terça-feira, 6 de julho de 2010

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Asesinado Roger Antonio Funes

Bartolo Fuentes
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La ley, esta desconocida…
Ida Garberi
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Impacto económico del golpe
Mariana Ríos

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Mientras se cumplía un
año de la muerte de Isy Obed


Ultimo adiós a dirigente
de base de
la Resistencia
asesinado en El Progreso


Por Bartolo Fuentes

Cuando el ataud con los restos del dirigente de base de la Resistencia Roger Antonio Funes Flores asesinado en El Progreso era colocado en la fosa, se cumplía el aniversario de que en Tegucigalpa fuera asesinado el joven Isy Obed Murillo cuando los militares dispararon contra manifestantes en las afueras del aeropuerto internacional Toncontín.

Durante la misa de cuerpo presente el padre Isamael Moreno, Melo, dijo que Roger Antonio ya se había encontrado con Isy Obed y los demás Mártires y se les pedía que desde allá vinieran a acompañarnos en la lucha por conquistar una Honduras de Paz y Justicia.

El Padre Melo hizo el llamado para que jamás nos sintamos desfallecidos por este tipo de muertes, al contrario, que nos dé cada vez más fuerza para que la lucha sea firme, más hermosa, más pacífica y más solidaria. Clamó porque se acabe la impunidad y que no sea la violencia la que se presente como solución a los conflictos.

“Así como Jesucristo entregó su vida por amor a la humanidad, asi tambien se ha derramado la sangre de Antonio por amor a este pueblo permanentemente en resistencia. Que la vida de Antonio pueda renacer, ramificarse a través de las personas que hemos de continuar esta lucha para que broten la paz y el amor en nuestro país”, dijo el sacerdote.

Roger Antonio Funes fue asesinado el 4 de julio en una calle de El Progreso, antes de las seis de la mañana, cuando se dirigía en una bicicleta hacia la feria del agricultor. Dos tipos en motocicleta le dispararon en su pierna y luego lo remataron con cuatro balazos en la cabeza. Su bicicleta estaba tirada al lado y en sus pertenencias tenía más de siete mil lempiras, por lo cual se descarta totalmente el robo como causa del ataque.

Roger era el presidente del patronato de la Colonia 18 de Septiembre, más conocida como EL INVA. Se incorporó de lleno a la Resistencia y en su colonia se realizaron varias actividades, la última de ellas fue la presentación de la obra de teatro “El Generalito” por parte del Colectivo Teatral Memorias de Tegucigalpa.

Como presidente del patronato en varias ocasiones tuvo choque con los golpistas. No permitió que le cambiaran el nombre al centro comunal de la 18 de Septiembre para colocarle el del Diputado micheletista Arnulfo López quien es vecino del lugar; tampoco permitió que el capitán retirado Carlos Aguilar se apropiara de una área verde de la comunidad y con frecuencia discutía con funcionarios de la Municipalidad de El Progreso a quienes acusaba de corruptos.

Carlos Aguilar hace cuarenta y cinco años, 1965, fue quien dirigía la tropa que cometió la masacre de la montaña de El Jute en El Progreso, donde fueron asesinados 7 hombres de la resistencia contra la dictadura de Oswaldo Lopez Arellano instaurada con el golpe de Estado de 1963.

Toño, como lo conocían los vecinos, tenía dos hijas, pero era padre soltero des hace muchos años.

Se dedicaba a trabajos independientes como electricista y en esas mismas tareas apoyaba a la Resistencia haciendo las instalaciones eléctricas para las actividades en el parque Las Mercedes, ahora conocida como Plaza Libertad.

Unas quinientas personas se sumaron al sepelio, entre los cuales estaba un grupo de la Resistencia quienes leyeron un acuerdo de duelo.

Comun-Noticias, 5 de Julio 2010

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Golpistas asesinan dirigente
se Resistencia en El Progreso


Ayer domingo 4 de julio, a eso de las 7:30 a.m. fue asesinado por individuos al servicio de los golpistas, el compañero Roger Antonio Fúnez Flores, mientras se dirigía en bicicleta a la feria del agricultor a comprar algunos víveres. El compañero convertido en mártir de la Resistencia coordinaba el Colectivo en la Colinia El INVA y era Presidente del Patronato, desde cuyo cargo, defendiendo los intereses de la comunidad, había enfrentado a personas ligadas a los golpistas. Al velatorio se hicieron presentes gran cantidad de hombres y mujeres que colmaron una cuadra, incluyendo una delegación del Colectivo del Parque de San Pedro Sula. Todos y todas asistentes a la vela exaltaban las virtudes de padre ejemplar, de dirigente honesto y firme miembro de la Resistencia que caracterizaban a Toñito. Su asesinato ha indignado hasta a muchos que no han estado involucrados en las acciones contra el golpe y todo mundo hablaba de poner a prueba a los órganos operadores de justicia dándole seguimiento a este crimen, así mismo se expresaba el compromiso de dignificar su ejemplo arreciando en la lucha de Resistencia. (Por S. S. C. A)

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Honduras: la ley,
esta desconocida...


