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Marcada represión y muerte
vive la Resistencia al final
de primera quincena de junio
Marcada represión y muerte
vive la Resistencia al final
de primera quincena de junio
Por Red Morazánica de Información
Tegucigalpa. 16 junio 2010. Una oleada de asedio y de hostigamiento –mortal, en algún caso- han vivido, en los últimos días, varios integrantes del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) en Honduras, tiempo en el que soportaron ataques armados contra sus vehículos, intentos de secuestro, o de asesinato, según los propios denunciantes.
Las acometidas violentas, se han intensificado de manera consecutiva, una tras otra, entre el 10 y el 15 de junio, en que ocurrieron, al menos reportadas, dos en un mismo día, el jueves 10 y el sábado 12 de junio de 2010. Todas las víctimas habían sufrido, antes, amenaza verbal, vía celular, y actos intimidatorios diversos.
El patrón de los hechos sugiere una acción sistemática de cuerpos especiales. El presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos (Codeh), Andrés Pavón, aseguró que en Honduras hay una “colombianización” [comparativo del tipo de violencia en Colombia] promovida por grupos para-empresariales.
Dijo que en los casos de Carolina Pineda y Luis Baquedano, podría haberse “instalado un chip” en sus carros para monitorear el movimiento vehicular y perseguirlos. Y que, en el Codeh, “tenemos plenamente identificados a quienes han agredido a colaboradores” de esa organización.
Fue contundente al afirmar que el “Secretario de Seguridad está controlado por el crimen organizado”, y es apoyada con “dinero de gobiernos como España”. Ayer entregó 45 millones de lempiras para proyecto locales de seguridad, en las alcaidías y ONGs, con un costo de hasta 300 mil cada uno, según Gobernación y Justicia.
El martes 15 de junio, en la noche, el ex ministró del presidente exilado, Manuel Zelaya, en el Programa Nacional de Desarrollo Rural Sostenible (Pronaders), Luis Rolando Valenzuela Ulloa, fue asesinado, en un restaurante de San Pedro Sula, por al empresario, Carlos Alberto Yacamán Meza, fugitivo, según vocero policial.
Valenzuela, era miembro activo de Liberales en Resistencia, amigo personal y colaborador del presidente Zelaya. A pesar de que la Policía ve este, y demás asesinatos, como no políticos, y que intentó ocultar el nombre del hechor, la DGIC ya investigaba a Yacamán por “homicidio y amenazas” y lo vincula a “situaciones complicadas por actividades ilícitas”, reveló otro policía.
El lunes 14 de junio de 2010, temprano en la mañana, Sergio Armando Rivera Martínez, docente, y vicepresidente del Centro de Prevención, Tratamiento y Rehabilitación para las Víctimas de la Torturas y sus Familiares (CPTRT), sufrió un intento de detención arbitraria por un hombre y una mujer, guardias del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), mientras él intentaba transportar al paciente, Oscar Armando Padilla, hasta el Hospital Escuela.
Rivera, denunció ante el Observatorio Ecuménico de DH del CLAI, que una policía, traída por los dos agentes de seguridad del IHSS, intentó detenerlo después de que afirmará, a la pregunta de esa policial, que si él era de la Resistencia. La agente pretendía obligarlo a “acompañarla”, sin ninguna causa, por lo que Rivera dio de gritos, para alarmar que intentaban llevarlo quien sabe dónde.
Lo que provocó que el grupo de seguridad que lo acechaba fuera a llamar a otro policía, quien no portaba la placa de su nombre, y le anunció que estaba detenido. Y al intentar aproximársele para “reducirme a la impotencia”, una mujer desconocida pidió a los policías que se retiraran porque perturbaban la paz del hospital. Otro policía, desde la entrada, “llamó a los que intentaban secuestrarme para que se fueran”, relató.
El domingo 13 de junio, desapareció el joven taxista, Oslin Obando Cáceres. Sus familiares perdieron contacto con él desde las 4:30 de la tarde, y su taxi fue hallado dos horas después, abandonado en Los Cedros. La familia teme por la vida de Oslin, pues hace tres semanas un hombre amenazó a muerte al padre de éste, Eliodoro Cáceres, coordinador del FNRP, en Tela, Atlántida, denunció al Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh).
El sábado 12 de junio, Ruy Díaz, de la coordinación del FNRP; junto a Germán Zepeda, presidente de la Coordinadora de Sindicatos Bananeros de Honduras (Cosibah); y, a Héctor García, de la Resistencia de Choloma, Cortés, fueron detenidos por la Policía, bajo el cargo de "pintas prohibidas", cuando participaban de una asamblea nacional del Frente, en Siguatepeque.
El mismo sábado 12 de Junio, por la noche, el fiscal de la Confederación Unitaria de Trabajadores (CUTH) y dirigente del FNRP, José Luís Baquedano, fue interceptado por un microbús gris de vidrios polarizados, y hombres armados con pistola, dispararon, desde dentro, contra el vehículo en el que iban: Baquedano, quien logró huir, un hijo, una hija y tres nietos. Nadie salió herido.
