada, ofendida.

Verdad,
Justicia,
Vida.

Candelario Reyes García
Poeta en resistencia.

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