Por Ida Garberi*

“El desinterés es la ley del genio y de la vida”. José Martí

Después del golpe de estado cívico-militar del 28 de junio de 2009 sabemos perfectamente que Honduras es totalmente en las manos de los poderosos, de los que pueden comprar todo con el dinero.

En la colonia Cerro Grande, en Tegucigalpa, la situación no es diferente de la que está sucediendo en el Bajo Aguan y Zacate Grande: un hombre potente de origen palestina, con la arrogancia que el dinero puede comprarlo todo, está echando en el medio de una calle, aquellos pobres ciudadanos que con un gran sacrificio y en ciertos casos con préstamos de los bancos, construyeron su pequeña casa.

La pelea de las tierras es entre la familia Gómez y el palestino Hasbum Touché: la primera es la verdadera propietaria de las tierras desde el siglo 18°, mientras Hasbum en los años 60 se dedicó a comprar a los funcionarios para conseguir títulos de propiedad falsos.

Así que este sábado 4 de julio de 2010, temprano en la mañana, un juez de dudosa procedencia, que no quiso presentar ningún carnet, con dos trozos de papel que no tenían ninguna firma y ningún sello legal de la Corte Suprema (que además está de vacaciones por 15 días), pues sin valor, se presentó para echar de sus casas un número consistente de familias, con tractor y empleados de Hasbum (algunos armados con fusiles), además de la policía y un contingente de los Cobra, los cuerpos especiales contra motín.

Los pobres habitantes de la zona, que compraron el terreno de la familia Gómez, han visto destruidos todos sus sueños, sin poder hacer nada, amenazados por los fusiles de las fuerzas del orden.

El comisario de la policía Chamorro, presente en el lugar, me repite como 5 veces que lo que se tiene que subrayar es que nadie fue golpeado, que todo se hizo en forma civil, para él, dato fundamental del punto de vista periodístico.

¿Pero, me perdone comisario, quién cree que sería tan suicida de reaccionar abiertamente enfrente a todo esto despliegue de fuerzas armadas?

¿Quién cree quiera ganarse una persecución permanente de la policía, como está sucediéndole a Edwin Espinal, el chico que tuvo el coraje de denunciar las torturas que le hicieron en la estación de policía número 4 de Tegucigalpa?

Los uniformados son preocupados del odio que el pueblo siente verso de ellos: ¿no se dan cuenta que están exasperando la población?

La brutalidad y la continua negación de la existencia de una voz del pueblo sólo demuestra la ignorancia de estas 10 familias oligarcas que están gobernando el país, que no han escuchado nunca esta frase de Concepción Arenal, una socióloga española del siglo 19°, que afirmó… “todo poder cae a impulsos del mal que ha hecho. Cada falta que ha cometido se convierte, tarde o temprano, en un ariete que contribuye a derribarlo”.

*Periodista de defensoresenlinea.com.

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Impacto económico
del golpe de

Estado en Honduras


Por Mariana Ríos*

Lunes 5 de julio de 2010, Redacción - Pueblos

Las consecuencias del golpe de Estado del 28 de junio de 2009 en Honduras no pudieron haber sido previstas por los golpistas. Difícil para ellos (conservadores recalcitrantes, anacrónicos dinosaurios) era calcular, en los momentos que planificaron y conspiraron contra Mel Zelaya, una serie de situaciones que se darían a partir del aislamiento internacional al gobierno de facto y del propio saqueo de las arcas públicas, llevado a cabo por los que a punta de armas entraron en la Casa Presidencial y demás instituciones del poder ejecutivo.

Egolpe en Honduras se da en el marco de una gestión de Estado de los últimos años enmarcada en el modelo económico neoliberal capitalista. El modelo hondureño ha producido pobreza y dependencia económica y ha mostrado un agotamiento en términos sociales, situación que se puede resumir mencionando que un 65 por ciento de su población se encuentra sumida bajo la línea de pobreza.

A pesar que el gobierno del presidente Zelaya en sus primeros dos años siguió las recetas económicas del Fondo Monetario Internacional (FMI), sostuvo su promesa de campaña de no imponer nuevas medidas económicas o paquetazos. En el resto de su administración tuvo intenciones de suavizar el modelo a través de la implantación de medidas que atendieran las demandas de los movimientos sociales y organizaciones populares. Se dio la orden, por ejemplo, de incrementar el salario mínimo, y también se modificó el método de compra de combustibles, lo que le enfrentó a los sectores empresariales más poderosos del país.