Antes, lo persiguieron un tiempo, desde la vivienda de él, hasta las cercanías de un centro comercial. Después, fue detenido por la Policía, acusado de haber sido él quien disparó, lo que favoreció fugarse a los agresores. Declaró haber sido amenazado por teléfono y su casa es vigilada por extraños.
El jueves 10 de junio, por la tarde, Porfirio Ponce, coordinador departamental del FNRP, y vicepresidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS), fue embestido por dos hombres que se bajaron de un vehículo al detenerse en un semáforo, hicieron 42 disparos contra el carro en el que viajaban: Ponce, el padre de éste, de igual nombre, y su esposa, Griselda Ponce.
En el ataque, mataron a quien conducía, Oscar Molina, cuñado de Porfirio Ponce, y fueron heridos el padre y la esposa de este último.
El mismo 10 de junio, pasadas las seis de la mañana, la fiscal de la Directiva Central del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (Copemh), Carolina Pineda, huyó a salvo luego de que cuatro encapuchados intentaran secuestrarla cuando ella se dirigía a Comayagua a la altura del desvió a La Paz.
Los asechadores se bajaron de un carro negro, doble cabina, sin placas, que se detuvo a la par del microbús que ella conducía, se fueron y regresaron, desde donde hicieron ráfagas al aire por dos veces, según denunció el presidente del Copemh, Jaime Rodríguez.
Además, el martes 01 de junio, pasadas las tres de la tarde, el dirigente del FNRP, Juan Ramón Flores, de ciudad Comayagua, fue secuestrado en la proximidad de Siguatepeque, por seis encapuchados armados a bordo de un vehículo, cuatro permanecieron dentro y dos se bajaron, lo encañonaron y se lo llevaron. Dejaron amarradas a 14 personas en el taller de donde lo sustrajeron.
Reveló que por cinco horas lo tuvieron arrodillado, manos a la cabeza, en tanto le apuntaban con pistola, y supone querían matarlo. Logró escapar, reveló el Codeh.
Flores, quien fue candidato a diputado del Partido Liberal por Comayagua, afirmó que los secuestradores eran militares y policías y uno de ellos se identificó como agente de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), mientras pasaban por retenes policiales.
De acuerdo a Luis Baquedano, varios dirigentes del Stibys y del Copemh fueron amenazados a muerte y atentados contra su vida. El 28 de mayo de 2010, Carlos H. Reyes, miembro conductor del FNRP, reveló amenazas de muerte contra él. (Diana Canales)
Las acometidas violentas, se han intensificado de manera consecutiva, una tras otra, entre el 10 y el 15 de junio, en que ocurrieron, al menos reportadas, dos en un mismo día, el jueves 10 y el sábado 12 de junio de 2010. Todas las víctimas habían sufrido, antes, amenaza verbal, vía celular, y actos intimidatorios diversos.
El patrón de los hechos sugiere una acción sistemática de cuerpos especiales. El presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos (Codeh), Andrés Pavón, aseguró que en Honduras hay una “colombianización” [comparativo del tipo de violencia en Colombia] promovida por grupos para-empresariales.
Dijo que en los casos de Carolina Pineda y Luis Baquedano, podría haberse “instalado un chip” en sus carros para monitorear el movimiento vehicular y perseguirlos. Y que, en el Codeh, “tenemos plenamente identificados a quienes han agredido a colaboradores” de esa organización.
Fue contundente al afirmar que el “Secretario de Seguridad está controlado por el crimen organizado”, y es apoyada con “dinero de gobiernos como España”. Ayer entregó 45 millones de lempiras para proyecto locales de seguridad, en las alcaidías y ONGs, con un costo de hasta 300 mil cada uno, según Gobernación y Justicia.
El martes 15 de junio, en la noche, el ex ministró del presidente exilado, Manuel Zelaya, en el Programa Nacional de Desarrollo Rural Sostenible (Pronaders), Luis Rolando Valenzuela Ulloa, fue asesinado, en un restaurante de San Pedro Sula, por al empresario, Carlos Alberto Yacamán Meza, fugitivo, según vocero policial.
Valenzuela, era miembro activo de Liberales en Resistencia, amigo personal y colaborador del presidente Zelaya. A pesar de que la Policía ve este, y demás asesinatos, como no políticos, y que intentó ocultar el nombre del hechor, la DGIC ya investigaba a Yacamán por “homicidio y amenazas” y lo vincula a “situaciones complicadas por actividades ilícitas”, reveló otro policía.