Estas medidas, entre otras, provocaron el inicio de una pugna constante del gobierno con la oligarquía hondureña, pugna que terminaría derivando en el golpe de Estado que tiene hasta hoy a nuestro país sumido en la peor crisis económica de su historia reciente.

Los impactos económicos del golpe han sido tremendos. En este momento se puede hablar de un Estado en bancarrota, con un gobierno continuista del golpe que con desesperación intenta su reconocimiento para volver a acceder a fondos de programas financieros de organismos internacionales y países que, tradicionalmente, habían dinamizado la economía hondureña.


Economía de Honduras
en etapa neoliberal

El neoliberalismo entró formalmente en Honduras a principios de la década de 1990. A la cabeza del ejecutivo se encontraba Rafael Leonardo Callejas, quien llegó hasta Casa Presidencial por el Partido Nacional (institución política conservadora que ahora mismo se encuentra en el poder por medio de elecciones fraudulentas).

El modelo neoliberal perseguía la estabilización de la economía y el crecimiento económico a través de la liberalización de los mercados y laese marco se han venido dando varios paquetes de medidas económicas que, al final, no han tenido más consecuencias que la concentración de la riqueza en unas pocas personas.

Durante 20 años Honduras ha seguido el plan neoliberal a rajatabla: reestructuración de la economía, liberalización de los mercados, estabilización de la macroeconomía y firma de tratados de libre comercio. Hasta ahora los efectos de estas medidas no han mejorado la situación social de las grandes mayorías empobrecidas en el país.

Es precisamente en este contexto que el presidente Zelaya decide hacer algunos cambios en sus políticas y buscar nuevas relaciones con los países de América del Sur para establecer nuevas formas de comercio solidario y condenar las ya agotadas recomendaciones del FMI. Pero éstas y otras acciones le cuestan un golpe de Estado.


Las consecuencias
inmediatas del golpe

El 28 de junio, día en que se ejecuta el golpe de Estado, comienzan los problemas para la economía nacional. La reacción del pueblo a través de movilizaciones en las calles, a nivel nacional, pone en aprietos a los golpistas y de inmediato comienzan los estados de sitio y toques de queda, que dan como resultado una inmediata paralización de la economía principalmente en las ciudades más importantes del país.

El aislamiento internacional no se hace esperar: comienza a darse desde el mismo día de golpe una respuesta al gobierno de facto. Se reúne la Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA) y emite la resolución de expulsar a Honduras. Días después se unen a la condena los organismos internacionales y centroamericanos de financiamiento. Condenan al gobierno de Micheletti los siguientes: Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), Grupo de Río, Grupo de TUXTLA (Centroamérica, México y Colombia), Unión Europea, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y Sistema de Integración Centroamericano (SICA).

Esto ocasiona el congelamiento de los desembolsos programados desde algunos de estos organismos, así como el cierre de fronteras. Todo ello provoca grandes pérdidas a los productores y productoras hondureñas y centroamericanas.


Crisis en indicadores

Según un estudio elaborado por el Grupo de Sociedad Civil (GSC), se estima que el país dejó de percibir alrededor de 2.219,3 millones de lempiras previstas en el presupuesto de 2009 (1.629,00 en préstamos y 590,3 en donaciones sólo de USAID, Comisión Europea y Cuenta del Milenio).

Mario Bustillo, director de la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT), institución golpista, declaró que estimaban que sólo el 60 por ciento de los negocios habían estado en funcionamiento durante las primeras semanas del golpe.

Pero las consecuencias del golpe no sólo se sentirán en el último semestre del año. Veamos algunos indicadores macroeconómicos.

Según Wilfredo Girón, las principales de algunos indicadores. El Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) refleja los cambios bruscos en la economía producto de la coyuntura.

Comparado con el mes de noviembre de 2008, el IMAE cayó un 4 por ciento. Las actividades económicas más afectadas fueron la construcción y el comercio. El rubro de la construcción cayó en un 50 por ciento a un mes del golpe, mientras que el comercio disminuyó un 11 por ciento (julio), un 17 por ciento (septiembre) y un 21 por ciento (noviembre).

El Producto Interior Bruto (PIB) tuvo un comportamiento relativamente bueno en los últimos años en Honduras, y la caída a partir de 2008 se debe principalmente a la crisis internacional. Pero su caída más drástica en la historia reciente se da por la crisis causada por el golpe de Estado.

Según Francisco Saravia, el Banco Central de Honduras (BCH) reportó una tasa negativa de crecimiento económico de -3,1 por ciento, la peor en Centroamérica. Esta caída supera, con creces, a las registradas en 1994 (-1,6 por ciento), provocada por la crisis energética; a la de 1999, debida al Huracán Mitch (1,9 por ciento); y a las pérdidas de 1982 y 1983.

Según el investigador Francisco Saravia, "si las proyecciones del programa monetario para 2009 estimaban un crecimiento de dos por ciento valorando los impactos de la crisis financiera internacional, esto quiere decir que el decrecimiento real de la economía en el 2009, producto de la crisis político institucional, fue de aproximadamente el 5,3 por ciento”.

Esto se tradujo, a su vez, en una fuerte contracción de la inversión bruta interna, que experimentó una caída del 29 por ciento, mientras que el consumo se contrajo en un 2,1 por ciento. Con esto, Honduras dejó de ser una de las economías más dinámicas de la región centroamericana, como lo había sido en 2006 y parte de 2007.


Crisis y empleo

Saravia explica la crisis económica a raíz de la caída del producto, la inversión y el consumo, lo que afecta a sectores generadores de empleo tales como la construcción, la industria manufacturera y la agricultura.

La construcción y la industria manufacturera fueron los sectores más afectados por la crisis: registraron una contracción del 6,0 y el 5 por ciento, respectivamente. El sector agropecuario decreció más de un 3 por ciento. En promedio, estos sectores generan el 43 por ciento del empleo de la Población Económicamente Activa (PEA) en el país, de ahí que su impacto pueda ser fuerte en la generación de puestos de trabajo.

La industria maquiladora, una de las mayores fuentes de empleo, presenta una contracción de sus exportaciones del 19,9 por ciento y una caída del 19,6 en sus importaciones, reflejo de la disminución en la demanda externa de estos bienes. El turismo, uno de los ejes generadores de empleo, también se vio muy afectado (el rubro de hoteles, comercio y restaurantes registra una caída del 7,1 por ciento).

Muy importante es además la caída de las finanzas públicas, que muestran también una tremenda reducción de ingresos. Los ingresos fiscales disminuyeron en un 13 por ciento en términos reales, es decir, aún manejando la variable inflación. Las restricciones presupuestarias elevaron el endeudamiento interno en casi un 80 por ciento (pasó del 3,5 por ciento del PIB en 2008 al 5,9 en 2009).

Saravia explica también que las remesas sufrieron una fuerte disminución y tuvieron una merma del 11,1 por ciento con respecto a 2008. Otro indicador de mucha importancia es la inversión extranjera. En los últimos años ésta había observado un buen comportamiento, pero en 2009 cayó en un 40,8 por ciento (lo que supone un total de unos 484,9 millones de dólares).


Inseguridad y cambio

Es importante entender que todo esto es producto directo de la inestabilidad en el país. La inseguridad provocada por las convulsiones a raíz del golpe de Estado se tradujeron en inseguridad para la inversión extranjera.

El impacto es realmente sin precedentes. Como bien lo señalan los indicadores, ni la crisis energética de 1994 ni el huracán Mitch, que devastó el sector productivo en 1998, habían provocado consecuencias tan tremendas para la economía hondureña.

El gobierno continuista del golpe, dirigido por Pepe Lobo, no ha logrado ni siquiera aún el reconocimiento internacional. Sigue haciendo intentos por recobrar su estatus de país democrático, pero sin obtener hasta ahora mayores resultados. La situación económica del país obligará a sus gobernantes a tomar medidas que, sin duda alguna, serán de gran impacto para la población en general, pero particularmente tendrán efectos negativos sobre la población más pobre.

Entre las medidas que el gobierno de Lobo ha comenzado a tomar está la aprobación de un nuevo paquetazo para resolver el serio problema del déficit fiscal, así como una posible devaluación para hacer frente al endeudamiento interno, que asciende ya a unos 35.000 millones de lempiras.

La situación que atraviesa nuestro país es alarmante en términos económicos, y las condiciones políticas internas no son favorables para que se dé una pronta recuperación. La oligarquía empresarial y terrateniente hondureña es la causante del golpe de Estado, pero es también la responsable de haber implantado un modelo que visiblemente nunca resolvió los problemas profundos de inequidad social, los que genera el modelo neoliberal.

Es por ello que la resistencia hondureña se ha propuesto, dentro de su visión transformadora de país, cambiar el modelo económico por uno que le entregue por primera vez la posibilidad a la mayoría del pueblo hondureño de vivir con las condiciones de dignidad que siempre le fueron negadas por la clase dominante.

*Mariana Ríos es investigadora.
Participa en la Comisión Política del Frente Nacional de Resistencia Popular de Honduras (FNRP).

Fonte: Rebelión/Revista Pueblos.

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