El lunes 14 de junio de 2010, temprano en la mañana, Sergio Armando Rivera Martínez, docente, y vicepresidente del Centro de Prevención, Tratamiento y Rehabilitación para las Víctimas de la Torturas y sus Familiares (CPTRT), sufrió un intento de detención arbitraria por un hombre y una mujer, guardias del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), mientras él intentaba transportar al paciente, Oscar Armando Padilla, hasta el Hospital Escuela.
Rivera, denunció ante el Observatorio Ecuménico de DH del CLAI, que una policía, traída por los dos agentes de seguridad del IHSS, intentó detenerlo después de que afirmará, a la pregunta de esa policial, que si él era de la Resistencia. La agente pretendía obligarlo a “acompañarla”, sin ninguna causa, por lo que Rivera dio de gritos, para alarmar que intentaban llevarlo quien sabe dónde.
Lo que provocó que el grupo de seguridad que lo acechaba fuera a llamar a otro policía, quien no portaba la placa de su nombre, y le anunció que estaba detenido. Y al intentar aproximársele para “reducirme a la impotencia”, una mujer desconocida pidió a los policías que se retiraran porque perturbaban la paz del hospital. Otro policía, desde la entrada, “llamó a los que intentaban secuestrarme para que se fueran”, relató.
El domingo 13 de junio, desapareció el joven taxista, Oslin Obando Cáceres. Sus familiares perdieron contacto con él desde las 4:30 de la tarde, y su taxi fue hallado dos horas después, abandonado en Los Cedros. La familia teme por la vida de Oslin, pues hace tres semanas un hombre amenazó a muerte al padre de éste, Eliodoro Cáceres, coordinador del FNRP, en Tela, Atlántida, denunció al Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh).
El sábado 12 de junio, Ruy Díaz, de la coordinación del FNRP; junto a Germán Zepeda, presidente de la Coordinadora de Sindicatos Bananeros de Honduras (Cosibah); y, a Héctor García, de la Resistencia de Choloma, Cortés, fueron detenidos por la Policía, bajo el cargo de "pintas prohibidas", cuando participaban de una asamblea nacional del Frente, en Siguatepeque.
El mismo sábado 12 de Junio, por la noche, el fiscal de la Confederación Unitaria de Trabajadores (CUTH) y dirigente del FNRP, José Luís Baquedano, fue interceptado por un microbús gris de vidrios polarizados, y hombres armados con pistola, dispararon, desde dentro, contra el vehículo en el que iban: Baquedano, quien logró huir, un hijo, una hija y tres nietos. Nadie salió herido.
Antes, lo persiguieron un tiempo, desde la vivienda de él, hasta las cercanías de un centro comercial. Después, fue detenido por la Policía, acusado de haber sido él quien disparó, lo que favoreció fugarse a los agresores. Declaró haber sido amenazado por teléfono y su casa es vigilada por extraños.
El jueves 10 de junio, por la tarde, Porfirio Ponce, coordinador departamental del FNRP, y vicepresidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS), fue embestido por dos hombres que se bajaron de un vehículo al detenerse en un semáforo, hicieron 42 disparos contra el carro en el que viajaban: Ponce, el padre de éste, de igual nombre, y su esposa, Griselda Ponce.
En el ataque, mataron a quien conducía, Oscar Molina, cuñado de Porfirio Ponce, y fueron heridos el padre y la esposa de este último.
El mismo 10 de junio, pasadas las seis de la mañana, la fiscal de la Directiva Central del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (Copemh), Carolina Pineda, huyó a salvo luego de que cuatro encapuchados intentaran secuestrarla cuando ella se dirigía a Comayagua a la altura del desvió a La Paz.
Los asechadores se bajaron de un carro negro, doble cabina, sin placas, que se detuvo a la par del microbús que ella conducía, se fueron y regresaron, desde donde hicieron ráfagas al aire por dos veces, según denunció el presidente del Copemh, Jaime Rodríguez.
Además, el martes 01 de junio, pasadas las tres de la tarde, el dirigente del FNRP, Juan Ramón Flores, de ciudad Comayagua, fue secuestrado en la proximidad de Siguatepeque, por seis encapuchados armados a bordo de un vehículo, cuatro permanecieron dentro y dos se bajaron, lo encañonaron y se lo llevaron. Dejaron amarradas a 14 personas en el taller de donde lo sustrajeron.
Reveló que por cinco horas lo tuvieron arrodillado, manos a la cabeza, en tanto le apuntaban con pistola, y supone querían matarlo. Logró escapar, reveló el Codeh.
Flores, quien fue candidato a diputado del Partido Liberal por Comayagua, afirmó que los secuestradores eran militares y policías y uno de ellos se identificó como agente de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), mientras pasaban por retenes policiales.
De acuerdo a Luis Baquedano, varios dirigentes del Stibys y del Copemh fueron amenazados a muerte y atentados contra su vida. El 28 de mayo de 2010, Carlos H. Reyes, miembro conductor del FNRP, reveló amenazas de muerte contra él. (Diana Canales)
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